De una pasi¨®n y una decepci¨®n
La prestigiosa editorial valenciana Pre-Textos cumple 25 a?os con el prop¨®sito de ampliar su difusi¨®n
De la uni¨®n de dos fuerzas aparentemente contrapuestas surgi¨® una editorial en Valencia que 25 a?os despu¨¦s goza de excelente salud. La pasi¨®n por la lectura y la decepci¨®n por la educaci¨®n universitaria llevaron a tres amigos y estudiantes de letras y filosof¨ªa, Manuel Iborra, Manuel Ram¨ªrez y Silvia Pratdesaba, a fundar en 1976 Pre-Textos. No ten¨ªan a¨²n la mayor¨ªa de edad legal -21 a?os- cuando iniciaron los farragosos tr¨¢mites para ver materializado un sue?o con el respaldo familiar. Hoy, Pre-Textos es una de las editoriales m¨¢s prestigiosas del actual panorama de las letras espa?olas por tres motivos principales: la calidad de sus contenidos, el cuidado de sus ediciones y la independencia de su gesti¨®n. La concesi¨®n del Premio Nacional a la Edici¨®n en 1997 es una prueba de ello.
'No somos una editorial elitista. Es absurdo pensar que no queremos llegar a un p¨²blico amplio'
Los tres amigos siguen al frente de la empresa, ubicada en un soleado piso de Valencia. Sin embargo, la empresa no se consolid¨® hasta hace 10 o 12 a?os, en un mercado que castiga hasta la inanici¨®n a quien osa sacar la cabeza fuera de Madrid y Barcelona. Ah¨ª radica uno de los m¨¦ritos de la editorial valenciana que celebrar¨¢ su aniversario con la pr¨®xima publicaci¨®n del libro Veinticinco a?os y un d¨ªa, que reunir¨¢ relatos de colaboradores habituales, como Andr¨¦s Trapiello, Soledad Pu¨¦rtolas o Felipe Ben¨ªtez Reyes.
25 a?os hace que publicaron su primer libro: Materiales para la historia de las ciencias en Espa?a: XVI-XVII, coordinado por Jos¨¦ Manuel L¨®pez Pi?ero. Sin ninguna experiencia previa, empezaron a publicar con prudencia, pero pronto conocieron el amargo sabor de una mala distribuci¨®n, producto de su situaci¨®n perif¨¦rica. Ten¨ªan intenci¨®n de 'recuperar la memoria del exilio', dice Ram¨ªrez. 'Era uno de nuestros mayores est¨ªmulos', apostilla Iborra. Pero las vacas sagradas del exilio no daban cr¨¦dito a una aventura editorial propuesta por unos 'muchachitos'. 'Juan Larrea fue el ¨²nico que confi¨® en nosotros', subrayan ambos editores.
De modo que decidieron enfocar su atenci¨®n hacia las traducciones, con el acierto de abrir la puerta de entrada a algunos pensadores franceses apenas traducidos al castellano. Pre-Textos public¨® a Jacques Derrida, Gilles Deleuze, George Bataille y Jean Baudrillard, entre otros, cuyas obras se convirtieron al poco tiempo en alimento diario de las fotocopiadoras. 'Nos dec¨ªan afrancesados, nosostros que somos de formaci¨®n alemana', ironiza Iborra. Rizoma, de Deleuze y Guattari, se convirti¨® as¨ª en un libro emblem¨¢tico de la editorial, en el buque insignia de esta colecci¨®n de ensayos. Pero no era suficiente en un pa¨ªs con uno de los ¨ªndices de lectura m¨¢s bajos de toda Europa.
Cundi¨® el des¨¢nimo entre los tres amigos, que pensaron incluso en 'tirar la toalla', recuerda Ram¨ªrez. Se dio entonces una feliz coincidencia no ajena al quehacer de los editores. En 1981 se concedi¨® el premio Nobel de literatura al escritor h¨²ngaro de origen sefard¨ª Elias Canetti. Pre-Textos acababa de traducir y publicar su libro Las voces de Marrakesh: impresiones de viaje. 'Sirvi¨® de aut¨¦ntico revulsivo', se?ala Iborra, quien conoci¨® al autor a trav¨¦s de un amigo. El libro fue un ¨¦xito y contin¨²a reedit¨¢ndose.
'Fue muy importante tambi¨¦n conocer a Ram¨®n Gaya', prosigue Ram¨ªrez, porque el pintor y ensayista funcion¨® a modo de puente entre la primera y la segunda generaci¨®n del exilio. Se incluyeron en el cat¨¢logo escritores como Tom¨¢s Segovia, Enrique de Rivas o Mar¨ªa Zambrano, conform¨¢ndose una colecci¨®n que fue pionera en el inter¨¦s editorial por los escritores del exilio.
A un ritmo m¨¢s pausado se ha ido desarrollando la colecci¨®n de narrativa, debido a la gran competencia. Destaca el g¨¦nero memorial¨ªstico en que se encuadra un libro como El gato encerrado, de Andr¨¦s Trapiello. Fue un descubrimiento, al igual que el escritor Juan Bonilla y su obra El que apaga la luz, entre otras.
El criterio de selecci¨®n de las obras es, 'por supuesto, el criterio personal' de los editores, como sucede en otras empresas, pero 'jam¨¢s' desde una posicici¨®n cercana a la soberbia, explica Iborra. 'Hay que romper con el c¨ªrculo vicioso de que somos una editorial elitista. Es absurdo pensar que no queremos llegar a un p¨²blico amplio', a?ade. Ahora bien, asevera, 'nunca' les han interesado 'las modas'.
El editor echa pestes, por ejemplo, de la actual moda de publicar literatura cubana porque, aunque se trata de una de las m¨¢s ricas de Hispanoam¨¦rica, se cuelan todo tipo de 'subproductos'.
Iborra distingue entre editoriales literarias y editoriales industriales, y clasifica a Pre-Textos en el primer grupo, al que tambi¨¦n pertenecer¨ªa, por citar una, Siruela. En el caso de Anagrama -una editorial a la que ha sido comparada Pre-Textos por su independencia- o Alfaguara, se encontrar¨ªan m¨¢s pr¨®ximas al segundo grupo, a pesar de la calidad de muchos de sus autores, a juicio del editor valenciano.
Iborra insiste en que no hay que dejar de denunciar las componendas en los grandes premios literarios. 'Hay que ser ¨¦ticos y tener un c¨®digo deontol¨®gico'. Pre-Textos colabora en varios premios, como el Emilio Prados de M¨¢laga, o el que concede el Gobierno de Cantabria. Tambi¨¦n son cr¨ªticos con la reiterada promoci¨®n estatal de los mismos escritores.
Uno de los retos actuales de la editorial es aumentar su presencia en Hispanoam¨¦rica. Cuentan ya con numerosos autores en su cat¨¢logo numerado correlativamente, sin distinguir entre las colecciones, una forma de manifestar el prop¨®sito interdisciplinar que anida desde sus or¨ªgenes en la editorial. Por eso no les ha sentado nada bien que, a pesar de tener autores directamente homenajeados, el Ministerio de Cultura no invitara a la editorial a la feria mexicana de Guadalajara. Una situaci¨®n a la que no contribuye su radicaci¨®n perif¨¦rica, pese a que Iborra hace a?os que vive a caballo entre Madrid y Valencia.
'El PP es sensible con la editorial de manera nominal, pero no vemos correlato en sus palabras', apunta Iborra, quien a?ade que el Gobierno estatal actual aplica un 'ultraliberalismo de manual', cercenando las compras para las bibliotecas p¨²blicas y las ayudas a la creaci¨®n. De otro lado, valoran el talante dialogante y las iniciativas del director del Libro de la Generalitat, Jos¨¦ Luis Villaca?as, que ha desbloqueado la relaci¨®n con los editores.
Pre-Textos no renuncia a su condici¨®n valenciana y anuncia la pr¨®xima aparici¨®n de una nueva colecci¨®n de poes¨ªa en catal¨¢n (en ediciones biling¨¹es) para la que ya cuentan con consejo un asesor integrado por Joan Margarit, Enric S¨°ria, Joan Mu?oz y Carles Marzal, entre otros.
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