Indicios de yacimientos de petr¨®leo rentables en el Mediterr¨¢neo occidental

Formar parte de la boutique es, en el argot de las petroleras, entrar en la lista de zonas del planeta donde est¨¢ justificado iniciar estudios prospectivos en busca de nuevos yacimientos. O, lo que es lo mismo, ¨¢reas donde se han efectuado estudios geol¨®gicos que muestran indicios suficientes de la probable existencia de crudo o de gas natural y que permanecen a la espera de verificaci¨®n de acuerdo con los intereses estrat¨¦gicos de las grandes compa?¨ªas. El mar Mediterr¨¢neo es, pr¨¢cticamente en conjunto, una de estas zonas salvo en el norte de ?frica, donde las explotaciones tierra adentro concentran la mayor parte de las reservas. Libia y Argelia suman el 84% de las reservas petrol¨ªferas del Mediterr¨¢neo y el 78% de las de gas. Mar adentro, la existencia de petr¨®leo en cantidades relevantes es todav¨ªa una inc¨®gnita.

La tecnolog¨ªa permite ya hacer prospecciones a m¨¢s de 2.000 metros de profundidad

Sin embargo, opinan Mariano Marzo y Josep Ant¨®n Mu?oz, ge¨®logos de la Universidad de Barcelona, existen indicios suficientes como para pensar que, 'por lo menos', est¨¢ justificada la exploraci¨®n de las aguas profundas mediterr¨¢neas. 'Se dan tres de las cinco grandes condiciones para iniciar la exploraci¨®n', relata Marzo, uno de los pocos expertos en Espa?a en caracterizaci¨®n de reservorios de hidrocarburos. La primera condici¨®n, indica, es la existencia de rocas capaces de almacenar el crudo o el gas; la segunda, la de rocas que puedan sellar ambos fluidos; y la tercera, una log¨ªstica adecuada para la exploraci¨®n y su eventual extracci¨®n. Quedar¨ªan pendientes otras dos razones fundamentales: la presencia de roca madre en cantidades suficientes, es decir, de roca generadora de petr¨®leo, e inter¨¦s real por parte de las compa?¨ªas en comprobar su existencia e iniciar su explotaci¨®n.

El estudio elaborado por el USGS podr¨ªa ayudar a resolver las inc¨®gnitas pendientes. El servicio estadounidense considera que en una extensi¨®n cercana a los 2.500 kil¨®metros cuadrados situados entre Baleares y C¨®rcega y Cerde?a, la probabilidad de existencia de crudo es de un 60%. De media, deber¨ªa perforarse a 5.000 metros de profundidad para hallar petr¨®leo, atravesando l¨¢minas de agua (distancia entre la superficie y el fondo del mar) cercanas a los 2.500 metros. En caso de prospecciones para gas, las profundidades medias est¨¢n en torno a los 6.000 metros. En esta provincia geol¨®gica se considera probada la existencia de sellantes, especialmente en forma de sales, y de trampas donde se almacenar¨ªa el crudo, formadas principalmente por rocas deltaicas y turbid¨ªticas. En cuanto a roca madre, se desconoce en qu¨¦ proporci¨®n existe, pero la presencia de grandes placas sedimentarias de los periodos cret¨¢cico y oligoceno y dep¨®sitos org¨¢nicos del Terciario y del Mesozoico, alimentan la hip¨®tesis de roca 'madura o en proceso de maduraci¨®n'. Las estimaciones indican la probable existencia de 1 a 15 yacimientos medianos de petr¨®leo y de 60 a 140 de gas, con una producci¨®n de 50 a 2.500 millones de barriles en el primer caso y de 600.000 a 3.600.000 millones de pies c¨²bicos de gas, en el segundo.

?Por qu¨¦ las compa?¨ªas se resisten a una exploraci¨®n en profundidad? 'Por el elevado riesgo', contestan al un¨ªsono los dos expertos. La estrategia de las grandes, explican, se orienta a minimizar tanto como sea posible un fracaso en las prospecciones. Las razones son sobre todo de tipo econ¨®mico. Cualquier nueva perforaci¨®n exploratoria, pese a las mejoras tecnol¨®gicas, tiene un coste multimillonario. Por ello las grandes compa?¨ªas crecen o se mantienen a costa de la adquisici¨®n de yacimientos ya existentes, invierten en la mejora de t¨¦cnicas de extracci¨®n o bien se aventuran a explorar ¨¢reas cercanas a los grandes campos. Dicho de otro modo, tratan de acercar sus inversiones a lo que tiene visos de ser posible.

Esto es lo que explicar¨ªa, en esencia, por qu¨¦ las investigaciones se centran en ¨¢reas relativamente cercanas de las costas africana y suramericana. En pocos a?os, coinciden Marzo y Mu?oz, se ha pasado de extraer el 40% del crudo de un yacimiento a tratar de dejar el pozo pr¨¢cticamente seco. Dado que el coste de las tareas prospectivas puede alcanzar los mil millones de d¨®lares (185.000 millones de pesetas), invertir en otras ¨¢reas significar¨ªa un riesgo excesivo, a?aden.

No obstante, algo est¨¢ cambiando. Bernard Fourcade, ge¨®logo de Total Fina Elf, una de las grandes del sector, apuntaba recientemente en unas jornadas organizadas por el Club Espa?ol de la Energ¨ªa en Sevilla, la necesidad de invertir en la b¨²squeda de nuevos reservorios. La presi¨®n de una demanda creciente junto con la limitaci¨®n de las reservas actuales obligan a asumir riesgos mayores en la extracci¨®n en profundidad. La tecnolog¨ªa actual, recuerda, permite ir m¨¢s all¨¢ de los 2.000 metros.

Por su parte, Ulrich Smith, consultor en la empresa especializada LO & Consultants, considera que la mayor parte de los pa¨ªses de la regi¨®n mediterr¨¢nea son 'productores potenciales' de gas o petr¨®leo y destaca 13 ¨¢reas distintas sobre las que se deber¨ªa investigar o mejorar la explotaci¨®n. En Espa?a est¨¢ la de la cuenca del Guadalquivir. A ellas debe a?adirse ahora la provincia geol¨®gica investigada por el USGS.