Llueve sobre mojado
La decisi¨®n del Tribunal de Defensa de la Competencia, en el caso de la fusi¨®n Endesa-Iberdrola, m¨¢s bien parece contra la competencia, y me retrotrae a los art¨ªculos que escrib¨ª hace un a?o por estas fechas, que desaparecieron ahogados por los ruidos de la precampa?a electoral.
Dec¨ªa entonces que el ¨²nico proyecto claro de este Gobierno era el control del poder econ¨®mico, financiero y medi¨¢tico por una nueva oligarqu¨ªa a su servicio. Las privatizaciones de las empresas p¨²blicas, presentadas como proceso de liberalizaci¨®n de la econom¨ªa, han servido para este proyecto, cuyo ¨²ltimo paso, por ahora, es la fusi¨®n de Endesa e Iberdrola.
Como est¨¢n empezando a aflorar algunos problemas de envergadura, los ciudadanos comienzan a ver el verdadero rostro del poder, su incapacidad para responder, la irresponsabilidad a la que se llaman ante cada desaf¨ªo o contratiempo.
Desde la incre¨ªble broma del se?or Aznar L¨®pez sobre el submarino nuclear brit¨¢nico en aguas pr¨®ximas a la colonia de Gibraltar, y afectando a cientos de miles de ciudadanos espa?oles, seguida de declaraciones contradictorias y grotescas, hasta el espect¨¢culo ministerial de las vacas locas, pasando por 'el paseo militar' sobre los aragoneses en el Plan Hidrol¨®gico, o la irresponsabilidad de cargar sobre los militares la informaci¨®n sobre los proyectiles con uranio empobrecido en Kosovo, no hay para d¨®nde mirar que no veamos desinformaci¨®n, falta de coordinaci¨®n, arrogancia autoritaria y, sobre todo, mediocridad.
No existe ya ni el alivio de una bonanza econ¨®mica (sobrevenida al Gobierno), a la vista del descontrol de la inflaci¨®n y la p¨¦rdida constante de productividad por persona ocupada, parad¨®jicamente acompa?ada de menor poder adquisitivo de los salarios.
?No cabe ya preguntarse si esta falsa liberalizaci¨®n de la econom¨ªa no ha sido m¨¢s que una gigantesca operaci¨®n de imagen, facilitada por el abrumador control de los medios de comunicaci¨®n escritos y audiovisuales?
Si se hubiera liberalizado para ganar competitividad, como reitera constantemente el Gobierno, Francia, nuestro principal socio comercial, no estar¨ªa aumentando su ventaja en la balanza comercial hasta explicar su super¨¢vit con el resto del mundo s¨®lo por el que tiene con nuestro pa¨ªs. Y cito a Francia porque, a juicio de los gobernantes espa?oles, es el ejemplo contrario, en la Uni¨®n Europea, de ese supuesto modelo liberalizador. ?Qu¨¦ pasar¨¢ cuando liberalicen?
Como estoy a favor de una econom¨ªa abierta, trato de mostrar que una liberalizaci¨®n de verdad, con mayor competencia, mayores opciones para los usuarios y consumidores, mejora de la competitividad por persona ocupada, es lo contrario de lo que est¨¢ ocurriendo y, a mi juicio, lo contrario del prop¨®sito de este Gobierno. Lo que est¨¢n haciendo es repartir entre sus amigos, o gente de su confianza, el control de la mitad de la econom¨ªa espa?ola y el 70% del mercado de valores. Y m¨¢s all¨¢ de los suculentos pelotazos de los que denunciaban la econom¨ªa del pelotazo, las consecuencias para Espa?a empiezan a sentirse y se agravar¨¢n con el cambio de ciclo.
Sin esta clave, cuesta trabajo comprender que el mismo tribunal que se opuso a la fusi¨®n entre Uni¨®n Fenosa e Hidrocant¨¢brico hace pocos meses, hoy vea bien la fusi¨®n de Endesa e Iberdrola, que supone una concentraci¨®n y un control de mercado mucho mayor que la anterior. A¨²n m¨¢s trabajo cuesta entender la situaci¨®n de Repsol, sacado de la operaci¨®n a pesar de haber ofrecido a los accionistas un precio mucho mayor que Endesa y seguramente mejores condiciones para el mercado.
Y si no beneficia a los accionistas, olvidados por los responsables de la operaci¨®n a la hora de defender sus ahorros, habr¨ªa que pensar que el Gobierno ha forzado las cosas para beneficiar a los consumidores, siguiendo su peculiar interpretaci¨®n de los 'intereses generales'. Pero tampoco beneficia a usuarios que pagar¨¢n las subvenciones a las el¨¦ctricas -si quiere Bruselas- y tendr¨¢n m¨¢s monopolio de oferta que el que ten¨ªan, despu¨¦s de que Endesa se fuera comiendo a Sevillana, Fecsa y se trague ahora a Iberdrola.
?A qui¨¦n beneficia entonces? Llueve sobre mojado. No esperen respuesta del Gobierno, sino m¨¢s de lo mismo. Como en Espa?a privatizar no es liberalizar, sino lo contrario, no est¨¢ de m¨¢s advertir a la opini¨®n de la gravedad del camino recorrido en esta operaci¨®n estrat¨¦gica del Gobierno. No hay un solo pa¨ªs desarrollado y democr¨¢tico comparable a Espa?a en concentraci¨®n de poder, control de mercado e interferencias pol¨ªticas acompa?ando al proceso de privatizaciones y de fusiones. Hagan la prueba y lo comprobar¨¢n.
Desgraciadamente, esta realidad de la que no se informa a los ciudadanos (como una de las consecuencias del control de medios de comunicaci¨®n resultante del mismo oligopolio), tiene un nivel de irreversibilidad muy alto. Naturalmente, no hablo de revertir el proceso de privatizaciones, aunque insisto en la necesidad de conocerlo en sus m¨¢s escabrosos detalles, sino de la necesidad de aumentar la competencia, liberalizando de verdad. Nos va en ello una econom¨ªa m¨¢s sana y preparada para la globalizaci¨®n, m¨¢s respetuosa con los usuarios y consumidores y un pa¨ªs que no pierda libertades, como temo que est¨¢ ocurriendo a gran velocidad.
Les dec¨ªa hace un a?o que de las once empresas privatizadas durante la legislatura del 96 al 2000, diez estaban presididas por personas designadas por el Gobierno. Un a?o despu¨¦s la situaci¨®n sigue igual, pero agrav¨¢ndose, a pesar de la expulsi¨®n a botellazos del compa?ero de pupitre por el compa?ero de p¨¢del. Estos designados, a los que respeto como personas (hace un a?o se ofendi¨® alguno por lo que digo), vienen de la econom¨ªa financiera, y no han tenido nada que ver con la creaci¨®n y desarrollo de las empresas que hoy est¨¢n en sus manos.
Pero controlar esas diez empresas, por muy importantes que fueran, oblig¨¢ndolas a copar medios de comunicaci¨®n no era suficiente para crear ese oligopolio de oferta al servicio del poder pol¨ªtico que pretende el se?or Aznar. Porque en Espa?a, la carencia de grandes empresas con autonom¨ªa se ha suplido con una participaci¨®n decisiva de la banca, y si ¨¦sta no se controla, es in¨²til colocar a gente de confianza en las empresas privatizadas. Capitalismo renano o capitalismo de compadrazgo a la japonesa, veinte a?os despu¨¦s de la crisis bancaria, arrastrada por la crisis industrial, el control de la banca -tambi¨¦n concentrada- o, si lo prefieren, su compromiso con las empresas claves del pa¨ªs, es m¨¢s grande que nunca.
Por eso, para seguir el modelo de control oligop¨®lico de Espa?a, hay que quedarse una parte sustancial del poder financiero. La fusi¨®n del BBV y Argentaria se hace con ese prop¨®sito.
Hace un a?o por estas fechas, las 11 empresas que se privatizaron supon¨ªan el 60% del valor de capitalizaci¨®n del Ibex 35. Si a
Felipe Gonz¨¢lez es ex presidente del Gobierno espa?ol.
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