'El mal del banquillo'
El estr¨¦s a causa de la excesiva presi¨®n, padecido entre otros t¨¦cnicos por Luis Aragon¨¦s, pone fin a la carrera de Sacchi
El abandono de Arrigo Sacchi debido al estr¨¦s a los 20 d¨ªas de haber asumido su puesto de entrenador del Parma ha supuesto una conmoci¨®n en el mundo del f¨²tbol italiano. Las tensiones y las presiones que sufren quienes conviven con el deporte superprofesional se han colocado bajo la lupa y han remitido a un problema antiguo que en Espa?a tambi¨¦n ha tenido v¨ªctimas ilustres. Por ejemplo, las depresiones obligaron a Luis Aragon¨¦s a renunciar a tres equipos: el Barcelona, el Betis y el Atl¨¦tico, en este ¨²ltimo caso, en 1991, por una 'crisis f¨®bica', seg¨²n el m¨¦dico del club.
En Italia lo llaman el mal del banquillo. Se trata de una afecci¨®n que puede afectar al coraz¨®n y que ya se ha cobrado varias muertes por infarto, como la del alem¨¢n Henner Weisweiler, ex t¨¦cnico del Barcelona, o la de Jock Stein, ex seleccionador escoc¨¦s, que falleci¨® durante un partido en 1986. Johan Cruyff y Ri-nus Michels tambi¨¦n sufrieron problemas cardiovasculares.
Sacchi, que ya dos a?os atr¨¢s, cuando dej¨® al Atletico, hab¨ªa anunciado su adi¨®s definitivo al papel de entrenador, en su breve declaraci¨®n de despediada del Parma manifest¨®: 'En el ¨²ltimo partido me he sentido mal. Evidentemente, como consecuencia del estr¨¦s y las tensiones acumuladas. Esto, para m¨ª, fue una campanilla de alarma, la progresi¨®n de un hecho similar que me sucedi¨® en Madrid. Ahora puedo decirlo. Fue ¨¦ste el motivo que me convenci¨® de irme a pesar de que vamos en los primeros puestos. Pensaba que dos a?os de inactividad me habr¨ªan recargado como para volver a entrenar. Pero no es as¨ª. Entiendo que dif¨ªcilmente podr¨¦ volver a sentarme en un banquillo'.
Para el profesor Alfredo Cei, psic¨®logo del deporte, 'el mal se agrava cuando el sujeto en cuesti¨®n ha conseguido grandes logros, ya que es muy dif¨ªcil -despu¨¦s de alejarse por un tiempo- poder alcanzar la fuerza psicol¨®gica necesaria para reproducir aquellos grandes resultados'.
Quiz¨¢ Sacchi se sent¨ªa obligado a demostrar que su modelo de f¨²tbol revolucionario de los a?os 90, no hab¨ªa sido superado y esto signific¨® un elemento m¨¢s de presi¨®n. Muchos de sus colegas italianos ofrecieron su interpretaci¨®n personal. El inmutable Dino Zoff, del Lazio, dijo: 'Existe m¨¢s estr¨¦s para los t¨¦cnicos que para los jugadores. Y no hay ant¨ªdotos'. Para Alberto Zaccheroni, del Milan, 'el caso de Arrigo demuestra que un entrenador se da por completo y que el dinero es un asunto secundario'.
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