Peligro de vida
'El hombre es lo que come', dec¨ªan Marx y Engels (comentando a Feuerbach, para los eruditos). No se refer¨ªan a la dieta mediterr¨¢nea o al fast food, sino a la cantidad alimenticia. La inteligencia, el tiempo, la salud, el reposo. El poder. Lo recuerdo viendo que llegan al mercado de Madrid gacelas, cocodrilos, cebras, canguros para sustituir a la vaca (la vaca es lo que come; come mal, y es desgraciada). Supongo que en la mesa del hombre grande no aparecer¨¢ este zool¨®gico. A la mesa del rico llega la vaca argentina, uruguaya, norteamericana: tierras de animales psicoanalizados. Aqu¨ª Fraga advierte ya que el cordero y el cerdo tienen otros graves peligros. Es natural: el viejo franquista preside una autonom¨ªa de vacas, y su forma de defenderlas es atacar otras carnes. Cambie usted de fauna que no cambiar¨ªa de encefalopat¨ªa. Otros aut¨®nomos se indignan, porque son de porcino y ovino. Entre todos han definido la idea de que comer es enormemente peligroso. Porque el pescado viene de mares petroleados, y los cereales y quiz¨¢ las legumbres son transg¨¦nicos clandestinos; y las verduras est¨¢n rociadas de insecticidas que terminan pasando al hombre. Mientras miramos los desgraciados sacados como algas humanas de las pateras, pensamos en la desgracia que les aguarda: van a comer como nosotros y se van a poner malos. Quiz¨¢ nuestra bondad innata les aparta de esos peligros y quiere devolverlos al hambre, tan segura y tan tranquila.
Hay que vivir peligrosamente, dec¨ªa Mussolini: tuvo suerte, porque ¨¦l muri¨® fusilado y colgado por los pies. Era una forma de exhortar a un pueblo a la desgracia y al ciudadano a la conquista: cuando empez¨® con pa¨ªses mucho m¨¢s desgraciados, como Abisinia o Espa?a, todo fue bien -excepto en Guadalajara, pobre gente-; parece que ahora en la civilizaci¨®n todo hay que hacerlo peligrosamente. Comer, beber, fumar; salir en autom¨®vil, tener relaciones sexuales. Hay una expansi¨®n del miedo a vivir: como si pudieran decir que la libertad es peligrosa, tener hijos es destructivo y comer es mortal. S¨®lo la muerte nos puede proteger de vivir; y el preservativo es un santo objeto que impide nacer. Qu¨¦ gran tranquilidad: si a nuestros deudos no les estafaran las funerarias, les regatearan las pensiones, se les negara la herencia.
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