La fecha electoral enfrenta a Gobierno y oposici¨®n en Italia

Las espadas est¨¢n en alto y m¨¢s afiladas que nunca entre el Olivo y la Casa de las Libertades (Polo m¨¢s Liga Norte), en v¨ªsperas de las elecciones legislativas. Dos son las razones del enfrentamiento que ha obligado al presidente de la Rep¨²blica Carlo Azeglio Ciampi a intervenir como mediador. Una es la necesidad de aprobar la ley reguladora del conflicto de intereses, que afecta sobre todo al l¨ªder de la oposici¨®n, el magnate Silvio Berlusconi. La otra, aparentemente banal, la elecci¨®n de la fecha de las elecciones, que ha hecho saltar chispas entre el l¨ªder del Olivo, Francesco Rutelli, partidario de ir a votar el 6 de mayo, y Berlusconi, que prefiere el 22 de abril o el 13 de mayo. La fecha para acudir a las urnas la decide el Gobierno, pero no puede hacerlo hasta que el jefe del Estado no disuelve las C¨¢maras.

Las fechas parecen inofensivas, pero est¨¢n cargadas de importancia. Votar el 13 de mayo equivaldr¨ªa a consumir pr¨¢cticamente la legislatura y excluir¨ªa a Rutelli como candidato del centro-izquierda porque, con la legislaci¨®n italiana en la mano, no podr¨ªa ser elegido diputado ya que no han pasado a¨²n seis meses desde su dimisi¨®n como alcalde de Roma. Este obst¨¢culo no se presentar¨ªa, en cambio, si Ciampi disolviera anticipadamente las C¨¢maras, porque en este caso no rige la prohibici¨®n.

Debate parlamentario

Ese detalle convierte el 22 de abril -d¨ªa preferido por la oposici¨®n- en una fecha aceptable por todo el mundo. Salvo que, en ese caso, el Parlamento tendr¨ªa que ser disuelto antes del 7 de marzo. Imposible, clama Rutelli, el Parlamento tiene todav¨ªa mucho trabajo pendiente. Por ejemplo, la famosa ley que fija las condiciones para que un pol¨ªtico-empresario como Berlusconi pueda llegar a la presidencia del Gobierno sin que salten las alarmas democr¨¢ticas.

Existe un texto legal ya aprobado por la C¨¢mara de Diputados hace tres a?os que espera el voto del Senado, donde est¨¢ sufriendo modificaciones en sentido restrictivo. 'La oposici¨®n ha votado a favor de esa ley', ha declarado Berlusconi, 'es el centro-izquierda el que prefiere dejarla empantanada para poder chantajearme constantemente con el tema'. El l¨ªder del centro-derecha ha advertido, no obstante, que no est¨¢ dispuesto a aceptar unas normas destinadas exclusivamente a castigarle. Berlusconi no considera que ser accionista de un grupo de televisi¨®n como Mediaset pueda impedirle convertirse en el pr¨®ximo primer ministro italiano.

Peri¨®dicamente, sin embargo, los l¨ªderes del centro-izquierda resucitan una cuesti¨®n obvia, ?qu¨¦ pasar¨¢ si Berlusconi vence las elecciones y se concentran en sus manos, como primer ministro, las tres cadenas de la televisi¨®n p¨²blica y las tres privadas que ya controla? El ¨²ltimo en suscitar la cuesti¨®n ha sido el ex primer ministro Massimo d'Alema. 'Est¨¢ claro que Berlusconi es inelegible', ha declarado recientemente, y Rutelli le ha dado la raz¨®n. 'S¨®lo en Tailandia ha ganado las elecciones un magnate con la fuerza de su dinero', ha comentado maliciosamente.

Para calmar la pol¨¦mica ha intervenido el presidente Ciampi, que se ha declarado favorable a que se apruebe la ley antes de que los italianos vayan a votar. En cuanto a la fecha de estas elecciones decisivas, el presidente opina que es absurdo especular, mientras las C¨¢maras siguen trabajando. 'Cuando se disuelvan, si es que se disuelven, se podr¨¢ decidir'.