La Comisi¨®n Europea hiere el orgullo soberano de Irlanda
El 'tigre celta' se rebela contra la intromisi¨®n de Bruselas en su pol¨ªtica presupuestaria y fiscal
Irlanda pas¨® ayer, de un solo golpe, de ser uno de los miembros m¨¢s entusiastas de la uni¨®n monetaria a ser uno de los m¨¢s cr¨ªticos de la Comisi¨®n Europea. La recomendaci¨®n que el lunes le hizo el Ecofin (ministros de Econom¨ªa y Finanzas de los Quince) al Gobierno de Dubl¨ªn, de que rectifique su presupuesto nacional, ha herido el orgullo soberano irland¨¦s.
'Ha sido una muy mala jugada la de Bruselas', comenta Antoin Murphy, profesor de Econom¨ªa del Trinity College de Dubl¨ªn. 'No se ha dado cuenta de que al censurar a Irlanda en su pol¨ªtica econ¨®mica no s¨®lo se ha granjeado el malestar irland¨¦s, sino tambi¨¦n ha alimentado el escepticismo de los brit¨¢nicos con respecto a la moneda ¨²nica, pues ellos lo ven como un pa¨ªs que se une al euro no s¨®lo pierde el poder sobre su pol¨ªtica monetaria, sino tambi¨¦n sobre la presupuestaria y la fiscal'.
La Comisi¨®n Europea cuestion¨® la pol¨ªtica presupuestaria irlandesa, un hecho in¨¦dito, debido a que teme que las medidas que Irlanda tiene pensado tomar desemboquen en un recalentamiento de la econom¨ªa de la isla y que el control de la inflaci¨®n se le escape de las manos al ministro Charlie McCreevy.
Irlanda es un caso muy especial dentro de la UE. En los ¨²ltimos siete a?os, el pa¨ªs ha estado creciendo a un ritmo en torno al 8% anual, convirti¨¦ndose en una naci¨®n rica cuando era una de las m¨¢s pobres. La f¨®rmula del ¨¦xito que convirti¨® a Irlanda en el tigre celta es simple: el pa¨ªs se convirti¨® en casi un para¨ªso fiscal atrayendo la inversi¨®n de las grandes multinacionales estadounidenses con bajos impuestos y una gran oferta de mano de obra cualificada.
El milagro
Dell Computer, Hewlett-Packard, Microsoft, Gateway, Johnson & Johnson y las farmac¨¦uticas Novartis, SmithKline Beecham y Pfizer, fabricante de la famosa Viagra, abrieron plantas en Irlanda en los ¨²ltimos cinco a?os. M¨¢s de 500 filiales de las grandes corporaciones estadounidenses se instalaron en territorio irland¨¦s a cambio de pagar s¨®lo una tasa del 10% de impuesto sobre sociedades. El nacimiento del tigre se considera que fue en 1994, pues bien, para 1998, Irlanda hab¨ªa creado m¨¢s empleo en ese ¨²ltimo a?o que en toda la d¨¦cada del setenta. La oferta de empleo y las perspectivas de bienestar repatriaron a infinidad de j¨®venes que hab¨ªan emigrado al Reino Unido, Estados Unidos y a cualquier parte en busca de trabajo. En 1998, el ritmo de crecimiento de la poblaci¨®n irlandesa, hasta alcanzar casi los cuatro millones de habitantes, fue el m¨¢s alto tras el registrado despu¨¦s de la hambruna que devast¨® al pa¨ªs en 1840. El paro, que cuando el tigre naci¨® superaba el 16%, hoy est¨¢ en el 4%.
A?adido a todo esto, Irlanda tiene un super¨¢vit presupuestario de alrededor del 4% y por cuenta corriente de casi 1%. Irlanda fue cum laude en sus notas para calificar en 1997 entre los Once del euro. Eso s¨ª, como todo boom econ¨®mico, el pa¨ªs comenz¨® a experimentar los primeros s¨ªntomas de recalentamiento hace dos a?os, cuando registr¨® la segunda tasa de inflaci¨®n m¨¢s alta de la UE, 2,2%, s¨®lo superada por Portugal. Para 2000, el IPC irland¨¦s ya hab¨ªa alcanzado una media anual del 5,6%, muy por encima del objetivo del 2% del Banco Central Europeo (BCE). Y es este dato, el que m¨¢s le preocupa a Bruselas.
'Lo que la Comisi¨®n no se da cuenta', comenta el profesor Murphy, 'es que la responsabilidad de que nuestra tasa de inflaci¨®n sea alta no es de Dubl¨ªn, sino de Francfort', en referencia a la sede del BCE.
'Los mayores mercados para las exportaciones irlandesas', explica Murphy, 'son Reino Unido (que no est¨¢ en el euro) y EE UU, y si tenemos en cuenta la apreciaci¨®n de la libra esterlina y el d¨®lar respecto al euro, veremos claramente por qu¨¦ se han disparado nuestros precios'. 'De hecho', contin¨²a Murphy, 'ahora que el euro se ha recuperado y el precio del petr¨®leo ha bajado, nuestra inflaci¨®n ha ca¨ªdo en los ¨²ltimos dos meses del 6% al 4%, con una marcada tendencia a la baja', explica.
La oveja descarriada
Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez, analista de Citibank, sostiene que lo que Bruselas ha querido hacer 'es advertir a Irlanda, un pa¨ªs cuya econom¨ªa creci¨® un espectacular 10,7% en 2000, que no puede continuar con su pol¨ªtica presupuestaria y fiscal expansiva porque se sale del plan de convergencia. No puede haber divergencias tan acentuadas entre los miembros de la zona euro'. Otros expertos, que prefirieron mantener el anonimato porque ven en la recomendaci¨®n del Ecofin un asunto m¨¢s pol¨ªtico que econ¨®mico, creen que el aviso para Dubl¨ªn es m¨¢s o menos el siguiente: 'No pueden pretender ser un para¨ªso fiscal para las multinacionales y, adem¨¢s, reducir los impuestos de la gente'. 'Lo que el Ecofin le pide a Irlanda', dicen estos expertos, 'es simplemente que no aumente la cantidad de dinero en manos de los ciudadanos para que ¨¦stos gasten y disparen los ¨ªndices de precios'. Respecto a los incentivos fiscales para las empresas, Irlanda se comprometi¨® en julio de 2000 a eliminarlos gradualmente en un plazo de 10 a?os.
La Administraci¨®n irlandesa no quiso hacer comentarios respecto a esta interpretaci¨®n de los analistas, pero, un funcionario del Gobierno de Dubl¨ªn s¨ª mencion¨® que 'una reducci¨®n de los impuestos puede compensar las exigencias de los sindicatos para que haya un incremento de los salarios y, de este modo, un mejor control de la inflaci¨®n'. Los salarios en Irlanda crecieron un 7,5%, muy por encima del resto de los pa¨ªses europeos. En Espa?a, fue del 2,9% de media en los convenios.
Irlanda no tiene la obligaci¨®n de ajustar su presupuesto a la recomendaci¨®n del Ecofin, pero ser¨¢ dif¨ªcil que no lo haga si quiere mantener las buenas relaciones con sus socios. En ese momento, la unificaci¨®n europea ya habr¨¢ absorbido todos los poderes econ¨®micos de sus miembros.
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