Los dem¨®cratas arremeten contra el fiscal ultraderechista de Bush tras la ca¨ªda de Chavez
La intenci¨®n de los dem¨®cratas es demostrar motivaciones racistas en la oposici¨®n que Ashcroft lider¨® en el Senado en 1997 al nombramiento de White por Bill Clinton como juez federal.
Ashcroft, entonces senador por Misuri, consigui¨® que la mayor¨ªa republicana en la C¨¢mara Alta vetara a White, con el argumento de que se opon¨ªa a la pena capital. Pero el magistrado, como confirmar¨¢ la pr¨®xima semana en el Capitolio, hab¨ªa firmado hasta ese momento 41 de las 59 condenas a muerte que le hab¨ªan sido propuestas.
Las audiencias sobre el nombramiento de Ashcroft se celebrar¨¢n con un Capitolio rodeado por manifestantes contrarios al pol¨ªtico de Misuri. Una coalici¨®n de grupos feministas, gay, sindicales y afroamericanos exhibir¨¢ pancartas que recordar¨¢n el historial de oposici¨®n al derecho al aborto y defensa de las armas de fuego del candidato de Bush a la cartera de Justicia.
Con 50 dem¨®cratas y 50 republicanos en la C¨¢mara Alta, la batalla por la confirmaci¨®n de Ashcroft ser¨¢ re?ida, pero es dif¨ªcil que concluya con el rechazo de su candidatura. Hasta ahora, los dem¨®cratas y sus aliados s¨®lo tienen contra ¨¦l argumentos ideol¨®gicos y pol¨ªticos.
El caso de Linda Chavez fue diferente. Esta hispana que no habla espa?ol no dimiti¨® el martes por su oposici¨®n a la ense?anza biling¨¹e, la discriminaci¨®n positiva y el rigor en los casos de acoso sexual, sino por una presunta ilegalidad: haber albergado, y remunerado a cambio de trabajos dom¨¦sticos, a una inmigrante ilegal guatemalteca a comienzos de los a?os noventa. Chavez, que estuvo serena en el anuncio de su renuncia y se rode¨® de inmigrantes que testimoniaron a su favor, cay¨® en desgracia a los ojos de Bush por no haberle informado de ese potencial problema en su historial.
Los republicanos no pod¨ªan defenderla despu¨¦s de haber vetado en 1993 a Zoe Baird por haber utilizado mano de obra dom¨¦stica ilegal. Baird era la primera candidata de Clinton para la Fiscal¨ªa General. Fue curioso que Chavez denunciara el martes que su caso demuestra que persiste en Washington la 'pol¨ªtica de b¨²squeda y destrucci¨®n' que caracteriz¨® la presidencia de Clinton. De esa actitud surgi¨® no solo el caso Lewinsky, sino la dimisi¨®n de varios l¨ªderes republicanos, incluido el presidente de la C¨¢mara de Representantes, Bob Livingston, por revelaciones sobre pasadas aventuras extraconyugales.
Con la amargura en las filas dem¨®cratas por la tormentosa derrota de Gore frente a Bush, es muy dif¨ªcil que la pr¨®xima presidencia est¨¦ marcada por el clima de reconciliaci¨®n que todo el mundo predica de boquilla.
[Bush se entrevist¨® ayer con Eloise Anderson, candidata a secretaria de Trabajo que ha sido directora de Servicios Sociales en California y Wisconsin, donde ha aplicado la reforma del sistema de beneficiencias. Anderson es una mujer negra opuesta a la discriminaci¨®n positiva de las minor¨ªas].
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