Los cient¨ªficos piden a la industria privada que no comercie con el genoma

La divisi¨®n fue ayer la t¨®nica en la presentaci¨®n de los dos borradores del genoma humano, uno elaborado por un consorcio p¨²blico e internacional de cient¨ªficos, y otro, por la empresa norteamericana privada Celera Genomics. La enorme importancia que tiene para la humanidad que los cient¨ªficos hayan logrado saber con qu¨¦ palabras est¨¢ escrito el libro de la vida no impidi¨® que investigadores del consorcio p¨²blico reclamaran en Washington, Londres, Berl¨ªn, Par¨ªs y Tokio que no se comercie con el genoma humano y expresaran fuertes cr¨ªticas contra Celera.

'El genoma no est¨¢ en venta', proclam¨® John Sulston, coordinador del equipo brit¨¢nico. 'Ser¨ªa criminal dejar esta investigaci¨®n en manos privadas', agreg¨®. El franc¨¦s Jean Weissenbach atac¨® a la empresa norteamericana por otro flanco: 'Su t¨¦cnica no ha funcionado y no permite un estudio exhaustivo del genoma humano, pero Celera se niega a reconocerlo'. Frente a estas acusaciones, el presidente de Celera Genomics, Craig Venter, declar¨® ayer a EL PA?S: 'La base de nuestro negocio no est¨¢ en mantener secretos los datos que logramos, sino en construir las herramientas que permiten el an¨¢lisis de esa informaci¨®n'.

Pese a que el enfrentamiento ha sido constante desde que Celera se lanz¨® en 1998 a la secuenciaci¨®n del genoma humano con fines comerciales, lo cierto es que la carrera entre esta empresa y el consorcio p¨²blico ha adelantado en casi cinco a?os el final del trabajo. La pol¨¦mica tampoco puede ocultar la enorme importancia del logro cient¨ªfico. El ser humano sabe al fin que sus c¨¦lulas tienen unos 30.000 genes, poco m¨¢s del doble que la mosca. Una vez identificados, las posibilidades m¨¦dicas que se abren son enormes.