'Me voy con una sensaci¨®n de fracaso por el problema de la aluminosis'
A la Federaci¨®n de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB) se le va su eterno vicepresidente. Andr¨¦s Naya ha decidido no presentarse a la reelecci¨®n despu¨¦s de 22 a?os al frente del movimiento vecinal barcelon¨¦s. Este aragon¨¦s afincado en Barcelona no cortar¨¢ del todo el cord¨®n umbilical, ya que seguir¨¢ unido a los barrios a trav¨¦s de la revista La Veu del Carrer, que edita la federaci¨®n. Naya es rara avis en el actual paisaje del asociacionismo. Se curti¨® en Nou Barris a golpe de manifestaci¨®n y de asamblea, y su voz peculiar fue una de las pocas que se mantuvieron en el tajo vecinal cuando los socios mas combativos se incorporaron a las candidaturas progresistas para entrar en los primeros ayuntamientos democr¨¢ticos. Mucho ha variado el panorama vecinal, pero lo que peor lleva son los cambios en las instituciones. Los encuentros con los pol¨ªticos le parecen mas tediosos que nunca porque, aunque les reconoce mejores modales, les ve infinitamente menos receptivos a lo que entiende por una aut¨¦ntica participaci¨®n ciudadana. Desde Socias Umbert, ha conocido a todos los alcaldes de Barcelona.
'Se ha producido un cambio de talante, falta sensibilidad, y hay otra cosa que me parece peligros¨ªsima: que los pol¨ªticos quieran hacer de t¨¦cnicos'
Pregunta. Muchos alcaldes dan para muchas an¨¦cdotas, ?no?
Respuesta. Claro, bastantes. Recuerdo que cuando le dije al alcalde Pasqual Maragall, despu¨¦s de una acalorada discusi¨®n, que hac¨ªa demasiado tiempo que no escuchaba las canciones de Paco Ib¨¢?ez, me contest¨®: 'T¨² calla, que seguro que has vendido ya sus discos'. Despu¨¦s de tiempos de discusiones con, por ejemplo, Narc¨ªs Serra -a quien siempre me quedaba con las ganas de preguntarle qu¨¦ le deb¨ªa por la lecci¨®n magistral-, han llegado otros muy distintos. Antes hab¨ªa pelea, pero se pod¨ªa dialogar tambi¨¦n y llegar a cerrar acuerdos. Ahora lo que predomina es el color gris en las relaciones institucionales.
P. ?Cu¨¢l fue el conflicto vecinal que m¨¢s recuerda?
R. La cobertura del cintur¨®n a su paso por Nou Barris fue uno de los mas sonados. Los vecinos dec¨ªamos entonces: 'No queremos un r¨ªo de gasolina descubierto que rompa los barrios ni que haya cicatrices'. En una de las discusiones que tuvimos con Abad, me espet¨® : 'Lo que tienes que hacer es viajar m¨¢s por Europa y te dar¨¢s cuenta de que es imposible cubrir m¨¢s de 200 o 300 metros, el problema es de falta de conocimientos'. Aqu¨ª, en el centro social de 'los propietarios' de Via J¨²lia, empez¨® la pelea y conseguimos que se cubrieran cerca de dos kil¨®metros de t¨²nel de la Ronda de Dalt. Hab¨ªa dureza, muchas horas de discusi¨®n pero tambi¨¦n mucha m¨¢s receptividad.
P. ?D¨®nde percibe que ha habido m¨¢s cambios en estos a?os, en el talante de los gobernantes o en el modelo de ciudad?
R. Hay un cambio de talante importante; falta sensibilidad y, sobre todo, hay algo que a m¨ª me parece peligros¨ªsimo: que los pol¨ªticos quieran hacer de t¨¦cnicos. Cuando un teniente de alcalde quiere hacer de arquitecto y de ingeniero, mala cosa. Ahora hay mas se?oritos en la pol¨ªtica que confunden Barcelona con su finca particular.
P. ?Y la relaci¨®n de los vecinos con la Generalitat ?
R. En algunos conflictos, como la guerra del recibo del agua, tardaron 10 a?os en reaccionar. Al principio les costaba mucho conectar con nosotros, pero luego la comunicaci¨®n ha sido m¨¢s fluida. Incluso a veces han preferido tenernos a nosotros como interlocutores antes que a la Administraci¨®n local.
P. ?Qu¨¦ protesta le ha dejado peor sabor de boca?
R. El gran fracaso de la sociedad, y a¨²n m¨¢s de los gobernantes, es la aluminosis. La vivienda social para los sectores pobres no ha sido nunca una prioridad. Para m¨ª esto marca el list¨®n de la ¨¦tica pol¨ªtica. Un ayuntamiento de izquierdas no puede consentir de ninguna manera que millares de familias lleven 16 a?os con el piso apuntalado. Una generaci¨®n de barceloneses tan sacrificada no merece el trato que se le ha dado. Si me voy con una sensaci¨®n de fracaso es precisamente por la aluminosis. Cada vez que paso por La Rambla y veo lo r¨¢pidamente que han hecho el Liceo con el consenso de todos echo de menos una foto del Liceo (Maragall y Jordi Pujol bajaban del brazo por la calle de Ferran el d¨ªa en que el teatro ard¨ªa) que no ha existido en la aluminosis. Tenemos 3.000 viviendas en Barcelona esperando ser reparadas.
P. ?Cree que la ciudad est¨¢ preparada para afrontar los nuevos retos a los que se enfrentar¨¢ en los pr¨®ximos a?os ?
R. Me interesa especialmente el de la inmigraci¨®n. El mejor ejemplo de lo que puede ocurrir lo tenemos en los encierros en las iglesias. Los partidos pol¨ªticos, los sindicatos y las instituciones quedaron totalmente desbordados. El encierro hizo mucho m¨¢s por la inmigraci¨®n que los debates en el Parlament y en otros foros. Me pregunto qu¨¦ va a pasar en 2004 con el F¨°rum de les Cultures y me temo que s¨®lo ser¨¢ un circo sobre la sostenibilidad, cuando en la ciudad tuvieron una ocasi¨®n excelente con el encierro y no supieron c¨®mo reaccionar. En asuntos relacionados con la ayuda a los inmigrantes, te encuentras hoy a los sectores de base de la Iglesia y a j¨®venes.
P. ?Qu¨¦ piensa del movimiento okupa?
R. Estoy con ellos porque es de lo m¨¢s vivo que hay en la ciudad. Defienden el derecho a la vivienda y luchan contra la especulaci¨®n. Coincidimos en ambos objetivos aunque lo hagan de forma distinta a como lo har¨ªamos nosotros. Tienen un componente ideol¨®gico alternativo. La sociedad y el Gobierno los criminaliza.
P. ?Pasa a un segundo plano por aburrimiento?
R. En parte. Algo as¨ª me empezaba a pasar ahora en las reuniones con los pol¨ªticos. Adem¨¢s, recuerdo cosas... como una llamada del primer teniente de alcalde, Xavier Casas, cuando las protestas por el proyecto del Bar?a 2000. Me dijo que ya llevaba muchos a?os y que no perdiera el tiempo porque el proyecto se va a hacer. Pero sobre todo me marcho porque siempre he pensado que no es bueno mantenerse muchos a?os en los cargos.
P. Sus encontronazos con el actual arquitecto jefe del Ayuntamiento de Barcelona, Josep Anton Acebillo -con quien estudi¨® en el mismo instituto de Huesca-, casi forman parte de la memoria de la ciudad. ?Han mejorado las relaciones?
R. S¨ª, claro. Pero recuerdo que las discusiones por la cobertura de la ronda fueron sonadas.De la dureza de los enfrentamientos el ex alcalde Maragall lleg¨® a decir que si no se avanzaba en la calle de Rio de Janeiro (Nou Barris) era por culpa de 'dos cabezudos aragoneses'.
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