Dos no se pelean si 'dos' no quieren

Preguntado sobre qu¨¦ es la nueva econom¨ªa, Artur Mas, flamante consejero jefe del Gobierno catal¨¢n, dijo con aplomo y seguridad que consiste en 'la aplicaci¨®n de las nuevas tecnolog¨ªas en la vieja econom¨ªa'. Por algo ha sido tambi¨¦n consejero de Econom¨ªa. Al alcalde de Barcelona, Joan Clos, le cost¨® una hora rebatirle, pero al final lo hizo. Era el viernes por la noche, en el primer debate televisado en que Mas participaba desde que Jordi Pujol le deleg¨® las funciones ejecutivas de la presidencia de la Generalitat.

'La nueva econom¨ªa no es la vieja con nuevas tecnolog¨ªas', afirm¨® el alcalde. Es, precis¨®, una econom¨ªa en la que lo que crea valor es el conocimiento. Incluye a las nuevas tecnolog¨ªas, por supuesto. Pero es tambi¨¦n un modelo que requiere 'una mentalidad, una nueva actitud' de los empresarios ante la financiaci¨®n de las empresas, en las que el capital ya no es familiar ni nacional, y en la participaci¨®n de los trabajadores.

'Barcelona y Catalu?a necesitan un aeropuerto intercontinental para estar en la nueva econom¨ªa'

Pero eso era ya al final del debate, y no hubo contrarr¨¦plica. El presentador, Manuel Campo, hab¨ªa intentado en repetidas ocasiones convertir el educado turno de intervenciones en pol¨¦mica re?ida. Hubo un momento en que estuvo a punto de lograrlo, pero entonces la cosa se alejaba mucho de la nueva econom¨ªa. Clos insisti¨® una y otra vez en que la nueva econom¨ªa necesita unos determinados entornos sociales, educativos y materiales para desarrollarse. Eso es, dijo, infraestructuras de transporte y telecomunicaciones modernas y suficientes, universidades competitivas.

Como no pod¨ªa ser de otro modo, el alcalde afe¨® a Mas que sus aliados del PP no tengan a Barcelona ni a Catalu?a en las prioridades inversoras del Gobierno de Espa?a. En particular, se?al¨® que para estar en la nueva econom¨ªa, Barcelona y Catalu?a necesitan un aeropuerto intercontinental.

A Mas, como a todos los convergentes, no le gusta que le menten a su aliado. Y entonces atac¨® al alcalde all¨ª donde no les agrada a los socialistas catalanes. En la ¨¦poca de los gobiernos del PSOE se invert¨ªa en Catalu?a todav¨ªa menos que ahora, asegur¨® el aspirante a sucesor de Pujol. Clos le record¨® entonces el apoyo del Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez a los Juegos Ol¨ªmpicos de 1992 y la respuesta de Mas fue sostener que, en aquellos a?os, el Gobierno espa?ol destin¨® a Catalu?a el 10% de sus inversiones en infraestructuras y en cambio ahora est¨¢ destin¨¢ndole el 16%. El AVE se est¨¢ construyendo ahora, subray¨®.

Para justificar la confianza que dijo tener en que Catalu?a responder¨¢ al reto de la nueva econom¨ªa, Mas explic¨® que el Gobierno catal¨¢n tiene, entre otros, los programas Argos e Internet en el Aula para introducir las nuevas tecnolog¨ªas en la escuela p¨²blica. El Departamento de Bienestar Social tiene tambi¨¦n, a?adi¨®, el programa Omnia para crear puntos de acceso a Internet en los barrios donde la gente no tiene ordenadores en casa. El Raval, por ejemplo, cit¨®. A Clos esto debi¨® de parecerle una muestra de autosatisfacci¨®n excesiva y le record¨® que, frente al panorama id¨ªlico que el consejero describ¨ªa, la realidad es que hay muchas escuelas en las que se da clase en barracones. Barracots, los llam¨®.

El conseller en cap consider¨® del todo improcedente el tono despectivo con el que el alcalde se hab¨ªa referido a los barracones. 'Conozco experiencias de Suiza e Israel en las que cient¨ªficos de primera fila trabajan en edificios prefabricados como ¨¦stos', asegur¨® con aire ofendido.