'En esta universidad hay castas'
Emilio Izquierdo tiene 41 a?os y ha pasado de ser redactor de prensa local a oficial de Correos en la Administraci¨®n de Servicios de la Universidad Polit¨¦cnica. Dirige una gacetilla de 4 p¨¢ginas intitulada L?Opini¨®, editada por el Colectivo Progresista de la UPV. y donde, con una tirada de 8.000 ejemplares, no deja t¨ªtere con cabeza. Para Izquierdo el equipo rectoral que dirige la casa desde hace a?os no es el m¨¢s apropiado y apuesta por la renovaci¨®n. Incluso aventura la idea de que entre las casi 30.000 almas de esa comunidad no se eleva ninguna critica porque hay miedo.
Pregunta. Su bolet¨ªn parece muy cr¨ªtico con el rectorado.
Respuesta. Este bolet¨ªn sale para combatir el miedo que hay aqu¨ª a contar los problemas. Intento hacer aflorar la opini¨®n de profesores y alumnos adem¨¢s de trabajadores para cambiar las cosas.
P. ?Qu¨¦ cosas?
R. Para empezar, la representaci¨®n del alumnado y el PAS (Personal de Administraci¨®n y servicios) en el claustro es m¨ªnima respecto al P.D.I. (Personal Docente e Investigaci¨®n). Como somos unas 700 personas y nunca hay quorum, los acuerdos que se toman son parciales o es muy dificil llegar a ellos. La realidad es que existe un malestar solapado, al lado de aires de grandeza.
P. ?Quiere ser m¨¢s expl¨ªcito?
R. Pongamos la famosa universidad para ¨¢rabes, el MUST que son sus siglas en ingl¨¦s (un proyecto de universidad para la ¨¦lite ¨¢rabe pagado con dinero p¨²blico). Se mont¨® con toda la pompa, vino hasta un jeque para inaugurarla y, ahora sirve para poco. Languidece en su nueva ubicaci¨®n del colegio Mayor Galileo Galilei con pocos arabes que se sepa.
P. Usted afirma que no s¨®lo hay profesores y alumnos sino que hay castas...
R. Si. Los catedr¨¢ticos son los due?os y se?ores de todo. Es notorio el caso de aquel que us¨® un BMW para el traslado de personal y que en gastos de matriculaci¨®n cost¨® un mill¨®n de pesetas. Tu eres un catedr¨¢tico que manda en tu departamento y cuando pides algo siempre te lo dan. En esta universidad hay mucho dinero y Zaplana no ha hecho recorte alguno. No es un secreto que, junto con la Miguel Hern¨¢ndez de Elx son las ni?as bonitas del se?or Zaplana.
P. ? A que le llaman ustedes Villa Moqueta?
R. A las dependencias del Rectorado. Si vas por all¨ª hay esculturas y cuadros de mucha categor¨ªa y, sin embargo, mira aqu¨ª, no tenemos ni lavabos propios. Es una injusticia.
P. ?El equipo rectoral admite la critica?
R. No existe la cr¨ªtica.
P. Concrete uno de los problemas principales de la Polit¨¦cnica
R. La baja calidad de la ense?anza.
P. ?Cu¨¢l es la raz¨®n?
R. Los pata negra, los c¨¢tedros, hacen convenios sin cesar con empresas y organismos que significan dinero y movimiento para la Universidad. Pero como estos se?ores no dan abasto se env¨ªa a dar clase a los profesores contratados, curritos que cobran poco y mal. Los grandes se?ores tienen que hacerse cargo de sus clases, de sus tutor¨ªas y de sus compromisos con la empresa X y en esas circunstancias, o eres un superman o algo tiene que flojear. En consencuencia, lo pagan los alumnos y su formaci¨®n.
P. Seg¨²n usted, ?c¨®mo se puede acabar con eso?
R. Defiendo la limitaci¨®n del mandato del rector, la disminuci¨®n de los miembros del claustro, una Junta de Gobierno m¨¢s operativa, una mayor participaci¨®n del PAS y los alumnos en el claustro y sobre todo, mayor ¨¦tica y seriedad a la hora de realizar promesas electorales.
P. En el n¨²mero cero de su bolet¨ªn alerta sobre la falta de seguridad respecto a los conductos de aire de la Politecnica y el peligro de legionela.
R. En efecto, denunciamos el inexistente mantenimiento de la instalaci¨®n de aire acondicionado y las torres de refrigeraci¨®n, estos sistemas te¨®ricamente 'inteligentes' est¨¢n provocando problemas a los usuarios.
P. ?Y los sindicatos?
R. Aqu¨ª s¨®lo funciona CC OO. La UGT est¨¢ casi anulada por la inercia del sistema.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.