Legionella en Alcoy, una epidemia anunciada
Los autores acusan al PP de descapitalizar el sector de la salud p¨²blica y exigen su profesionalizaci¨®n
La epidemia de legionelosis en Alcoy ha venido a poner en evidencia una de las grandes deficiencias de nuestro sistema sanitario, el abandono en el que se encuentra la salud p¨²blica.
El franquismo acab¨® con una tradici¨®n salubrista que hab¨ªa alcanzado un gran desarrollo en el primer tercio del siglo XX. Sin embargo, perduraron como reliquias del pasado unos cuerpos profesionales de m¨¦dicos de sanidad nacional y de epidemi¨®logos del Estado, as¨ª como una red de m¨¦dicos, de veterinarios y farmac¨¦uticos titulares, que manten¨ªan, con escasos medios, un trabajo profesionalizado en lo que hac¨ªa referencia a la salud p¨²blica, y los m¨¢ximos responsables en esta materia eran estos profesionales.
Con la democracia y los gobiernos socialistas se inici¨® un proceso de revitalizaci¨®n de la salud p¨²blica, que en nuestra Comunidad se concret¨® en la ampliaci¨®n de los puestos de trabajo en la Administraci¨®n auton¨®mica, en la creaci¨®n de una escuela de Salud P¨²blica (IVESP) donde formarse y en la creaci¨®n de centros de salud p¨²blica a nivel de ¨¢rea sanitaria.
Y as¨ª lleg¨® el PP al gobierno de la Generalitat Valenciana y se encontr¨® con unos centros de salud comunitaria o de salud p¨²blica, en los que trabajaban epidemi¨®logos, medioambientalistas, higienistas de los alimentos, expertos en salud laboral y en promoci¨®n de la salud y con laboratorios de salud p¨²blica relativamente bien dotados.
Pero, da la impresi¨®n de que el PP nunca ha entendido como necesarios estos servicios; que los problemas de salud de la poblaci¨®n son planteados como problemas individuales cuya respuesta es m¨¦dica, y de ah¨ª que la asistencia hospitalaria, que siempre ha sido la que ha concentrado mayores recursos econ¨®micos, humanos y organizativos, se ha convertido en la ¨²nica preocupaci¨®n de nuestros gobernantes, sin que esto suponga la soluci¨®n de los problemas de la misma. Y esta impresi¨®n se basa en la segregaci¨®n de la sanidad ambiental a otra consejer¨ªa, la congelaci¨®n de la plantilla de epidemi¨®logos, la falta de directrices en higiene de los alimentos, la degradaci¨®n de las tareas de inspecci¨®n que antes hac¨ªan los m¨¦dicos titulares, y lo m¨¢s preocupante, que a nivel organizativo, la mayor parte de los m¨¢ximos responsables t¨¦cnicos de la salud p¨²blica han dejado de ser profesionales de la materia y estos puestos han pasado a estar ocupados por correligionarios del PP m¨¢s preocupados de la pol¨ªtica partidista que de la salud de los ciudadanos.
Y en estas estamos cuando se inicia el brote de legionelosis en Alcoy. ?De qu¨¦ base se parte para hacerle frente? En nuestra opini¨®n, los responsables pol¨ªticos desconf¨ªan de los salubristas, de los profesionales de la salud p¨²blica, y no entienden la necesidad de que los epidemi¨®logos, ?esos fisgones!, sean los que dirijan las investigaciones. Y as¨ª, con las manos atadas, el epidemi¨®logo de ¨¢rea no puede atender a todos los problemas, en los servicios centrales no se da prioridad a esta epidemia, se cuenta con un refuerzo del Centro Nacional de Epidemiolog¨ªa, gracias a un programa de formaci¨®n, pero ¨¦ste finaliza en febrero de 1999, y mientras, los casos siguen apareciendo y no hay quien lo remedie. Sorprende que en toda la movida medi¨¢tica sobre la epidemia no se haya o¨ªdo una sola voz de los profesionales de la Administraci¨®n responsables de su estudio y soluci¨®n; que a nivel oficial, s¨®lo hayan hablado los pol¨ªticos y alg¨²n profesional externo a la Consejer¨ªa de Sanidad y que por cierto no era epidemi¨®logo o salubrista. La duraci¨®n de la epidemia y su desarrollo parecen confirmar que se ha confiado en la extinci¨®n natural de la epidemia, tal y como lo propugnaba el valedor t¨¦cnico de la autoridad pol¨ªtica sanitaria. Pero esta concepci¨®n es como volver a la Edad Media.
?Alguien cuestiona que a un enfermo con s¨ªntomas de neumon¨ªa lo debe diagnosticar un m¨¦dico especialista, contando con todos los medios asistenciales necesarios? Nadie. ?Y por qu¨¦ el diagn¨®stico de un brote de legionelosis no lo hacen los epidemi¨®logos que son los que tienen la formaci¨®n adecuada para ello? Recordemos que la Epidemiolog¨ªa es la que estudia la distribuci¨®n y los determinantes de los estados de salud en poblaciones espec¨ªficas.
Cuando se trata de problemas de salud p¨²blica, los pol¨ªticos tampoco pueden sustituir a los profesionales, no pueden desconfiar de ellos, no pueden manipular la informaci¨®n. La confianza de la poblaci¨®n en los profesionales sanitarios sean cl¨ªnicos o salubristas se basa en su credibilidad, y esta credibilidad no es posible sin autonom¨ªa y sin independencia.
La salud p¨²blica est¨¢ descapitalizada. Los poderes pol¨ªticos la han convertido en un reducto molesto de la Administraci¨®n y as¨ª vamos muy mal.
Por el bien de todos debemos exigir al gobierno del PP profesionalizaci¨®n de la salud p¨²blica y m¨¢s recursos humanos y materiales, porque con la salud no se juega.
C. Gonz¨¢lez, J. Mayans y P. Moreno, en nombre del Colectivo Llu¨ªs Alcany¨ªs.
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