La Gimn¨¢stica sonroja al Bar?a

Un rival peque?o, un campo casi vac¨ªo, un equipo plagado de suplentes y un juego vacuo y destensado por completo volvieron a completar una noche de perplejidad en el Camp Nou. El Bar?a se reencarn¨® en el equipo carente de miras, blandito, contemporizador, sin nervio y con una absoluta propensi¨®n al fatalismo que de vez en cuando atribula a su parroquia y deja en vilo a todo el mundo, at¨®nito por esa incapacidad azulgrana para marcar distancias frente a rivales de peque?a monta como ayer lo era la Gimn¨¢stica Torrelavega. El Bar?a estrell¨® dos remates en los palos, pero la Gimn¨¢stica le devolvi¨® uno y disfrut¨® de las dos ¨²ltimas y m¨¢s claras ocasiones del partido que acab¨® convirti¨¦ndose en un infierno para los azulgrana.

Serra Ferrer sac¨® un equipo plagado de suplentes que no encontr¨® soluciones para moverse en un tablero que la Gimn¨¢stica encogi¨® como ya era previsible y natural en un partido entre dos equipos con una diferencia de potencial enorme, al menos en teor¨ªa. El Barcelona se entretuvo con un toqueteo sin soluci¨®n de continuidad. El bal¨®n iba y ven¨ªa sin mayor sentido frente a las dos l¨ªneas defensivas de la Gimn¨¢stica. Sin cambios de velocidad, sin diagonales y sin paredes en las zonas de mayor riesgo, el equipo azulgrana ech¨® de menos los alardes individuales de Rivaldo y las pivotaciones y la clarividencia de Kluivert. El brasile?o, ante la inoperancia de sus compa?eros, tuvo que acabar jugando la ¨²ltima media hora sin que tampoco aportara nada nuevo.

La Gimn¨¢stica logr¨® su prop¨®sito con una relativa comodidad. Bien agrupados atr¨¢s, los entusiastas jugadores del equipo c¨¢ntabro, no pasaron grandes apuros. Bastida y Uribarri engancharon a los extremos azulgrana, Zenden y Alfonso, que no lograron alcanzar el m¨ªnimo nivel f¨ªsico y de movimientos. Y Dani qued¨® totalmente desactivado en el centro del ataque del Barcelona.

Pero los problemas del Barcelona empezaban ya atr¨¢s. Xavi y Petit formaron un doble pivote que no dio m¨¢s que para transportar el bal¨®n. De los dos jugadores que deb¨ªan armar el juego azulgrana no sali¨® ning¨²n pase con intenci¨®n. Los jugadores de la Gimn¨¢stica no tuvieron que ejercer una presi¨®n espectacular. Les bast¨® ir basculando al cadencioso ritmo que mov¨ªa la pelota el Bar?a para acabar interrumpi¨¦ndolo. Una pierna que se estiraba, un jugador que se interpon¨ªa, y, !zas?, el bal¨®n para la Gim¨¢stica. S¨®lo las incorporaciones de Gabri, que corri¨® por toda la banda derecha, provocaron trabajo extra a la defensa c¨¢ntabra. El otro lateral, el debutante en el primer equipo, Bermudo, bastante tuvo con mantener a raya a Juanjo.

El Bar?a s¨®lo tuvo una ocasi¨®n a lo largo del primer tiempo. Y fue a bal¨®n parado. Una falta en la frontal, excelentemente lanzada por Frank De Boer, oblig¨® a Gonzalo a una buena intervenci¨®n que concluy¨® con su rechace en el travesa?o. Pero la Gimn¨¢stica no renunci¨® a la r¨¦plica. En un par de ocasiones insinu¨® su peligrosidad y en la tercera, Juanjo recuper¨® un bal¨®n mal despejado por Bermudo, cedi¨® a Chili, ¨¦ste aguard¨® el instante preciso en el que Bermejo irrumpi¨® por el agujero defensivo azulgrana y le ofreci¨® la asistencia que fue rematada a la base del palo izquierdo de la porter¨ªa de Reina. El susto que se llev¨® sumi¨® definitivamente al equipo azulgrana en un estado de ofuscaci¨®n del que no se repuso hasta siete minutos despu¨¦s cuando lleg¨® el descanso.

Ante el desaguisado, Serra Ferrer dio entrada a Overmars primero y, poco despu¨¦s, a Rivaldo, ocupando los puestos de Zenden y Petit. El Bar?a mejor¨® ligeramente. Form¨® una l¨ªnea ofensiva de cuatro con Overmars por la derecha, Dani y Rivaldo muy pegados y Alfonso en la izquierda.Un centro del holand¨¦s propici¨® el segundo palo para el Bar?a con un cabezazo de Gerard y Alfonso y Gabri pusieron de nuevo a prueba a Gonzalo. Pero no tuvo continuidad el equipo azulgrana. Volvi¨® a pasarse largos minutos sin atisbar el remate. Al contrario, la Gim¨¢stica se envalenton¨® y acab¨® hilando dos jugadas que obligaron a decisivas intervenciones de Reina, primero ante un remate que no enganch¨® bien Chili cuando estaba totalmente solo, y despu¨¦s ante otro disparo seco de Bermejo. All¨ª concluy¨® el suplicio azulgrana y la meritoria actuaci¨®n de la Gimn¨¢stica que se despidi¨® de la Copa con la cabeza muy alta y con sabor a epopeya.