'La m¨¦dula de la corrupci¨®n fue el tr¨¢fico de armas'
'Mira, mira, ¨¦se es Mantilla. Ah¨ª le est¨¢ dando la plata. Qu¨¦ impresionante'. La entrevista con el ministro se corta en seco porque la televisi¨®n difunde las im¨¢genes del ¨²ltimo v¨ªdeo de la corrupci¨®n peruana, en el que Vladimiro Montesinos, el ex asesor presidencial, soborna con 30.000 d¨®lares (algo m¨¢s de cinco millones de pesetas) a un conocido pol¨ªtico. La escena transcurre en el despacho del ministro de Justicia de Per¨², Diego Garc¨ªa Say¨¢n, el lunes por la tarde y a la misma hora en que se difunde el esc¨¢ndalo. Abogado, director durante muchos a?os de la Comisi¨®n Andina de Juristas, Garc¨ªa Say¨¢n, de 50 a?os, ocupa la cartera m¨¢s caliente del Gobierno provisional peruano, desde la que encabeza la lucha frontal para sanear el Estado y especialmente el poder judicial, que el Gobierno de Alberto Fujimori y Montesinos convirti¨® en un nido de corrupci¨®n.
Pregunta. ?En qu¨¦ ¨¢reas ha encontrado el Gobierno transitorio las mayores violaciones de la ley cometidas por el anterior r¨¦gimen?
Respuesta. Creo que la m¨¦dula del proceso de corrupci¨®n durante el anterior Gobierno [de Fujimori] estuvo en el tr¨¢fico de armas, o m¨¢s propiamente en las adquisiciones de armas sobrevaluadas. Ah¨ª hemos encontrado, por ejemplo, m¨²ltiples decretos de urgencia jam¨¢s publicados en donde se hac¨ªan transferencias de cientos de millones de d¨®lares al Ministerio de Defensa para fines abstractos y ambiguos como, por ejemplo, la compra de tractores de origen chino. Estamos hablando del equivalente al 25% o 30% de las exportaciones de un a?o.
P. Si el poder judicial ha estado ampliamente contaminado por la corrupci¨®n, ?por qu¨¦ los peruanos tienen que confiar ahora en los jueces que llevan adelante la investigaci¨®n?
R. Creo que es justo reconocer que ha habido cambios importantes en la cabeza de los ¨®rganos judiciales. Pero, al mismo tiempo, la composici¨®n de la maquinaria judicial es la misma. Hay que mantenerse vigilantes, porque detr¨¢s de ciertas actitudes pueden esconderse otras intenciones. Tenemos por primera vez en muchos a?os a un presidente de la Corte Suprema que entra con un esp¨ªritu distinto y renovador, donde uno de sus lemas principales en el discurso de toma de posesi¨®n el 2 de enero fue 'nunca m¨¢s, nunca m¨¢s se repetir¨¢'.
P. Llama la atenci¨®n el hecho de que han pasado tres meses desde los primeros v¨ªdeos confiscados y hasta ahora no empiezan a ser vistos por los jueces. Esto da pie a numerosas cr¨ªticas, que hablan de utilizaci¨®n pol¨ªtica de los llamados vladiv¨ªdeos.
R. Es una suspicacia explicable, y m¨¢s en un pa¨ªs donde los jueces est¨¢n acostumbrados a bailar el ritmo que les toque el Gobierno. Ya no hay un servicio de inteligencia nacional que les redacte las sentencias, como hac¨ªa antes, a un n¨²mero seleccionado de jueces y fiscales, que eran los capitostes de la estructura montesinista en el aparato judicial y del Ministerio p¨²blico.
P. ?Cree usted que Fujimori y Montesinos se llevaron los v¨ªdeos m¨¢s comprometedores?
R. Es muy probable. Lo que parece cierto es que los v¨ªdeos que ahora son materia de investigaci¨®n son s¨®lo una parte de los que ten¨ªa Montesinos. Curiosamente, en ninguno de ellos aparece Fujimori ni ninguno de sus principales allegados.
P. ?Qu¨¦ est¨¢ haciendo el Gobierno para localizar y capturar a Montesinos?
R. Se ha pedido la colaboraci¨®n de algunas agencias policiales de pa¨ªses amigos, como el FBI. Hasta ahora, los resultados son bastante tenues. Es de sospechar que alguien con los recursos, los contactos y las redes de Montesinos puede tener protecci¨®n en diferentes pa¨ªses.
P. ?Qu¨¦ sospechas tienen sobre el paradero de Montesinos?
R. Venezuela es una de las hip¨®tesis. Hay que ser muy cautelosos, porque no hay evidencias.
P. ?Cree usted que la CIA est¨¢ protegiendo a Montesinos?
R. Las cosas no son tan simples. Hay que distinguir la relaci¨®n sistem¨¢tica de un sector de la CIA que trabaj¨® con Montesinos, como es sabido, en los temas de subversi¨®n y narcotr¨¢fico. [Pero] de ah¨ª no puede deducirse que, si la CIA bajara el dedo, Montesinos ser¨ªa capturado inmediatamente.
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