Vicente le da un punto de oro al Valencia (1-1)
Otro gran encuentro del equipo de C¨²per en Old Trafford ante el Manchester United, al que tute¨® hasta el final
Otro gran partido del Valencia ante el Manchester tuvo su merecido punto en un final ag¨®nico. Una jugada por la izquierda de Vicente hizo justicia en el autogol de Brown. El conjunto de C¨²per pudo as¨ª con su mala fortuna y con otro p¨¦simo encuentro de su delantero Carew. El United fue el magn¨ªfico equipo que se le presupone, pero no superior a los valencianos salvo en el primer cuarto de hora, cuando se desmelen¨® el veloc¨ªsimo Giggs. Despu¨¦s, el Valencia teji¨® y teji¨® un f¨²tbol de calidad al que le falt¨® pegada hasta el final, justo cuando C¨²per junt¨® a los peloteros: Vicente, S¨¢nchez, Aimar, Mendieta... En la segunda parte, y con la entrada de S¨¢nchez, el grupo de C¨²per apret¨® de veras sobre Barthez. Un tanto apabullado por el f¨ªsico ingl¨¦s, Aimar no estuvo a la altura del pasado mi¨¦rcoles en Mestalla, pero dej¨® detalles estupendos. La actuaci¨®n del central Ayala, por cierto, result¨® excelente, apuntal¨® la defensa y desde all¨ª el Valencia tute¨® a los ingleses hasta el final. En el ¨²ltimo instante, primero Baraja con un cabezazo que sac¨® Scholes de la l¨ªnea y despu¨¦s con la jugada de Vicente, el f¨²tbol acudi¨® al rescate del Valencia.
MANCHESTER 1|VALENCIA 1
Manchester: Barthez; G. Neville, Stam, Brown, Silvestre; Beckham, Keane, Scholes, Giggs (Butt, m. 17); Cole y Sheringham (Solskjaer, m. 63). Valencia: Ca?izares; Angloma, Ayala, Pellegrino, Carboni; Angulo (S¨¢nchez, m. 64), Baraja, Mendieta, Kily (Vicente, m. 75); Aimar (Albelda, m. 88) y Carew. Goles: 1-0. M. 11. Cole, tras pase de Giggs. 1-1. M. 87. Brown, en propia puerta. ?rbitro: Krugg. Amonest¨® a Butt, Beckham, Baraja y Carboni. Unos 67.000 espectadores en Old Trafford.
La exhibici¨®n del Manchester durante un cuarto de hora le sirvi¨® para marcharse al descanso con la ventaja en las alforjas. Result¨® un conjunto impresionante justo hasta que Giggs, que fabric¨® el primer gol, se march¨® a la ducha lesionado. Entonces el United baj¨® el pist¨®n y el Valencia sali¨® de la madriguera. Hasta tres cuartos de campo, el equipo de C¨²per manej¨® el cuero con criterio. Iba a morir, sin embargo, a los pies de Carew, que no sab¨ªa c¨®mo zafarse de la rapid¨ªsima defensa inglesa. Entre otras cosas porque el delantero noruego no est¨¢ en la misma onda que Mendieta, Aimar y Kily Gonz¨¢lez, que tratan de entrar a la cocina con el bal¨®n a ras de hierba. Carew, en cambio, est¨¢ a otra cosa, a la de imponer su envergadura como sea. Pero como fuera que enfrente ten¨ªa casi siempre a Stam, que se le equipara en andamiaje, su efectividad fue igual a cero. Tambi¨¦n es cierto que Aimar como segundo delantero pierde perspectiva de juego. Y as¨ª result¨® un dominio infructuoso.
El Valencia sali¨® al campo encogido, impresionado por el ambiente de Old Trafford. Y sin embargo Aimar, con esa pinta de adolescente despistado, se present¨® en territorio ingl¨¦s con un espectacular pase interior de primeras al Kily, que remat¨® alto. La conexi¨®n entre los dos argentinos fue una constante durante toda la noche. El Manchester comenz¨® a toda m¨¢quina y Giggs, como en Mestalla, decidi¨® encarar una y otra vez a Angloma, que las pas¨® canutas en esos minutos iniciales. No por nada, sino porque era pr¨¢cticamente imposible pararlo: a su tremenda velocidad en la conducci¨®n del bal¨®n, Giggs agreg¨® la precisi¨®n en el pase, que ejecut¨® con una limpieza extraordinaria. Tal sucedi¨® en esa el¨¦ctrica pared que ide¨® con Cole y que ¨¦ste ¨²ltimo envi¨® a gol antes de que Ca?izares se diera cuenta de la jugada. Afortunadamente para el Valencia, Giggs pidi¨® el cambio a continuaci¨®n y eso iba a deteriorar el engranaje ingl¨¦s. L¨®gico: no es lo mismo que por la banda transite Scholes, que se siente mucho m¨¢s c¨®modo por el centro. Parece evidente, pues, que Giggs es el jugador m¨¢s determinante del United, en contraste con Beckham, que sigui¨® ayer en paradero desconocido. Actu¨® con una timidez que result¨® pan comido para el experimentado Carboni.
El despliegue f¨ªsico de los jugadores del United es impresionante. Van como aviones. Y ante eso el Valencia opt¨® por la paciencia y la elaboraci¨®n. Mastic¨® bien las jugadas y una de ellas acab¨® en un gol de Carew que anul¨® el ¨¢rbitro alem¨¢n por un fuera de juego que no era. Carew, en todo caso, volvi¨® a perder casi todas las acciones con Stam, que es un defensa de armas tomar. S¨®lo a trav¨¦s de magn¨ªficos pases en profundidad pod¨ªan escaparse los delanteros valencianistas. Lo prob¨® Mendieta con un toque con la izquierda que dej¨® solo a Aimar, pero el argentino se arrug¨® en el uno a uno ante Barthez, y le cruz¨® la pelota sin ninguna fe.
El Valencia sigui¨® a lo suyo tras el descanso. A tocar y tocar, a entrar por las bandas, a practicar un f¨²tbol acad¨¦mico al que nadie acertaba a poner la guinda. Menos que nadie Carew, que llevaba un despiste colosal. Nunca estaba donde tocaba, ni siquiera cuando Carboni entr¨® por la izquierda y centr¨® al coraz¨®n del ¨¢rea inglesa. Mientras, C¨²per mand¨® calentar a S¨¢nchez, el ¨²nico goleador puro con el que cuenta el Valencia. El conjunto valenciano mereci¨® el empate en alguno de esos inteligentes balones que meti¨® Aimar, pero all¨ª no se presentaba nadie para aprovecharlos. Daba un pase Aimar y alguno le devolv¨ªa una morcilla.
El partido, bello de principio a fin, se abri¨® definitivamente en el ¨²ltimo tramo. La entrada de Solskjaer y de S¨¢nchez alegr¨® la cara a ambos equipos. El grupo de C¨²per pareci¨® notar el cansancio: su partido del s¨¢bado, su viaje de nueve horas, el tr¨¢nsito del calor al fr¨ªo... Pese a lo cual, traz¨® buenas combinaciones, ahora ya, con S¨¢nchez, en la misma onda que Aimar.Y por esa v¨ªa lleg¨® el empate.
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