Un autob¨²s entre encapuchados

El subcomandante Marcos viaja por las carreteras de M¨¦xico en un autob¨²s precedido por ocho motoristas, cinco veh¨ªculos policiales y seguido por cinco furgonetas y camiones colmados por militantes encapuchados de negro. Otro autob¨²s los traslad¨® hasta el centro de Tuxtla Guti¨¦rrez. A las ocho de la ma?ana de ayer hab¨ªa sido despedido en San Crist¨®bal por los mismos campesinos que el s¨¢bado abandonaron sus comunidades para recibirlo en la ciudad colonial. Despu¨¦s, regresaron a sus aldeas de partida.

Lograr alguna declaraci¨®n del mundo indio encapuchado no es f¨¢cil, y un corresponsal franc¨¦s que lo intent¨® qued¨® sumido en el abatimiento y la perplejidad. '?Qu¨¦ opina usted de la marcha?', pregunt¨® a un coordinador de pasamonta?as. 'Todos pensamos', fue la respuesta. La marcha, seg¨²n insisti¨® Marcos en todas las tribunas, persigue la aprobaci¨®n parlamentaria de un proyecto de ley que incorporar¨ªa a la Constituci¨®n derechos y culturas de los diez millones de ind¨ªgenas mexicanos.

Frecuentes las amenazas desde el anuncio de la marcha, el obispo de la di¨®cesis de San Crist¨®bal, Felipe Arizmendi, recibi¨® un telegrama que anuncia un atentado contra el jefe del EZLN a su paso por Oaxaca. 'No sabemos si s¨®lo es una intimidaci¨®n de un grupo de estos que est¨¢n amenazando', inform¨® el vicario, Gustavo Andrade. El aviso, firmado por un tal 'doctor Salvatierra', fue puesto en conocimiento del gobernador de Chiapas, el independiente Pablo Salazar. Un sujeto con sus facultades trastornadas fue detenido por amenazas a Marcos. Miles de efectivos policiales, dispuestos por el Gobierno federal o las autoridades de los diferentes Estados, custodian la caravana para evitar agresiones, de momento inexistentes.

Organizaciones no gubernamentales extranjeras y mexicanas, y europeos fascinados por la causa de Marcos, entre ellos un madrile?o que minti¨® a sus padres dici¨¦ndoles que viajaba al balneario tur¨ªstico de Canc¨²n, viajan con el Ej¨¦rcito Zapatista de Liberaci¨®n Nacional. Portavoces de la llamada sociedad civil, integrada por una nutrida constelaci¨®n de grupos sociales de izquierdas, comunicaron al Gobierno de Fox y a las autoridades de los 12 Estados que la seguridad de los zapatistas 'queda bajo responsabilidad exclusiva de la sociedad civil en su conjunto'.