Un cocinero
Ram¨®n D¨ªaz, un cocinero contratado por la Comandancia de Marina de San Sebasti¨¢n, ha sido la primera v¨ªctima mortal de ETA en este nuevo siglo. ETA existe en la medida en que mata; tras varios atentados fallidos, ha buscado un objetivo f¨¢cil. Ya que no puede asesinar a un general o a un almirante porque llevan escolta, y ni siquiera a un sargento porque mira cada ma?ana debajo de su coche, arrebata la vida a un cocinero que trabaja para la comandancia: a alguien que, como dijeron ayer sus conocidos, ni remotamente pod¨ªa sospechar que pudiera ser objetivo de los terroristas; a un afiliado a CC OO, definido como jatorra (majo) por los vecinos del barrio, aficionado a la pelota, nacido en Salamanca, pero cuyos hijos se llaman Arkaitz y Aintzane y 'son abertzales'.
El tiempo pasa para todos excepto para ETA. En 1978, cuando comenzaba a extenderse entre los m¨¢s miserables la costumbre de gritar en las manifestaciones 'ETA, m¨¢talos', un comando asesin¨® a un guardia que compraba verduras en el mercado de San Sebasti¨¢n. Poco despu¨¦s este peri¨®dico publicaba un art¨ªculo en clave sarc¨¢stica titulado ETA, m¨¢talos, pero a todos. El texto trataba de llevar al absurdo la l¨®gica que revelaba aquel crimen. Si hab¨ªa asesinado a un guardia civil que compraba lechugas para el cuartel, cualquiera pod¨ªa convertirse en v¨ªctima: el ordenanza de un ministerio, los profesores de la 'universidad vascongada', cualquier inmigrante por mucho que hubiera puesto a sus hijos 'nombres vascos para disimular', e incluso los condenados en el 'proceso de Burgos' que 'chupan del erario parlamentario'.
Lo que hace 20 a?os era un sarcasmo, algo que sonaba inveros¨ªmil, es asumido hoy con naturalidad por miles de personas. Alg¨²n d¨ªa lo negar¨¢n (como los nazis), pero muchas de esas personas participar¨¢n hoy mismo en San Sebasti¨¢n en una manifestaci¨®n convocada por Euskal Herritarrok para decir 'Basta ya a las agresiones sufridas por Euskal Herria', y en particular por 'el euskera, la cultura vasca y la libertad de expresi¨®n'. ?Qu¨¦ clase de guerra es ¨¦sta en la que s¨®lo un bando dispara y encima se presenta como v¨ªctima?
El lehendakari ped¨ªa ayer a ETA que parase y se preguntaba 'qu¨¦ podemos hacer los dem¨¢s'. Cada cual, lo que es de su responsabilidad. ?l, convocar elecciones cuanto antes para acabar con esta situaci¨®n de deterioro institucional que multiplica el efecto desmoralizador que ETA pretende con sus cr¨ªmenes.
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