El FBI someter¨¢ a todos sus agentes a la prueba del detector de mentiras
El Senado de EE UU estudiar¨¢ el jueves el caso del 'topo' Hanssen
El pen¨²ltimo misterio del caso Hanssen es c¨®mo consigui¨® el FBI el dossier de los servicios secretos rusos sobre su topo en el FBI. La acusaci¨®n contra Hanssen est¨¢ basada en muchos mensajes que ¨¦l escribi¨® a sus contactos rusos en Washington; unos contactos que jam¨¢s supieron su identidad, que le conoc¨ªan como B o Ram¨®n y con los que nunca se vio personalmente. Cientos de rumores corren en las orillas del Potomac. Uno de ellos, desmentido expl¨ªcitamente por Louis Freeh, director del FBI, asegura que el dossier les fue entregado a los norteamericanos por Sergu¨¦i Tretyakov, quien, el pasado noviembre, desert¨® de su puesto de primer secretario de la Embajada rusa en las Naciones Unidas.
Esos mensajes revelan una personalidad fascinante, digna de la pluma de Graham Greene o John Le Carr¨¦. 'Hanssen era un traidor at¨ªpico', dice James Woolsey, ex director de la CIA. 'No parece que jam¨¢s haya cre¨ªdo en el comunismo, ni tampoco que estuviera motivado por el dinero. En su caso, prima un fuerte sentimiento de orgullo y una poderosa voluntad de vivir al filo de la navaja'. El an¨¢lisis de Woolsey es correcto. Aunque cobrara un total de 600.000 d¨®lares (108 millones de pesetas) en met¨¢lico y diamantes y los rusos le hubieran abierto en Mosc¨² una cuenta bancaria con otros 800.000 d¨®lares, Hanssen, de 56 a?os, casado y padre de seis hijos, sigui¨® viviendo modestamente en las afueras de Washington durante sus 15 a?os como esp¨ªa.
Fascinaci¨®n por Philby
En uno de sus mensajes a los rusos, Hanssen confiesa que empez¨® a sentirse fascinado por la esquizofr¨¦nica vida del agente doble tras leer, a los 14 a?os, Mi guerra silenciosa, el libro de memorias de Kim Philby. Pero como los dem¨¢s brit¨¢nicos del c¨ªrculo de Cambridge que trabajaron clandestinamente para la Uni¨®n Sovi¨¦tica durante las primeras d¨¦cadas de la guerra fr¨ªa, Philby cre¨ªa en el comunismo. En ning¨²n momento, Hanssen, que es cat¨®lico practicante y, seg¨²n sus vecinos, miembro del Opus Dei, expres¨® a los rusos la menor simpat¨ªa por su causa.
En 1949, Philby, que lleg¨® a ser jefe del contraespionaje en el MI6, fue enviado a Washington como agente de enlace entre los servicios brit¨¢nicos y norteamericanos. Desde aqu¨ª alert¨® a Guy Burgess y Donald Mclean, sus colegas del c¨ªrculo de Cambridge, de que se hab¨ªan convertido en sospechosos. Burgess y Mclean huyeron a Mosc¨² en 1951 y Philby, que har¨ªa lo mismo en 1962, pas¨® a convertirse en el Tercer Hombre, el misterioso topo sovi¨¦tico en el MI6.
Las andanzas de Philby en Washington forman parte del tour que, con el nombre SpyDrive y al precio de 35 d¨®lares por persona, organizan para los turistas Oleg Kalugin, el general retirado del KGB, y David Major, ex jefe de contraespionaje del FBI y durante un tiempo el superior de Hanssen. Desde esta semana, el tour incluye tambi¨¦n los parques de Virginia donde el topo reci¨¦n descubierto pon¨ªa esparadrapos de colores en determinados postes para comunicarse con los rusos, y donde, bajo puentes preestablecidos, les dejaba bolsas de basura con documentos y disquetes de ordenador. '?ste', dice Kalugin, 'es el m¨¦todo m¨¢s viejo y m¨¢s eficaz de comunicaci¨®n para un esp¨ªa'.
El comit¨¦ de Inteligencia del Senado de EE UU celebrar¨¢ el jueves una sesi¨®n a puerta cerrada para estudiar por qu¨¦ la traici¨®n de Hanssen tard¨® tanto en ser descubierta y comenzar a evaluar los da?os. Freeh, el director del FBI, y George Tenet, su hom¨®logo en la CIA, pasar¨¢n un mal rato. Hanssen entreg¨® a Mosc¨² unas 6.000 p¨¢ginas de documentos estadounidenses altamente confidenciales. Es seguro que conten¨ªan informaci¨®n muy valiosa. David Major afirma: 'Lo sab¨ªa todo: fuentes, m¨¦todos, t¨¦cnicas y objetivos. Muy poca gente en el contraespionaje lo sabe todo, pero ¨¦l era uno de ellos'.
Hanssen estaba obsesionado por las sombras. Sus compa?eros le llamaban El Funerario, por su personalidad poco sociable y sus trajes siempre oscuros. Tambi¨¦n era uno de los mayores genios en inform¨¢tica de los servicios norteamericanos. Sab¨ªa dise?ar programas complejos y era un hacker muy eficaz. Una vez, seg¨²n USA Today, penetr¨® en el ordenador del m¨¢ximo encargado de temas rusos en el FBI y luego se adelant¨® a confesar que ¨¦l era el pirata. No fue amonestado porque dijo haberlo hecho para demostrar la vulnerabilidad del sistema. Durante los 15 a?os de su doble vida, Hanssen cheque¨® constantemente los ordenadores del FBI para ver si exist¨ªan sospechas sobre su traici¨®n.
Pena de muerte
De la reuni¨®n del Comit¨¦ de Inteligencia del Senado saldr¨¢ una orden: el FBI debe someter constantemente a sus agentes al pol¨ªgrafo, el detector de mentiras. En sus 25 a?os en ese servicio Hanssen jam¨¢s fue sometido a esa prueba, lo que escandaliza a los senadores. El comit¨¦ querr¨¢ saber tambi¨¦n si el da?o causado por Hanssen iguala o supera al de Aldrich Ames, el alto funcionario de la CIA detenido en 1994, tras haber trabajado para Mosc¨² durante nueve a?os. El comit¨¦ teme que la respuesta sea positiva.
El oficio de esp¨ªa es altamente peligroso. Caminar por el filo de la navaja siguiendo oscuros impulsos de la adolescencia puede costarle a Hanssen su condena a muerte, en virtud de una ley aprobada tras la detenci¨®n de Ames. S¨®lo si canta podr¨¢ salvar su pellejo y recibir cadena perpetua. Pero el juego de los esp¨ªas, los cazadores de esp¨ªas y los dobles agentes sigue siendo una necesidad. 'Mientras existan los intereses nacionales, habr¨¢ esp¨ªas', dijo Kalugin, el veterano del KGB. 'EE UU', a?ade, 'ya no es para Rusia el enemigo n¨²mero 1; ahora es algo m¨¢s importante: la prioridad n¨²mero 1'.
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