Sospechosas patrias
Los domingos son muy antiguos y tal vez la voracidad que nos provocan algunos libros sea la ¨²nica forma de curarnos el desasosiego del s¨¦ptimo d¨ªa. De un tir¨®n he le¨ªdo Espill d'insol¨¨ncies, de Toni Moll¨¤, galardonado con el ¨²ltimo premio de ensayo de Editorial Bromera. Deber¨ªa ser obra de lectura obligada para un Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar o un Heribert Barrera, un Eduardo Zaplana o una Marta Ferrusola, tanto monta. 'Las madres patrias -cuando las hay- siempre son sospechosas, interesadas', escribe, en catal¨¢n, Moll¨¤. Concebido como un dietario, la cita anterior forma parte de una anotaci¨®n de 1994 en la que Moll¨¤ reflexiona sobre los Pa¨ªses Catalanes: 'La great Catalonia de Prat de la Riba se parece demasiado a la idea de la Hispanidad que tanto exhiben los espa?oles profesionales'.
La obra, que empieza estos d¨ªas a ser distribuida en las librer¨ªas, bebe directamente de la mejor literatura catalana del siglo XX, de Josep Pla y de Joan Fuster, sin renunciar a la larga tradici¨®n europea en este g¨¦nero, ni al m¨¢s conspicuo dietarista de nuestros d¨ªas, Andr¨¦s Trapiello, de quien Moll¨¤ se confiesa admirador. Por ella desfilan los temas favoritos del autor, cuestiones de socioling¨¹¨ªstica, pol¨ªtica, pedagog¨ªa, an¨¢lisis de los medios de comunicaci¨®n y de la construcci¨®n del silencio, pero tambi¨¦n temas de vida cotidiana, la cocina, el f¨²tbol, la pelota valenciana, las fallas, las lecturas que conforman una vida y algunos apuntes propios del diario ¨ªntimo.
Tal vez por ese car¨¢cter ¨ªntimo originario, del que habr¨¢ podado a ¨²ltima hora algunas referencias espinosas, el tono de todo el libro es de una sinceridad que a veces cumple las funciones de terap¨¦utico div¨¢n. Pero a¨²n a pesar de esa posible autocensura, es de admirar la sinceridad con la que se despacha sobre muchas situaciones y algunos personajes de nuestros d¨ªas. Las p¨¢ginas sobre Llu¨ªs Aracil, Joan Lerma, Cipri¨¤ Ciscar, Eliseu Climent, Manuel Broseta, y sobre todo sobre Amadeu Fabregat, levantar¨¢n m¨¢s de un sarpullido. En un pa¨ªs tan siciliano como el nuestro (Ninyoles) las insolencias se pagan y algunos intentar¨¢n cobrarle la factura. Porque adem¨¢s -y ah¨ª es donde doler¨¢- las irreverencias de Moll¨¤ no son cotilleos verduleros, m¨¢s o menos graciosos o literarios, sino atrevimiento intelectual, sinceridad radical, voluntad de querer ir al fondo de los problemas, aunque a veces no se atisbe m¨¢s luz que la certeza del desenga?o. Sin embargo, el radicalismo de Moll¨¤ no est¨¢ re?ido con la ternura, ni con el sentido del humor. Son impagables, las frases hechas del habla de la comarca de l'Horta con las que sazona muchos comentarios, o las sentencias de sus amigos Vicent Pitarch, Rafael-Llu¨ªs Ninyoles, Manolo Jard¨ª, o Rafa Arnal.
En una de sus anotaciones, afirma que Fuster es su modelo de escritor. Entre otras obras, Moll¨¤ es autor de la La utopia necessaria, una reivindicaci¨®n de la naci¨®n como sociedad civil frente a una concepci¨®n del nacionalismo como aparato de Estado, una apuesta por el nacionalismo laico como instrumento de cohesi¨®n social en la l¨ªnea abierta por Joan Fuster, con quien construy¨® un magn¨ªfico libro de entrevistas a trav¨¦s de sus Converses inacabades (T¨¤ndem Edicions). Ahora en este Espill d'insol¨¨ncies, Moll¨¤ se plantea y nos plantea dudas y por eso es ¨¦sta su obra m¨¢s aut¨¦nticamente fusteriana. Sospechosas patrias, se?or Aznar, se?or Barrera, benditas insolencias, amigo Moll¨¤.
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