Los indultos de Clinton
En uso de las prerrogativas presidenciales que le otorga la Constituci¨®n, Bill Clinton firm¨® en las ¨²ltimas horas de su mandato una serie de indultos que han levantado una polvareda pol¨ªtica. Estaba en su derecho, pero deb¨ªa haber dado explicaciones pol¨ªticas, y precisamente por no darlas es por lo que ahora las decisiones se vuelven en su contra. Literalmente con nocturnidad, en su ¨²ltima noche en la Casa Blanca, y en muchos casos contra el consejo de sus asesores jur¨ªdicos y del Departamento de Justicia, Clinton firm¨® 140 indultos y 36 conmutaciones de penas.
Entre los beneficiados por la gracia presidencial est¨¢n personas vinculadas o condenadas por el caso Whitewater, que ha perseguido a Clinton durante sus mandatos, o relaciones de su Arkansas de origen. El indulto que m¨¢s ruido ha hecho es el concedido a Marc Rich, huido de la justicia desde 1983, acusado de delito fiscal, conocido por sus importantes donaciones (y las de su esposa) al Partido Dem¨®crata, y por el que tambi¨¦n se ha intercedido desde Espa?a.
Estos perdones, adem¨¢s de los muebles, enseres y regalos que los Clinton se han llevado indebidamente de la Casa Blanca, han salpicado la imagen del ex presidente. Ahora, el Comit¨¦ de Reforma del Gobierno de la C¨¢mara de Representantes, dominada por los republicanos -y pr¨®ximamente el Senado-, ha abierto una investigaci¨®n pol¨ªtica sobre estos indultos, donde, a trav¨¦s de testimonios directos o copias de correos electr¨®nicos, est¨¢n saliendo a la luz muchos trapos sucios, sin ning¨²n efecto pr¨¢ctico, salvo que aparezcan nuevos delitos, pues el perd¨®n presidencial no tiene vuelta atr¨¢s. Tampoco cabe olvidar otros escandalosos perdones en el pasado, como el de Ford a Nixon por el caso Watergate, o los de Bush, padre, a varios altos cargos, incluido el entonces secretario de Defensa, Caspar Weinberger, por su relaci¨®n con el caso Ir¨¢n-Contra, de venta ilegal de armas, indultos en su d¨ªa criticados por el entonces presidente electo, Bill Clinton, contrario a que 'si alguien trabaja para el Estado est¨¦ por encima de la ley'.
En EE UU, un Estado en el que el derecho de gracia presidencial es ilimitado, el Congreso investiga los porqu¨¦s de las decisiones de Clinton. Todo un contraste con Espa?a, donde esta prerrogativa s¨ª est¨¢ reglada, pero el Gobierno se enfrenta al Supremo para negarle el derecho a aplicarlo en t¨¦rminos legales y se resiste a explicar, por ejemplo, por qu¨¦ ese empe?o en indultar a un ex juez, G¨®mez de Lia?o, condenado por prevaricaci¨®n. ?Se podr¨ªa aspirar aqu¨ª a que el Congreso abra una investigaci¨®n pol¨ªtica al respecto? La mayor¨ªa absoluta del PP lo impedir¨ªa. Sin embargo, la salud democr¨¢tica lo reclama.
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