Cuelgamuros, exilio e historia
En 1948, alentadas por Paco Benet -un antrop¨®logo espa?ol que estudiaba en Par¨ªs-, dos j¨®venes estadounidenses, la escritora Barbara Probst Solomon y Barbara Mailer -hermana del novelista Norman Mailer, autor de Los desnudos y los muertos-, decidieron realizar un plan descabellado: entrar en Espa?a y ayudar a dos estudiantes izquierdistas encarcelados, Manuel Lamana y Nicol¨¢s S¨¢nchez Albornoz, a salir del campo de concentraci¨®n franquista de Cuelgamuros. Todos vivieron para contarlo. La archiconocida fuga de Cuelgamuros evoca la causa de los resistencialistas, y al historiador el emocionado recuerdo le nubla el semblante.
Barbara Probst Solomon lo ha contado infinidad de veces: Lamana y S¨¢nchez Albornoz burlaron la vigilancia y corrieron a campo traviesa hacia el monasterio. All¨ª les esperaban Paco Benet y las mujeres en un coche. Tras 20 horas de viaje llegaron a Barcelona; ellas siguieron hacia Francia y los fugados cruzaron los Pirineos a pie hasta llegar al pa¨ªs vecino, no sin antes sortear las dificultades causadas por la intensa lluvia, la falta de comida y br¨²jula, y la rotura del tobillo que sufri¨® S¨¢nchez Albornoz. Pensaron que la polic¨ªa no sospechar¨ªa de dos chicas tan j¨®venes, ya que apenas ten¨ªan 18 a?os. Paco Benet las envi¨® a ver a un importante dirigente anarquista, Manuel Amit, que viv¨ªa en las afueras de Madrid, para intentar sacarle tambi¨¦n. Es el cap¨ªtulo triste de la historia, porque Amit fue capturado d¨ªas despu¨¦s y muri¨® en la c¨¢rcel.
La escritora repiti¨® en los a?os treinta el recorrido efectuado unos a?os antes por Lilian Hellman. Ambas fueron militantes antifascistas -Barbara sigue en la brecha-y ambas influyeron en la mirada sobre Europa de la Norteam¨¦rica progresista establecida en cen¨¢culos literarios, al igual que Dashiell S. Hammett, John Reed y el citado Mailer.
En Espa?a, la ¨¦pica fuga ha sido trasladada a la ficci¨®n por Daniel Sueiro en Los secretos de la cripta franquista y por el mismo Lamana, autor de una trascripci¨®n literaria de los hechos. Sin olvidar la versi¨®n de Fernando Colomo, que la traslad¨® al cine en la pel¨ªcula Los a?os b¨¢rbaros, interpretada por Jordi Moll¨¤, Ernesto Alterio y Juan Echanove.
S¨¢nchez Albornoz est¨¢ considerado en el mundo acad¨¦mico, como un punto de encuentro entre la historiograf¨ªa europea de corte marxiano -que no marxista- alentada por Eric Hobsbawm, Pierre Vilar y los cuantitativistas norteamericanoss de California y Chicago. Sigue los surcos de la llamada Escuela de los Anales , representada por la figura de Ernest Labrousse, y del mejor pensamiento liberal anglosaj¨®n acompa?ando a otros dos espa?oles: Jorge Santayana, en tiempos precedentes, y Diego Hidalgo tras sus talones. Ha publicado infinidad de trabajos y docenas de libros, entre ellos Espa?oles hacia Am¨¦rica, Poblaci¨®n y Mano de obra en Am¨¦rica.
Adem¨¢s su especialidad, las migraciones, le sit¨²a sobre la pista del gran debate que mantuvieron su padre, Claudio S¨¢nchez Albornoz -defensor de la Espa?a unitaria-, y Am¨¦rico Castro, el latinoamericanista de la ¨²ltima centuria.
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