El viacrucis de los Moon en Espa?a
Tachados durante 30 a?os de sectarios, los 200 seguidores del 'profeta' coreano conquistan la categor¨ªa de Iglesia
Son s¨®lo 200 en toda Espa?a, pero acaban de poner patas arriba los t¨®picos m¨¢s recalcitrantes de la intolerancia. El Tribunal Constitucional sentenci¨® el pasado d¨ªa 20 de febrero que la Iglesia de Unificaci¨®n, fundada en 1954 en Corea del Sur por Sun Myung Moon y presente en Madrid desde 1970, tiene derecho a ser inscrita en el Registro de Entidades Religiosas del Ministerio de Justicia, en contra de lo sostenido desde 1973 por los diferentes Gobiernos, y tambi¨¦n por la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo en sucesivas sentencias.
Les han llamado de todo -'fan¨¢ticos autoexcluidos', 'mentalidad dogmatizante hasta el paroxismo' y, por supuesto, 'sectarios'-, en papel timbrado y en los medios de comunicaci¨®n, pero no desean hacer el recuento. S¨®lo quieren que se les conozca y poder predicar las doctrinas del fundador Moon, que dice haber recibido, cuando ten¨ªa 16 a?os y por revelaci¨®n directa de Jes¨²s, 'aspectos muy importantes y desconocidos por el cristianismo tradicional'. 'Esperamos que esta decisi¨®n del Constitucional contribuya a disipar prejuicios, y que se nos deje de calificar de secta', afirma el presidente de la Iglesia de Unificaci¨®n espa?ola, Armando Lozano Hern¨¢ndez. 'No guardamos rencor. Hay que aprender de todas las experiencias. Nosotros hemos aprendido y esperamos que tambi¨¦n la sociedad tome nota y no se vuelvan a repetir descalificaciones gratuitas', a?ade Enrique S¨¢nchez Motos, encargado de sus relaciones institucionales.
Han sido investigados, durante la dictadura franquista, por la Comisar¨ªa General de Orden P¨²blico y, ya en la democracia, por el Cesid y la Brigada de Informaci¨®n de Madrid, adem¨¢s de haber ocupado el tiempo y los afanes de una cdomisi¨®n parlamentaria, de los numerosos asesores del director general de Asuntos Religiosos, de la oficina del Defensor del Pueblo y de interminables jueces, fiscales y abogados. 'Un dineral del presupuesto p¨²blico tirado a las papeleras', ironiza S¨¢nchez Motos.
Nacido en Murcia en 1947, estudiante de los Maristas y cat¨®lico hasta los 17 a?os, S¨¢nchez Motos se hizo ingeniero agr¨®nomo en Valencia y ahora es un alto funcionario de Hacienda en Madrid despu¨¦s de ejercer en 1983 como subdirector en el Ministerio de Justicia. Su pertenencia a la Iglesia de Unificaci¨®n le cost¨® en dos ocasiones ser relegado en su carrera profesional, la ¨²ltima en 1996 despu¨¦s de estar nombrado oficialmente jefe del Gabinete T¨¦cnico en un ministerio del primer Gobierno del PP. Es la cara m¨¢s conocida de su iglesia y autor de un libro tan intencionadamente provocador como Yo soy miembro de una secta, publicado en 1991 'en plena campa?a de caza de brujas y para salir al paso del uso fr¨ªvolo e intolerante del calificativo secta', dice el autor, que llen¨® con su foto la portada del libro. Tambi¨¦n public¨® hace un a?o en Ediciones Libertarias un vibrante yo acuso sobre las tribulaciones judiciales de los seguidores de Moon, titulado Intolerancia religiosa. Discriminaci¨®n en la Espa?a democr¨¢tica.
'El cristianismo naci¨® como una secta dentro del juda¨ªsmo y la Iglesia de Unificaci¨®n ha surgido como una secta dentro del cristianismo. Ambas religiones, la cristiana y la Iglesia de Unificaci¨®n, han sido perseguidas en sus comienzos', proclama S¨¢nchez Motos. Siempre tuvo la certeza de que el Tribunal Constitucional acabar¨ªa d¨¢ndoles la raz¨®n. 'Hace 2000 a?os las persecuciones eran sangrientas. Hoy, en la era de la democracia, la persecuci¨®n se ha efectuado difundiendo prejuicios y descalificaciones, y negando el derecho a inscribirse como entidad religiosa', dice.
'P¨¦simos proselitistas'
Armando Lozano, el primer pastor de una iglesia que reparte sus fieles entre Madrid y Barcelona -con un templo en cada capital-, adem¨¢s de peque?as comunidades en Sevilla, M¨¢laga, Alicante y Pamplona, naci¨® hace 47 a?os en Bodonal de la Sierra (Badajoz) y estudi¨® en el cat¨®lico colegio de la Sagrada Familia de Blanes (Girona). A los 19 a?os, en 1975, entr¨® en la Iglesia de Unificaci¨®n, a la que ha dedicado su vida en varios pa¨ªses, pero sobre todo en Nueva York como redactor municipal en Noticias del Mundo, el peri¨®dico local de la organizaci¨®n religiosa que ahora preside en Espa?a.
'Dicen que somos proselitistas que lavamos el cerebro a la gente, pero ya ve lo mal que lo hacemos', ironiza Lozano cuando hace el recuento de la feligres¨ªa. Doscientos bien contados. Lozano los conoce y desgrana sus fundamentos religiosos con una voz suave y serena, tan callada como la de un redentorista tonsurado en misiones. Pero esta peque?ez de la Iglesia de Unificaci¨®n en Espa?a contrasta con la movilizaci¨®n de masas que logra en pa¨ªses como EE UU el fundador, Moon, de 81 a?os,
a quien los seguidores llaman 'profeta' con la misma firmeza con que otros atribuyen tal cualidad a Jes¨²s o Mahoma. El Tribunal Constitucional acaba de abrirle la puerta para venir a Espa?a, lo que ten¨ªa prohibido hasta ahora.
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