'Manifa', o sea, ?no?

- Tur¨® Park y Fort Apache.

Mani por lo del Tur¨® Park. Lo del Tur¨® Park, una interpretaci¨®n: a) el Ayuntamiento est¨¢ reconstruyendo el Tur¨® Park / Parc Poeta Eduard Marquina / Jardins Rubi¨® i Tudur¨ª. Eso b) inquieta a una parte de sus usuarios, que c) interpretan que el concepto de restauraci¨®n convocado se parece notoriamente al aplicado por los aliados en Dresde cuando el bombardeo de Dresde. Los usuarios de la cosa son d) de Diagonal para arriba. Tradicionalmente, e) para los usuarios de Diagonal hacia arriba, Diagonal abajo ha sido una suerte de Fort Apache. ?ltimamente f) hay muchos problemas Ayuntamiento/Diagonal-sur-mer. Verbigracia g) lo de cubrir Mitre. Mitre es muy largo, pero en la parte Fort Apache, la m¨¢s mangui, por otra parte, h) no hay problemas. Quiz¨¢s eso ilustra que en Diagonal Hills y en Fort Apache existe i) un concepto diferente de ciudadan¨ªa. O quiz¨¢ j) de la propiedad. Es posible que esos ciudadanos k) ven la ciudad m¨¢s suya que otros. De hecho, l) esos ciudadanos son los m¨¢s convocados por el Ayuntamiento para practicar su urbanismo. Por ejemplo, m) los planes de regeneraci¨®n urban¨ªstica de las zonas m¨¢s Fort Apache de Fort Apache pasan por permutar sus habitantes por habitantes de Neguridiagonal. Por ejemplo n) para promocionar el pen¨²ltimo proyecto urban¨ªstico de Barcelona, la Vila Ol¨ªmpica, en prensa se publicitaron anuncios con el origen de los nuevos habitantes del barrio, y se abult¨® el tanto por ciento de habitantes procedentes de las zonas por-debajo-de-Diago-me-mareo. De todo ello se deduce que ?) los mosqueos de Hiper-Diagonal con el Ayuntamiento adquieren dimensiones de mosqueo de los mineros del cobre con Allende. Es decir, o) despistan. Bueno, p) me voy a ver la mani. Preveo que (si no me he perdido, ¨¦ste ser¨ªa el punto q) la cosa tendr¨¢, en todo caso, aspecto de mani de cirujanos pl¨¢sticos.

Una de las octavillas repartidas era una fotocopia de la revista 'Ronda', de Iberia

- 'Manifa'. ?ltimas tendencias.

Llego a la hora prevista para la mani en las puertas del Tur¨® Park. Resulta que la hora prevista se ha retrasado media hora, y a esta hora s¨®lo hay novios adolescentes pelando la pava. En el caso de un chico adolescente, literalmente -'no m'estimes com abans, o sigui, no?', va y le dice ella.-. De vez en cuando pasa alguna mam¨¢ con sus reto?os en la modalidad a pie y en la modalidad apartarsus que voy en 4 x 4. Poco a poco van viniendo los ide¨®logos de la mani. Los novios se van yendo a casa, a jugar con la play-station. Se van poniendo pancartas por los aleda?os. Se reparten caretas con el rostro del doctor Clos e Imma Mayol. En los primeros a?os de la transici¨®n en el cintur¨®n el personal tambi¨¦n se manifestaba con m¨¢scaras. No era cosa del miedo, sino de timidez. De lo que se deduce que el miedo, en una democracia, es esc¨¦nico. En una demo, el ¨²nico miedo que ser¨ªa deseable ser¨ªa el miedo al rid¨ªculo. Bueno. Poco a poco van llegando los manifestantes. Priman las se?oras de mediana edad, modalidad week-end en la Cerdanya y week-end en el Empord¨¤, dos tendencias pol¨ªticas por fin unidas, con lo que la cosa adquiere dimensiones de Frente Popular. La concentraci¨®n toma tintes polivalentes: el personal se manifiesta y, a la vez, se saluda o se pregunta por la se?ora. Un par de activistas reparten octavillas. Una de ellas es la fotocopia de un texto -ingl¨¦s/castellano- de la revista Ronda, de Iberia. De un art¨ªculo de Miquel de Palol en el que se citan los jardines de Rubi¨® i Tudur¨ª. En eso llegan dos se?ores urbanos. Inician di¨¢logo con la se?ora que lleva la voz cantante. Le cantan que vale, que se manifiesten, pero que no se les ocurra moverse de ah¨ª. La se?ora les explica que el plan es moverse hasta la plaza de Maci¨¤. Es decir, cortar la plaza de Maci¨¤, digo yo. Un urbano le dice que vale. Pero que se atenga a las consecuencias econ¨®micas. Son 200.000 cucas. La poli se va. Debate interno entre los manifestantes, que aprovecha una abuelita para explicar a quien quiera o¨ªrla que 'la plaza la dio un marqu¨¦s para que a los viejecitos nos diera el sol' -?el marqu¨¦s Sol?-. Inciso hist¨®rico: bueno, fue una permuta de los propietarios al Ayuntamiento, a cambio de que les dejaran edificar a gog¨®. Una pr¨¢ctica muy barcelonesa. Para el 92 a¨²n se practic¨® con el solar de Fecsa, verbigracia. Fin del ap¨¦ndice. La asamblea decide manifestarse alrededor de la plaza que regalaron los marqueses altruistas para que a los viejecitos les diera el sol. El centenar de manifestantes se van por un callej¨®n oscuro, manifest¨¢ndose por menos de 200.000 pesetas. De lejos, la cosa parece un v¨ªa crucis. Un ide¨®logo repite consignas por megafon¨ªa. La m¨¢s divertida es 'estireu-vos, que si no acabarem en cinc minuts'.