El Gobierno usar¨¢ los polvorines del Ej¨¦rcito para almacenar las harinas c¨¢rnicas

Seg¨²n las previsiones del comit¨¦ de crisis creado para coordinar las acciones contra las vacas locas, encabezado por el vicepresidente primero del Gobierno, Mariano Rajoy, la Administraci¨®n central y las comunidades aut¨®nomas tienen que habilitar dep¨®sitos para almacenar las harinas c¨¢rnicas retiradas del circuito de alimentaci¨®n animal y humana hasta que las cementeras est¨¦n en condiciones de utilizarlas como combustible.

Esto no ser¨¢ posible hasta dentro de unos tres meses, el plazo m¨ªnimo para que estas industrias ajusten sus hornos. Mientras tanto, los piensos prohibidos y las harinas resultantes del tratamiento inertizante de los materiales espec¨ªficos de riesgo (MER) y de las miles de vacas incineradas se deben almacenar. Los lugares previstos inicialmente son los dep¨®sitos de las propias f¨¢bricas de harinas, las lonjas del Fondo Espa?ol de Garant¨ªa Agraria (FEGA) y los vertederos controlados por las comunidades aut¨®nomas.

Dicho almacenamiento no es todav¨ªa un problema. El stock de piensos prohibidos -4.000 toneladas cuya adquisici¨®n a las f¨¢bricas de piensos, por 200 millones de pesetas, fue aprobada ayer por el Consejo de Ministros- es asumido por las propias empresas, que disponen de una capacidad de almacenamiento de 4.900 toneladas. El FEGA, sin embargo, s¨®lo cuenta con medios para acoger 15.000 toneladas. Por ello, las aproximadamente 40.000 toneladas mensuales (esta vez no de piensos, sino de harinas c¨¢rnicas) que generan las empresas harineras, seg¨²n c¨¢lculos del portavoz de su patronal (Anagrasa), Clemente Fern¨¢ndez, van a parar a vertederos controlados por las comunidades aut¨®nomas.

Vacas adultas

El problema puede generarse a partir del pr¨®ximo d¨ªa 6, cuando el Ministerio de Agricultura reinicie su plan de intervenci¨®n en el mercado vacuno que prev¨¦ la compra hasta el 1 de julio de 180.000 vacas mayores de 30 meses para su destrucci¨®n (una medida pensada para paliar la bajada del consumo y que servir¨¢ a su vez para sanear la caba?a). En la primera oferta de este tipo, efectuada a mediados del pasado enero, los ganaderos apenas si presentaron dos centenares de animales para su destrucci¨®n. 'Cre¨ªan que la crisis era pasajera', asegura un portavoz de Agricultura. Ahora, con la ca¨ªda del consumo de vacuno y el convencimiento de los ganaderos de que se enfrentan al mayor desastre econ¨®mico que haya atravesado el sector, el Gobierno espera una respuesta masiva.

Esta previsi¨®n ha originado acuerdos con las empresas de Anagrasa para que destruyan las reses y las transformen en harina. Dichos residuos ser¨¢n reutilizados en el futuro como combustible -en el Pa¨ªs Vasco existe una experiencia pionera en este sentido- por las cementeras, cuyo acuerdo con el Gobierno les garantiza un plazo m¨ªnimo de 10 a?os de residuos para que amorticen la inversi¨®n.

El tiempo que tardar¨¢n en ajustar su maquinaria a estas nuevas necesidades, las dudas sobre la capacidad de actuaci¨®n y el incierto volumen de las incautaciones de piensos prohibidos que viene realizando la Guardia Civil justifican que la Administraci¨®n disponga de una amplia red de almacenaje, que tendr¨¢ que asumir tambi¨¦n las aproximadamente 180.000 vacas que Agricultura calcula que morir¨¢n en las explotaciones ganaderas durante 2001, lo que las convierte por ley en materiales de riesgo.

En la Uni¨®n Europea, los Ministerios de Defensa de Francia, Portugal y Reino Unido han habilitado hangares y otro tipo de establecimientos para almacenar sus residuos harineros. Esta experiencia es considerada positiva por el subsecretario de Agricultura, Manuel Lamela, quien asegura que en caso necesario se aplicar¨¢ tambi¨¦n en Espa?a. 'Este tipo de harinas se pueden almacenar sin problemas en instalaciones civiles o militares puesto que, aun procediendo de materiales de riesgo, han sido tratadas a temperaturas de 133 grados y 3 bars de presi¨®n [lo que inactiva el pri¨®n]', asegura.

Fuentes del Ministerio de Defensa comentaron que no han recibido ninguna petici¨®n oficial en este sentido, y a?adieron su disposici¨®n a colaborar si ¨¦sta se produce.

En el Reino Unido, el pa¨ªs con m¨¢s experiencia en la gesti¨®n de la crisis por la encefalopat¨ªa espongiforme bovina (EEB), el Gobierno acord¨® en 1991 enterrar los restos inertizados de vacuno en zonas previamente aprobadas. En 1996, el comit¨¦ asesor de la EEB dictamin¨® que los riesgos de filtraciones o contaminaci¨®n de esta forma de almacenaje eran m¨ªnimos. Dado que la pol¨ªtica oficial es mantenerlo en tierra, hangares del Ej¨¦rcito en desuso y precintados vienen siendo utilizados desde entonces como almacenes provisionales, informa Isabel Ferrer.