'En cinco a?os, lo que faltar¨¢n son biotecn¨®logos'
Pregunta. Entre las ventajas competitivas de Barcelona, calidad de vida aparte, cada vez se cita m¨¢s la base de profesionales que generan las escuelas de negocios y las universidades...
Respuesta. Hoy, Barcelona y su ¨¢rea de influencia son un lugar de visita obligada para cualquier empresa innovadora que quiera establecer un centro de investigaci¨®n en Europa. La formaci¨®n de la gente no es el elemento m¨¢s importante, pero seguramente, sin este elemento, no estar¨ªamos en el mapa. Hay que potenciarlo.
P. ?C¨®mo?
R. Tenemos d¨¦ficit. Estamos preparando el pa¨ªs para recibir el valor a?adido que estas empresas traen al sistema econ¨®mico y productivo, mediante la formaci¨®n de la gente. Pero no deber¨ªamos estar autosatisfechos. Nuestro papel es tambi¨¦n convertir Catalu?a en un punto de referencia de alguna ¨¢rea de excelencia. Por ejemplo, la arquitectura, en la que Barcelona es un referente mundial. No descarto que en la ciudad haya un centro que aproveche este referente, de manera que japoneses, norteamericanos o finlandeses que quieran seguir un master o curso de posgrado de calidad sobre la materia vengan aqu¨ª. En telecomunicaciones e inform¨¢tica, tenemos la suerte de que la escuela y la facultad conviven f¨ªsicamente cerca. Ello genera un colectivo de 400 personas que trabajan en estas ¨¢reas. Eso no ocurre en muchas otras regiones de Europa. Es importante con vistas a las empresas que se instalan aqu¨ª, como IBM o Nortel.
'La falta de t¨¦cnicos en las empresas es un problema del pasado. Hoy s¨®lo podemos poner parches'
P. Los pol¨ªticos piden a las universidades que colaboren m¨¢s ante el reto de saltar a la sociedad de la informaci¨®n.
R. La imagen que m¨¢s trasciende es que cada universidad va a la suya, pero s¨ª colaboramos. Incluso percibo un escaso sentido de pertenencia a una u otra, fuera de cuando se va a pedir fondos. Hay m¨¢s colaboraci¨®n que competencia. Se coopera, excepto en las decisiones de planificaci¨®n o de reparto de t¨ªtulos. De todos modos, quien nos ha de coordinar es la Administraci¨®n. Si existe una actitud de competencia es porque nos han llevado a ella.
P. Compaq ha instalado aqu¨ª un centro de investigaci¨®n para no perder a dos investigadores de la Polit¨¦cnica que no quer¨ªan quedarse en EE UU. ?Es muy grave el problema de la fuga de cerebros?
R. No hace mucho, un alto directivo me dec¨ªa: 'Antes, mi principal tarea al llegar al despacho era controlar el estado de las ventas. Hoy, es la situaci¨®n de las cuatro o cinco personas imprescindibles que pueden robarme'. En las organizaciones, se toma conciencia de que su valor se lo dan las personas que tienen. Es algo propio de la sociedad del conocimiento, y por supuesto es muy grave el problema de la fuga de cerebros. Es dram¨¢tico para el pa¨ªs, y a¨²n m¨¢s para las universidades. Exportamos m¨¢s cerebros al extranjero de los cerebros de fuera que atraemos. Para que vengan, hay que tener centros de I+D atractivos. Tambi¨¦n habr¨ªa que abordar un cambio de legislaci¨®n para que la Universidad pueda competir. Los alumnos m¨¢s brillantes no tienden a quedarse en la Universidad. La empresa privada les paga m¨¢s. Adem¨¢s, pongamos la UPC, para 1.300 profesores full time hay s¨®lo tres categor¨ªas. ?Qu¨¦ carrera se les puede ofrecer?
P. Las exportaciones tecnol¨®gicas de Catalu?a s¨®lo cubren el 10% de las importaciones. ?Es s¨®lo culpa de las empresas?
R. Es un problema cultural, de mentalidad. Fue aqu¨ª donde se dijo, y no hace tant¨ªsimos a?os, aquello de 'que inventen ellos'. Dram¨¢tico. Vemos el resultado y debemos recuperar el tiempo perdido. Hay que correr. Las empresas que no lo hagan desaparecer¨¢n. Otras instituciones que no parecen jug¨¢rsela tanto, como las universidades, pueden tener su supervivencia asegurada a corto plazo. Pero a la larga, se la juegan igual. Debemos ser capaces de generar y gestionar el cambio cultural.
P. Ya ha sido un cambio de chip crear en la UPC una firma de capital riesgo, Innova 31, para financiar negocios tecnol¨®gicos.
R. La hemos creado en un segmento para el que cre¨ªamos que el mercado no ofrec¨ªa suficientes oportunidades: el del capital semilla, que acompa?a a las empresas en su momento inicial, con cantidades modestas, de menos de 50 millones de pesetas. Muchos estudiantes tienen ya en la cabeza montar un negocio. Alguno fracasar¨¢, pero los que funcionen ayudar¨¢n a cubrir las p¨¦rdidas.
P. La Generalitat cree que este a?o tocar¨¢ techo el boom de profesionales de nuevas tecnolog¨ªas. Pero ahora se necesitan tantos que hay que buscarlos en el resto de Espa?a. ?Qui¨¦n ha fallado m¨¢s en la planificaci¨®n?
R. Los booms son dif¨ªciles de prever. Tambi¨¦n en Estados Unidos o Alemania. Este a?o, el d¨¦ficit est¨¢ en las nuevas tecnolog¨ªas, pero el a?o anterior estuvo, aunque no trascendi¨® en los peri¨®dicos, en la construcci¨®n. La demanda de ingenieros de caminos o de arquitectos subi¨® el 25% en un a?o. Pero ahora ha vuelto a los niveles de 1998. Hay que tener cuidado con resolver los problemas de hoy creando problemas nuevos para el futuro, tan graves como los de ahora. Sin centrarme en el sector de las nuevas tecnolog¨ªas, yo mismo dije en 1995 que si no se establec¨ªan escuelas de ingenier¨ªa en el ¨¢rea de Barcelona, tendr¨ªamos un problema en el a?o 2000. No se ha hecho lo que se pod¨ªa, pero el pa¨ªs tampoco tiene recursos para hacerlo todo de golpe. La Generalitat recibi¨® del Estado las universidades en una situaci¨®n de descapitalizaci¨®n inmensa. La UPC es un caso flagrante. Todo lo que hoy somos estaba por hacer. Cuando se habla de los estudiantes que no han podido entrar, digo que hace tres a?os estaban en esta situaci¨®n tres veces m¨¢s y nadie dec¨ªa nada. El problema de la falta de plazas en el mundo laboral es, para la Universidad, un problema del pasado. Hubi¨¦ramos debido resolverlo hace cinco a?os. Ahora s¨®lo podemos poner parches.
P. ?Qu¨¦ problemas anticipa?
R. Me preocupa que abandonemos ¨¢reas con un futuro extraordinario. Si no nos ocupamos de ellas ahora, cuando de aqu¨ª a cinco a?os falten, ocurrir¨¢ lo mismo que con las telecomunicaciones. Algunas ¨¢reas ni existen. Por ejemplo, los t¨¦cnicos para aplicaciones m¨¦dicas y, sobre todo, la biotecnolog¨ªa. Aqu¨ª hay una experiencia positiva de la Universidad Aut¨®noma, que ha empezado a impartir un t¨ªtulo propio. Hay que actuar para que, dentro de cinco a?os, cuando las necesidades lleguen a las empresas, tengamos gente preparada. No nos dedicamos lo suficiente a ello. Estamos demasiado centrados en un problema que no resolvimos cuando tocaba.
P. ?Se ha resuelto bien la ruptura del monopolio de la UPC en formaci¨®n de telecos reclamada por la UAB y la UPF?
R. Este asunto es demag¨®gico. Monopolio no ha habido nunca. Telecos siempre lo ha impartido, adem¨¢s de nosotros, y muy bien, La Salle. Pero somos una universidad t¨¦cnica y nuestra funci¨®n es formar a t¨¦cnicos. Que haya una cierta especializaci¨®n de las universidades es un valor para el pa¨ªs. No he dicho nunca que otros no puedan entrar en ello. Pero no me parecer¨ªa bien que entrasen y no asumieran que en las ense?anzas t¨¦cnicas hay dos niveles: los t¨¦cnicos y los ingenieros. No estar¨ªa bien que algunos hicieran todo el trabajo y otros s¨®lo la parte que les guste. Hay que hacer lo que toca. Las carencias m¨¢s importantes son las de t¨¦cnicos, y a¨²n mayores, en la Formaci¨®n Profesional.
P. El prop¨®sito de aumentar el peso del I+D del 0,9% al 2% del PIB se repite a menudo, pero no parece materializarse.
R. Estamos m¨¢s o menos igual. Falta m¨¢s I+D del Estado y de las empresas. Pero hay que decir que si, de repente, se pusieran a destinar mucho dinero a este campo, tampoco le sacar¨ªamos partido. No existen suficientes estructuras para gestionar los fondos de manera que se asegure su rendimiento. Respecto a las empresas, yo confiaba mucho en los incentivos fiscales para los proyectos de investigaci¨®n, pero a¨²n no se notan los frutos. No s¨¦ si es cuesti¨®n de tiempo o porque s¨®lo se ha hecho el marco y no se ha desarrollado. En otros pa¨ªses, los incentivos fiscales se han revelado ¨²tiles. Hay que dar un margen de confianza, y tambi¨¦n exigir que el marco se plasme en acciones concretas.
P. ?Cu¨¢les son las principales fuentes de financiaci¨®n de la investigaci¨®n de la UPC?
R. La fuente m¨¢s importante es Bruselas. Por cada peseta que nos llega de Barcelona, nos llegan dos de Madrid y cuatro de Bruselas. Es la l¨®gica correcta, porque la investigaci¨®n cada vez es una actividad m¨¢s sujeta a planificaci¨®n, a grandes planes de desarrollo.
P. ?Cu¨¢ntos fondos recibi¨® la Polit¨¦cnica en el a?o 2000 para poder investigar?
R. Sumando los fondos de todas las administraciones m¨¢s las aportaciones de las empresas con las que hemos firmado convenios, fueron 5.000 millones de pesetas.
P. ?Cu¨¢les son las principales l¨ªneas de investigaci¨®n?
R. Con mucho, la ingenier¨ªa civil, seguida de las telecomunicaciones. En general, la investigaci¨®n en aeron¨¢utica y espacial desempe?an un papel, pero es insuficiente.
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