El PP violenta el reglamento de las Cortes para castigar a la S¨ªndic
Socialistas y Esquerra Unida lamentan la 'parodia' escenificada en la sede parlamentaria
El PP utiliz¨® ayer su mayor¨ªa absoluta en las Cortes para arrancar una condena formal a la S¨ªndic de Greuges en funciones, Emilia Caballero, a la que atribuye un uso partidista de la instituci¨®n que representa desde el fallecimiento del titular, Luis Fernando Saura, el pasado diciembre.
El PP violent¨® el reglamento cuando someti¨® un 'dictamen desfavorable' hacia la actuaci¨®n de Caballero a la Comisi¨®n de Peticiones sin respetar el plazo m¨ªnimo de 48 horas previsto para que la oposici¨®n conozca los documentos que deben votarse.
Marcela Mir¨®, presidenta de las Cortes, remat¨® la faena cuando silenci¨® a la oposici¨®n y neg¨® a sus portavoces la posibilidad de explicar el sentido de su voto sobre el dictamen. 'Han utilizado los votos como antes se utilizaban los tiros en la nuca', sintetiz¨® el socialista Andr¨¦s Perell¨®.
'Tengo miedo'. Andr¨¦s Perell¨®, portavoz socialista, expres¨® su indignaci¨®n hacia el proceder del PP y su temor hacia el evidente uso partidista de las Cortes por parte del grupo mayoritario una vez culminada la 'parodia' escenificada ayer en la Comisi¨®n de Peticiones.
Nombrar, lo mismo que reprobar a un miembro de la sindicatura, exige el apoyo de una mayor¨ªa de dos tercios en el seno de las Cortes. En la actualidad, bastar¨ªa un acuerdo entre el PP y el PSPV que se complica por momentos.
Alejandro Font de Mora, portavoz del PP, y Perell¨® llevaron las riendas de un acalorado debate que puso de manifiesto la distancia entre ambos grupos y las dificultades para pactar la persona de un nuevo s¨ªndic que reemplace al fallecido Luis Fernando Saura.
El PP considera que Emilia Caballero, que ejerc¨ªa como adjunta de Saura a propuesta del PSPV y hoy ocupa su cargo de forma interina, sirve a intereses partidistas. Pero carece de la mayor¨ªa suficiente para reprobarla. Por eso recurri¨® a un subterfugio para arrancar una condena a Caballero.
La Comisi¨®n de Peticiones retras¨® la comparecencia solicitada por la propia Caballero para responder a las agresiones de los populares y se reuni¨® para elaborar y votar un dictamen respecto de la adjunta del S¨ªndic.
Font de Mora abri¨® el fuego con un dictamen ya redactado en la carpeta y esgrimi¨® con vehemencia 'la situaci¨®n de irregularidad, cuando no de ilegalidad' en que se ve envuelta la Sindicatura, cuyo reglamento establece que en caso de fallecimiento del titular su sucesor sea designado en el plazo de tres meses.
El portavoz popular achac¨® a los socialistas 'el saqueo de la instituci¨®n, porque la S¨ªndic act¨²a de manera partidista en connivencia con un determinado partido'. Aludi¨® a un reciente informe sobre el barrio del Cabanyal en Valencia como 'una intrusi¨®n legal'. Y sugiri¨® que Caballero 'ataca permanentemente al Consell', 'echa chinitas en el engranaje de la Administraci¨®n' y 'ha convertido la instituci¨®n en una sucursal del partido socialista'. M¨¢s a¨²n, afirm¨® que Caballero 'entorpece' el relevo de Saura y aludi¨® a la 'persuasi¨®n, cautela y sentido integrador' que deber¨ªan presidir su actuaci¨®n.
Pero su severa intervenci¨®n recibi¨® cumplida respuesta del portavoz socialista. Perell¨® elev¨® a la categor¨ªa de 'osad¨ªa' la 'lecci¨®n jur¨ªdica' dictada por Font de Mora y zanj¨® la cuesti¨®n reglamentaria de un plumazo: '?Tres meses? Dos tercios'.
El portavoz socialista se embarc¨® en una disertaci¨®n sobre fundamentos de democracia y achac¨® a los populares su incapacidad para tolerar la discrepancia. 'Ganan la mayor¨ªa en las urnas, pero en el Parlamento exigen sumisi¨®n y adulaci¨®n al jefe', sentenci¨®.
Perell¨® puso en entredicho el sentido de la sesi¨®n en comisi¨®n: '?Qu¨¦ hacemos aqu¨ª? ?Qu¨¦ vamos a votar? ?Con qu¨¦ garant¨ªas legales?'. Lament¨® el inter¨¦s del PP por 'perseguir' a Caballero; record¨® que el nombramiento de los adjuntos de Saura estuvo congelado durante un a?o; y reiter¨®: '?Qu¨¦ parodia de vendetta hemos venido a escenificar aqu¨ª?'.
Luego lanz¨® cargas de profundidad. Record¨® que los miembros de la Sindicatura se eligen por mayor¨ªa cualificada en virtud de una norma 'de valent¨ªa democr¨¢tica'; defendi¨® la 'dignidad' de los representantes p¨²blicos al margen de los votos que les sustenten y ret¨® al PP a impulsar un procedimiento de reprobaci¨®n en lugar de un subterfugio de condena. 'Su respeto a la ley es puramente aritm¨¦tico', sintetiz¨®.
Ram¨®n Cardona, de Esquerra Unida, tambi¨¦n identific¨® la sesi¨®n parlamentaria con 'una farsa'; denunci¨® el escaso respeto que muestra el PP hacia 'partidos e incluso instituciones designadas por las Cortes' y achac¨® a los populares 'un uso indebido' de la mayor¨ªa absoluta.
El debate estuvo trufado de salidas de tono y menciones personales. Pero el momento de mayor tensi¨®n se produjo cuando se someti¨® a votaci¨®n el dictamen redactado por el PP. El reglamento exige que se distribuya con 48 horas de antelaci¨®n, pero los populares violentaron todos los usos. Marcela Mir¨®, presidenta de las Cortes, lleg¨® a negar el turno de explicaci¨®n de voto a los portavoces de la oposici¨®n y desat¨® feroces cr¨ªticas.
Formalmente, el PP logr¨® su objetivo. El 'dictamen desfavorable' hacia la actuaci¨®n de Caballero aprobado 'por las Cortes Valencianas' considera 'deslegitimada' a la S¨ªndic para ejercer sus funciones; la acusa de parcialidad y sugiere que deber¨ªa renunciar a su cargo. El dictamen, adem¨¢s, recoge expresamente que su texto ser¨¢ publicado en el Bolet¨ªn Oficial de las Cortes Valencianas y el Diario Oficial de la Generalitat Valenciana; se trasladar¨¢ a todas las instituciones de la Generalitat y al Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana.
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