Desconocida Macedonia
Aterric¨¦ en Macedonia (tres horas en avi¨®n desde Espa?a) el 8 de abril de 1999, durante la guerra de Kosovo. All¨ª, donde he vivido y trabajado casi dos a?os, vi ante mis ojos a m¨¢s de un cuarto de mill¨®n de refugiados kosovares. Observ¨¦ c¨®mo este peque?o pa¨ªs abr¨ªa sus puertas (no sin temor) a cientos de miles de albaneses de Kosovo como no podr¨ªa imaginar que lo hiciera nunca mi propio pa¨ªs. Pas¨® el tiempo, hice amigos macedonios, sal¨ªa de copas con macedonios eslavos, macedonios albaneses, macedonios turcos, no por separado, juntos.
Macedonia, para quien no lo sepa, fue la ¨²nica rep¨²blica yugoslava que abandon¨® la federaci¨®n sin disparar un solo tiro. Durante una d¨¦cada ha sido un ejemplo de flexibilidad (dif¨ªcil de ver en los Balcanes, la verdad), incluso el Gobierno macedonio est¨¢ formado desde hace a?os por eslavos y albaneses. Debo decir, por sintetizarlo en una frase, que los macedonios son gente de coraz¨®n grande.
En dos a?os siempre pens¨¦ que no habr¨ªa guerra. Lo sigo pensando, pese a los ¨²ltimos acontecimientos. Porque casi nadie quiere el enfrentamiento en Macedonia. Hasta los soldados macedonios que disparaban estos d¨ªas hacia las desiertas colinas de Tetovo parec¨ªan desganados. No me olvido, sin embargo, que aquellos que provocaron la cat¨¢strofe balc¨¢nica del ¨²ltimo decenio pueden contarse con los dedos de una mano.
En estos ¨²ltimos d¨ªas lo he pasado mal por esos amigos. Pensaba que era muy injusto que los Gobiernos europeos se olvidaran de Macedonia. Hace dos d¨ªas, ve¨ªa ausente un concurso televisivo de los que te hacen millonario con una docena de respuestas. El presentador planteaba al concursante: 'Pa¨ªs con nombre de postre'. Mientras el concursante ve¨ªa at¨®nito pasar su tiempo, a m¨ª se me hac¨ªa un nudo en la garganta. ?l perdi¨® un mill¨®n de pesetas, yo cog¨ª papel y el bol¨ªgrafo para escribirles.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.