Familia pol¨ªtica

Estaba yo estudiando para un interesante examen de personalidad a eso de las 4.30 cuando, entre teor¨ªas psicoanal¨ªticas y humanistas, mi querido preconsciente, o lo que demonios fuese, me lanz¨® a la cabeza un horrible pensamiento, s¨ª, de esos que dices: no, no, no, qu¨¦ va, no puede ser, no somos tan... El caso es que de alguna manera me acord¨¦ de los terribles terremotos de El Salvador y de India.

Yo, la verdad sea dicha, con esto de los ex¨¢menes de la universidad no estoy tan al corriente de lo que se dice en los medios de comunicaci¨®n como suelo estarlo normalmente, pero s¨ª lo bastante como para permitirme el lujo de pensar que no se le est¨¢ dando el mismo trato a la cat¨¢strofe sucedida en India como a la de El Salvador, ambas con consecuencias desastrosas (la sola p¨¦rdida de una sola vida humana es ya un desastre).

Lo digo porque estos d¨ªas no he parado de o¨ªr: 'Ayuda para El Salvador', 'Colabora con nuestros hermanos de El Salvador', 'Cien pesetas de su compra ir¨¢n a parar a El Salvador'..., mientras que de India s¨®lo nos llegan im¨¢genes y testimonios de jesuitas relatando c¨®mo fue el suceso y lo mucho que ha perdido la gente de all¨ª. ?Qu¨¦ pasa, que tenemos que hablar una misma lengua para ayudarnos, que tiene que ser nuestro hermano para que ayudemos? ?Y qu¨¦ hay de la globalizaci¨®n? Globalicemos la ayuda tambi¨¦n.-