Pol¨¦mica universitaria
Los planes del Gobierno de establecer un sistema de selecci¨®n del profesorado mediante un examen de habilitaci¨®n ¨²nico organizado por el Estado y de crear un sistema de elecci¨®n de los rectores por sufragio universal ponderado en la comunidad universitaria van a provocar probablemente disputas de envergadura en el seno de las universidades y roces de algunas de ellas con los poderes pol¨ªticos. Es dudoso que tales medidas -contempladas en los borradores de la nueva Ley Universitaria con la que el Ministerio de Educaci¨®n pretente sustituir la Ley de Reforma Universitaria (LRU) de 1983- acaben con la endogamia universitaria y moderen el poder del claustro de profesores en la elecci¨®n de rector.
La Universidad espa?ola adolece de problemas importantes relacionados sobre todo con el sistema de selecci¨®n del profesorado. Sin embargo, a pesar de que el actual m¨¦todo presenta inconvenientes, la apuesta por una soluci¨®n dr¨¢stica en la que el Estado se otorga el papel protagonista en la revisi¨®n de la cualificaci¨®n de los futuros profesores peca de centralismo. ?ste ya se ha podido ver, por otra parte, en los planes del deparatamento de crear una rev¨¢lida tras el bachillerato, tambi¨¦n para todo el Estado. Actualmente, el problema de la endogamia radica en que la elecci¨®n del mejor candidato para una plaza se hace entre varios expertos de un ¨¢rea de conocimiento -con la peculiaridad de que en algunas s¨®lo hay cinco en toda Espa?a-, elegidos por sorteo junto con los nombrados por la universidad en la que se convoca la plaza.
Es dudoso que el problema de la endogamia se corrija con una prueba de habilitaci¨®n nacional, a veces demag¨®gicamente utilizada, puesto que las universidades podr¨ªan s¨®lo aceptar a unos determinados profesores habilitados. Con ella se corre adem¨¢s el riesgo de violentar la autonom¨ªa universitaria y de crear en realidad un nuevo cuerpo, al que se acceda a trav¨¦s de un concurso de oposici¨®n con plazas cerradas, basado en un viejo sistema ya descartado. Alemania es uno de los pocos pa¨ªses que todav¨ªa lo mantienen, pero est¨¢ en camino de desmontarlo. Alternativa mejor y m¨¢s razonable ser¨ªa someter a los departamentos de las universidades a evaluaciones peri¨®dicas de su profesorado, cuyos resultados repercutir¨ªan directamente en su financiaci¨®n, como se hace en el Reino Unido. Si a menudo las universidades espa?olas no logran captar a docentes e investigadores es por la sencilla raz¨®n de que los bajos salarios que les pueden ofrecer no son m¨ªnimamente competitivos y acaban march¨¢ndose a empresas privadas o al extranjero.
En cuanto a la elecci¨®n del rector con los votos ponderados de todos los estudiantes, profesores y personal no docente, se trata de una medida considerada populista por numerosos colectivos, que podr¨ªa poner en peligro la independencia pol¨ªtica de estas elecciones. La posible ventaja de abrir el voto a toda la comunidad universitaria y de acercar a ella la figura del rector se contrapone al riesgo de que se politice en exceso esta figura y, junto a ¨¦l, la universidad. La intenci¨®n de aplicar esta medida para acabar con las deudas que contraen los rectores con los miembros del claustro que actualmente los elige podr¨ªa llevar a sustituir estas deudas por otras contra¨ªdas con sectores pol¨ªticos, sindicales o empresariales. Pero, sobre todo, al analizar la idoneidad de esta iniciativa hay un dato contundente: no existe nada similar en los pa¨ªses cuyos sistemas educativos sirven de referencia a Espa?a y esto hace que las dudas sobre su conveniencia sean especialmente razonables.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.