El tenebroso museo de los talib¨¢n
El r¨¦gimen de Kabul muestra a la prensa internacional lo poco que queda de su colecci¨®n de arte
Tres semanas despu¨¦s del decreto por el que todas las estatuas en Afganist¨¢n deb¨ªan ser destruidas, el movimiento de los talib¨¢n, que detenta el poder en ese pa¨ªs, ha abierto a los periodistas las puertas de un museo nacional l¨®brego, deprimente y tenebroso, cuyas salas, casi vac¨ªas, est¨¢n desprovistas de cualquier tesoro.
El museo nacional, que ha estado cerrado a cal y canto durante la casi totalidad de los ¨²ltimos seis a?os, tuvo en su d¨ªa una inapreciable colecci¨®n de piezas de arte, desde vasijas del paleol¨ªtico, pasando por monedas griegas, hasta las ya tristemente famosas estatuas budistas. Hace unos d¨ªas, poco quedaba de todo eso dentro de la oscura cueva que es el museo, excepto una gran pila de m¨¢rmol, una exposici¨®n de unas 50 piezas montada a la ligera y numerosas estanter¨ªas con cajones que contienen fragmentos de cer¨¢micas clasificados en franc¨¦s en el s¨®tano.
Despu¨¦s de que los talib¨¢n, el grupo isl¨¢mico radical que controla la mayor parte de Afganist¨¢n, ordenasen el pasado 26 de febrero que todas las estatuas e ¨ªdolos preisl¨¢micos que existiesen en el pa¨ªs deb¨ªan ser demolidos, las autoridades confirmaron que hab¨ªan destrozado asimismo un n¨²mero determinado de estatuas pertenecientes al museo que juzgaban dignas de ser adoradas. Los talib¨¢n ya hab¨ªan volado para entonces dos estatuas de Budas gigantes en la provincia central afgana de Bami¨¢n.
'Una vez decretado el edicto comenzamos el trabajo. No hay lugar para sentimentalismos', asegur¨® Ahmad Yar, el director del museo nacional. Sin embargo, el d¨ªa de la visita de los periodistas al museo, ninguna autoridad oficial mostr¨® pruebas de tales destrozos.
Yar y otros funcionarios aseguraron que la mayor¨ªa de las piezas del museo hab¨ªan sido destruidas o saqueadas antes de que el r¨¦gimen de los talib¨¢n tomara el poder en Kabul en 1996, cuando la guerra civil entre la mayor¨ªa de las facciones a principios de 1990 convirti¨® la ciudad en un aut¨¦ntico campo de batalla. Estos mismos funcionarios aseguraron que muchos de los objetos de arte preisl¨¢micos hab¨ªan sido almacenados en lugares seguros para preservar su integridad.
'Hemos preparado esta visita para ustedes para que entiendan que no estamos en contra de la cultura', manifest¨® Yar, mientras guiaba a los periodistas por el sombr¨ªo museo. 'Todos los objetos que atentaban contra las reglas isl¨¢micas han sido destruidos, pero todo lo dem¨¢s lo guardamos cuidadosamente', puntualiz¨®.
Casi todas las salas del museo estaban clausuradas y se negaba el acceso a los periodistas a las mismas, aunque no hab¨ªa se?ales de la existencia de las m¨¢s renombradas posesiones del museo, como los Budas de arcilla de los siglos IV y VII, un faro de Alejandr¨ªa de cristal del siglo II, una estatua de bronce de H¨¦rcules del siglo I y figuritas de diosas de 3.000 a?os antes de Cristo.
Los funcionarios a cargo del museo pasaron el d¨ªa anterior a la visita de la semana pasada preparando una muestra de los objetos para mostrar a la prensa, entre los que se encontraban alg¨²n almirez de madera, varios grabados de la regi¨®n y un mural de caliza del siglo II cubierto de s¨ªmbolos griegos.
La sala Bami¨¢n, que en su d¨ªa contuvo una colecci¨®n de Budas, frescos y esculturas de la era budista de Afganist¨¢n (300-700 despu¨¦s de Cristo), es ahora una habitaci¨®n vac¨ªa. El techo fue destruido por disparos de morteros durante la guerra civil a principios de los noventa y sus muros est¨¢n ahora dibujados con leyendas militares en el dialecto local. 'Los muyahidin son los ej¨¦rcitos de Dios', reza uno de los mensajes. 'Aquel que humille ser¨¢ cegado', pod¨ªa leerse en otro. En un tercero se listaban los nombres de los se?ores de la guerra que lucharon defendiendo Kabul antes de que los talib¨¢n tomaran el poder. 'Su ¨²nico objetivo era saquear el pa¨ªs', se asegura al final de la lista.
El museo fue cerrado por los talib¨¢n en 1996 y permaneci¨® clausurado hasta el pasado verano. Fue reabierto durante varios d¨ªas en agosto pasado para volver a ser cerrado de inmediato, despu¨¦s de que varios l¨ªderes religiosos se quejasen de la existencia de los Budas y las figuras preisl¨¢micas. El museo abri¨® por primera vez sus puertas en 1919 y en la d¨¦cada de los setenta se hizo un completo inventario de los tesoros que ahora han sido destruidos o fueron robados durante el caos que sigui¨® a las luchas de la d¨¦cada pasada.
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