La oscura bodega del Priorat

El Priorat est¨¢ en boca de todos ahora, fundamentalmente, por la excepcionalidad de sus vinos y por el milagro econ¨®mico que las bodegas han realizado en una comarca que hasta hace poco era de las m¨¢s deprimidas de Catalu?a. Cinco a?os atr¨¢s, los titulares de los peri¨®dicos se refer¨ªan sobradamente al Priorat, pero para dar cuenta de uno de los mayores esc¨¢ndalos de la Administraci¨®n catalana, surgido en el Consejo Comarcal, que estaba presidido por el convergente Josep Maria Buil. Cinco pol¨ªticos (el ex presidente, dos empresarios, el secretario y el gerente de la entidad) se sientan en el banquillo y se enfrentan a 56 a?os de prisi¨®n acusados de malversaci¨®n de caudales p¨²blicos, estafa y falsedad documental. Xavier Pom¨¦s, consejero de Gobernaci¨®n entonces, y Pere Pujol, hijo del presidente de la Generalitat, figuran como testigos en el proceso.

El esc¨¢ndalo Priorat estall¨® en 1995. Uni¨® Democr¨¤tica (UDC) se hac¨ªa, aun sin desearlo, con la presidencia del Consejo Comarcal tras los acuerdos alcanzados con su socio de coalici¨®n. Desde hac¨ªa a?os corr¨ªa por la comarca el informe Miralves. Manel Miralves, que era alcalde de Mar?¨¤, denunci¨® irregularidades y 'desenfado' en los mecanismos contables de la entidad. Miralves hab¨ªa presentado su dimisi¨®n por ello como tesorero en 1993. Pero el esc¨¢ndalo estall¨® al completo con el nombramiento del alcalde de Ulldemolins, Jaume Figueras (Uni¨®), como presidente del consejo. Su testimonio y el de Marc Escol¨¤, gerente entrante como sustituto de Enric d'Anguera (el fiscal pide para ¨¦l 15 a?os de inhabilitaci¨®n y 13 de prisi¨®n), ser¨¢n de los m¨¢s esperados.

Caminos fantasma

Escol¨¤ decidi¨® acudir a la fiscal¨ªa tras intentar poner orden en las cuentas del organismo comarcal: empresas que hab¨ªan cobrado sin realizar ninguna tarea, trabajos por los que se desembolsaron facturas dobles, caminos fantasma que constaban como hechos, petici¨®n de subvenciones para proyectos inexistentes...

La auditor¨ªa interna del Consejo Comarcal respecto a los ejercicios de 1993 y 1994 se vio incapacitada para cuantificar el 'agujero contable'. La encargada a la Sindicatura de Cuentas por el Parlament (se tuvo que repetir en dos ocasiones) cifr¨® en 117 los millones no controlados, en una actuaci¨®n muy cr¨ªticada por la filiaci¨®n del s¨ªndico Xavier Vela (CDC). Vela critic¨® tanto la falta de documentaci¨®n como la situaci¨®n del archivo del consejo, atribuibles a los nuevos gestores. ?stos, con Marc Escol¨¤ a la cabeza, recordaron que el entonces secretario de pol¨ªtica municipal de CDC, Antoni Cruells, ten¨ªa documentaci¨®n del consejo.

El PP y CiU consiguieron en el Parlament evitar que el s¨ªndico concretara las posibles responsabilidades de los pol¨ªticos del consejo. La situaci¨®n se agriaba en la comarca. Los pol¨ªticos de CDC, tras la dimisi¨®n de Josep Maria Buil, se pasaron a la oposici¨®n y lucharon para presentar una moci¨®n de censura que fue retrasada todo lo posible por el equipo de Figueras, que tuvo en los miembros de la Federaci¨®n de Independientes de Catalu?a sus principales apoyos. La moci¨®n de censura se present¨® a finales de 1996 y CDC puso su confianza en la alcaldesa de Masroig, Roser Vives. El socialista Salusti¨¤ ?lvarez la sustituy¨® mediada la legislatura.

Joan Borja (PSC), miembro de la comisi¨®n de medio ambiente, as¨ª como Jaume Ferr¨²s y Jaume Vall¨¦s (CDC), acabaron imputados, junto con Buil y Anguera, a quienes el fiscal acusa de connivencia para cometer las irregularidades financieras. Buil debe hacer frente a una petici¨®n de 6 a?os de prisi¨®n y 10 de inhabilitaci¨®n; los gerentes de las empresas Ecol¨®gica -Armand Guti¨¦rrez- y Ieder -Francesc Puertas- se enfrentan a una petici¨®n de 10 a?os de c¨¢rcel, el primero, y 3 a?os y medio, el segundo. En la primera empresa trabaj¨® alguien que comparecer¨¢ como testigo: Pere Pujol.

Borja fue el primero en dimitir como consejero y, despu¨¦s de una gran pol¨¦mica en el partido, los dos convergentes le siguieron. Se enfrentan a cuatro a?os y medio de prisi¨®n y ocho a?os de inhabilitaci¨®n.

Gran parte de los implicados ha dejado de tener presencia p¨²blica, los independientes se han consolidado en la zona y la capital, Falset, no ha vuelto a ser nunca convergente. Pero m¨¢s all¨¢ de las consecuencias judiciales, el esc¨¢ndalo sirvi¨® para reabrir el debate sobre la eficacia de los organismos comarcales y la decisi¨®n del Gobierno aut¨®nomo de poner en marcha un sistema nunca dotado de capacidad ejecutiva.