El invierno m¨¢s caliente de Vitoria
Con cero grados en la calle, la afici¨®n y familiares de la plantilla recibieron al Alav¨¦s de madrugada
El presidente del Alav¨¦s, Gonzalo Ant¨®n, un hombre fr¨ªo y poco dado al dispendio, sorprendi¨® a los 250 pasajeros del vuelo AEA-864 cuando en pleno viaje de regreso desde Mil¨¢n a Vitoria, hacia las tres de la madrugada, agarr¨® el micr¨®fono de la cabina. 'Quiero agradeceros vuestra presencia y deciros que estoy encantado de haber compartido con vosotros estos dos d¨ªas maravillosos. Ahora tenemos la obligaci¨®n de poner autobuses, todos los que hagan falta, para ir a Vallecas. Si hay que poner 20 o 30 no importa, ah¨ª estar¨¢n para apoyar a nuestro equipo'.
El pasaje aplaudi¨® a rabiar. No son normales ninguno de estos gestos en la fr¨ªa Vitoria (220.000 habitantes), tanto en lo climatol¨®gico como en lo temperamental. Ni tampoco las juergas en los jueves de invierno. Porque a esa misma hora, cientos de personas brindaban en el Casco Viejo vitoriano por los hist¨®ricos ¨¦xitos de sus equipos. Hay que recordar que esa misma noche el Tau hab¨ªa ganado en Atenas al Olympiakos en los cuartos de final de la Euroliga, una haza?a impensable para el 99% de los clubes europeos. Cientos de personas siguieron el partido de baloncesto en un pabell¨®n, con una pantalla gigante.
En el hogar de Delf¨ª Geli tambi¨¦n se mascaba algo de madrugada. Inma, su esposa, que ha vivido de cerca los t¨ªtulos de Liga y Copa con el Atl¨¦tico, no se pudo reprimir. Hab¨ªa visto el repaso dado por el Alav¨¦s al Inter en el mism¨ªsimo San Siro, as¨ª que telefone¨® a la mujer de Mart¨ªn Herrera, el portero, y no se lo pensaron dos veces: 'Vamos al aeropuerto con los ni?os'.
Cada una llev¨® a sus dos hijos de corta edad. Los de Geli, que estaban en la cama dormidos, apenas tardaron unos minutos en colocarse la ropa por encima del pijama. Y all¨ª se presentaron, en el aeropuerto de Foronda, donde el vuelo que trasladaba a la plantilla y parte de los seguidores que viajaron a Mil¨¢n (500 en total) aterriz¨® a las cuatro y media. Los term¨®metros marcaban cero grados; el ambiente an¨ªmico, bastantes m¨¢s. Las familias de Geli y Herrera no estaban solas, desde luego. M¨¢s de cincuenta personas esperaban al equipo pertrechadas con bombos, bocinas y bufandas, y tambi¨¦n gargantas afinadas. Herrera ni se lo cre¨ªa. Poco le falt¨® para llorar al encontrarse con sus hijos, escondidos entre la multitud para dar la mayor sorpresa posible.
Las emociones no eran gratuitas. No todos los d¨ªas un equipo con menos de 3.000 millones de presupuesto y ascendido a Primera Divisi¨®n hace tres a?os gana en San Siro al bicampe¨®n de Europa que se ha gastado 20.000 millones en fichajes en los ¨²ltimos a?os, un Inter que no hab¨ªa perdido con un rival espa?ol en Mil¨¢n en los ¨²ltimos 42 a?os y que desde octubre de 1997 no ca¨ªa en Europa ante su p¨²blico. Con Vieri, el goleador, y Recoba, el jugador con mejor sueldo del mundo (1.400 millones de pesetas al a?o), con Seedorf, Zanetti, el lesionado Ronaldo... En Mil¨¢n les esperan unos d¨ªas calientes. En Vitoria, por motivos bien distintos, los aficonados ya se han calentado para todo el invierno.
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