El Deportivo se viste de fiesta

Javier Irureta engalan¨® a la orquesta con ropas de seda, y la sinfon¨ªa del tiquitiqui son¨® en Riazor durante toda la noche para alegr¨ªa de un p¨²blico resignado normalmente a sonidos m¨¢s agrestes. Las bajas de Emerson y Makaay animaron a Irureta a reunir en el mismo equipo a Fran, Valer¨®n, Djalminha y Diego Trist¨¢n, gentes acostumbradas a tratar la pelota con el mimo que merece. Y el bal¨®n se pas¨® la noche entre caricias: primero una pared por aqu¨ª, luego un elegante cambio de juego por all¨¢, tuya m¨ªa, ti-qui, ti-qui y gol. Porque la repentina pasi¨®n por el toque no afect¨® a la ya proverbial contundencia del Deportivo, que dej¨® el asunto resuelto en el primer acto y, gracias al resultado de San Mam¨¦s, logra colocarse a tiro de piedra del Madrid. De la Real Sociedad pocas noticias hubo. El conjunto de Toshack -quien, en su regreso a Riazor, se top¨® con un recibimiento poco amistoso- acab¨® el partido con tort¨ªcolis: se pas¨® la noche como un espectador de tenis, contemplando el trasiego de la pelota sin saber qu¨¦ hacer.

La capacidad goleadora del Deportivo es inagotable. Todo el mundo andaba preocupado con la lesi¨®n de Makaay, el tipo que en las ¨²ltimas jornadas enchufaba cualquier cosa. Pero el choque no dio motivos para a?orar al holand¨¦s, porque all¨ª estaba Diego Trist¨¢n, rabioso tras una temporada en el banquillo, con la misma calidad de siempre y m¨¢s inter¨¦s que nunca por conectarse al juego del equipo. Con ¨¦l tambi¨¦n regres¨® Valer¨®n, quien al poco del inicio meti¨® un excelente pase al interior del ¨¢rea que Trist¨¢n resolvi¨® sin apenas ¨¢ngulo de tiro. La sociedad entre Valer¨®n y Trist¨¢n apenas se ha prodigado esta temporada, pero cada vez que las circunstancias les han permitido reunirse los resultados han sido demoledores. Trist¨¢n acab¨® el partido con tres golitos -por segunda vez en esta Liga- y dos de ellos se los debe a la gentileza de Valer¨®n.

La Real llegaba a Riazor con un plan que se le qued¨® chafado prematuramente, tras el gol inicial de Trist¨¢n, y a partir de entonces ya no supo qu¨¦ hacer. El peor peligro para el Deportivo cuando marca muy pronto es que suele darse a la vagancia, como le ocurri¨® hace una semana ante el Racing. Pero anoche hab¨ªa gente con muchas ganas de jugar al f¨²tbol, de juntarse y entablar di¨¢logo con un bal¨®n de por medio. De la fiesta disfrut¨® todo el mundo, hasta los que, como Scaloni, suelen reservarse para empresas menos delicadas. La primera parte fue un constante rondo del Deportivo, que adem¨¢s de hilvanar su f¨²tbol con esmero peg¨® con la misma punter¨ªa de siempre: el segundo remate a puerta, una falta lanzada por Donato, tambi¨¦n termin¨® en gol. Fue, adem¨¢s, un momento muy emotivo, porque el p¨²blico se postr¨® ante su viejo h¨¦roe, que, con 37 a?os, sigue ejerciendo de profesor em¨¦rito. Emociones, goles, f¨²tbol bien delineado... No debe de ser tan malo el tiquitiqui este.