Sevilla exhibe los tesoros wari que salen por primera vez de Per¨²

La cultura wari, sobre la que se asent¨® y creci¨® el poderoso imperio inca, es una gran desconocida, no s¨®lo en Europa, sino tambi¨¦n en el mismo pa¨ªs en el que se desarroll¨®, en Per¨². La muestra Arte precolombino peruano: el imperio wari, que se inaugur¨® ayer en Sevilla en el Centro Cultural El Monte, re¨²ne lo mejor de la cer¨¢mica, orfebrer¨ªa y textiles que se conserva de este pueblo. Los wari habitaron en los Andes centrales -Ayacucho- entre los a?os 600 a 1100 de nuestra era. Es la primera vez que los tesoros de este imperio salen de Per¨².

Las 80 piezas, entre cer¨¢micas, textiles y joyer¨ªa, que se exhibir¨¢n en la capital andaluza hasta el pr¨®ximo 6 de abril, pertenecen al Museo Nacional de Arqueolog¨ªa, Antropolog¨ªa e Historia del Per¨². 'Estas obras no hab¨ªan salido nunca de Per¨² y la mayor¨ªa tampoco est¨¢n expuestas en el Museo Nacional de Arqueolog¨ªa, por lo que se muestran aqu¨ª por primera vez. Son 66 piezas de cer¨¢mica, dos peque?as trompetas de madera y seis objetos de oro y plata; adem¨¢s de los textiles', explic¨® ayer Christian Mes¨ªa Montenegro, subdirector de Investigaciones del Museo Nacional de Arqueolog¨ªa y comisario de la muestra. La exposici¨®n, organizada por la Fundaci¨®n El Monte, ten¨ªa previsto viajar a Israel pero, finalmente, las autoridades peruanas han decidido que s¨®lo se exhibir¨¢ en Sevilla.

Antecesores de los incas

'El gran valor de la cultura wari fue su capacidad organizativa que, en cierto modo, hered¨® el imperio incaico. Sin embargo, la fama de los incas hizo, hasta no hace mucho tiempo, que se les atribuyeran piezas que correspond¨ªan a los wari', asegur¨® el embajador de Per¨², Carlos Pareja R¨ªos. La muestra, dise?ada por el pintor sevillano Jos¨¦ Soto, pretende dar una idea global de la vida de los wari, desde su urbanismo hasta los alimentos sobre los que se basaba su dieta.

'En la exposici¨®n hay dos clases de piezas, unas procedentes de contextos funerarios y otras, de ceremonias rituales', comenta el comisario. Varias de las cer¨¢micas m¨¢s impresionantes de la exposici¨®n, como un ¨¢nfora de 65 cent¨ªmetros de alto por 80 de ancho, se han reconstruido sin que falte ninguno de sus pedazos. 'Estas vasijas se utilizaban en ritos de fertilidad. Hemos comprobado que se fabricaban para estas ceremonias y, una vez realizada la ofrenda, las romp¨ªan y enterraban los pedazos en el mismo sitio de la ofrenda, por eso hemos podido reconstruirlas al completo', afirma el comisario y arqueol¨®go. Otra de las mejores cer¨¢micas de la muestra, una botella que representa a una llama de 75x42 cent¨ªmetros, apareci¨® tambi¨¦n rota y enterrada en un lugar sagrado.

Junto a un c¨¢ntaro antropomorfo, de m¨¢s de un metro de alto por 60 cent¨ªmetros de di¨¢metro, decorado con motivos funerarios, pueden verse algunas piezas de los antecesores de los wari, las culturas nasca y tiwanaku.