El 'glamour' de prostituirse
Los ni?os rusos de la calle ven la prostituci¨®n como 'carrera prestigiosa', seg¨²n la ONU
Algunos ni siquiera hab¨ªan nacido cuando se desintegr¨® la Uni¨®n Sovi¨¦tica, pero muestran una de las caras m¨¢s amargas de la ca¨ªda del comunismo en Rusia. Alrededor de 620.000 'hu¨¦rfanos sociales'-ni?os abandonados por sus padres y por la sociedad- pululan por las calles de las principales ciudades rusas, prostituy¨¦ndose o prestando su cuerpo a las mafias dedicadas a la pornograf¨ªa infantil. Son las conclusiones de un informe de la Comisi¨®n de Derechos Humanos de Naciones Unidas que se public¨® el mi¨¦rcoles en Ginebra.
Si durante el r¨¦gimen comunista el Estado garantizaba el cuidado de los ni?os desde la guarder¨ªa -lo que facilitaba su adoctrinamiento, incluso en el tiempo libre-, el colapso de las instituciones sovi¨¦ticas ha dejado desatendidos a los menores con familias desestructuradas. Uno de los principales problemas, seg¨²n el informe, es que 'el alcoholismo se ha extendido de manera alarmante' en una poblaci¨®n aquejada de enormes problemas econ¨®micos. La relatora de la ONU para la venta de ni?os, la pornograf¨ªa y la prostituci¨®n infantil, Ofelia Calcetas-Santos, recogi¨® durante un viaje a Mosc¨² y San Petersburgo el pasado octubre el testimonio de un ni?o de nueve a?os que 'pretend¨ªa dormir en la calle porque sus padres estaban borrachos en casa'.
Uno de los datos m¨¢s alarmantes es que la tolerancia de la prostituci¨®n infantil en la sociedad rusa, unida a la falta de educaci¨®n sexual de los ni?os, est¨¢ haciendo que consideren la prostituci¨®n como 'una carrera prestigiosa'. El informe cita a una ni?a de 13 a?os, madre de un beb¨¦, que aseguraba que 'su familia ten¨ªa medios econ¨®micos, pero no tiempo para ella'. Una forma de aumentar su autoestima era ganar su propio dinero, y lo consegu¨ªa prostituy¨¦ndose'.
Esta falta de educaci¨®n tiene como consecuencia el aumento de las enfermedades de transmisi¨®n sexual. 'Los ni?os mantienen muchas veces buenas relaciones con los adultos que abusan de ellos, que incluso los llevan a hacerse chequeos', aseguran en M¨¦dicos del Mundo. De 56 cuestionarios que esta organizaci¨®n puso a disposici¨®n de chicas entre 11 y 18 a?os que se prostitu¨ªan, se desprende que la mayor¨ªa hab¨ªa tenido su primera experiencia sexual entre los 11 y los 13 a?os, y s¨®lo el 36% hab¨ªa consentido. El 58% dijo haber sido alguna vez v¨ªctima de violencia sexual. El 77% reconoci¨® haber recibido dinero y regalos a cambio de sexo, pero no admiti¨® que se estuviera prostituyendo. El 86% de las encuestadas ten¨ªa alguna enfermedad de transmisi¨®n sexual, y el 60% usaba preservativo.
Otra de las consecuencias del desconocimiento es la falta de conciencia de lo que constituye un abuso. 'A veces las mafias captan ni?as en lugares p¨²blicos y les ofrecen dinero a cambio de fotografiarlas desnudas. Pero ellas no tienen la sensaci¨®n de estar haciendo nada traum¨¢tico. Eso ha creado toda una industria de pornograf¨ªa infantil en Mosc¨²'. A menudo los menores que se prostituyen han sufrido abusos sexuales en su familia. Y son frecuentes los casos de ni?os internos en instituciones que a los 18 a?os se ven en la calle, 'con muy poca educaci¨®n y habilidades sociales', por lo que no tienen otro recurso para sobrevivir.
Las ONG sospechan que el hecho de que la polic¨ªa rusa sea tan remisa a actuar se debe a que no quiere incomodar a las mafias en una actividad criminal que 'no es demasiado desestabilizadora para el Estado'. Adem¨¢s, algunos padres y cuidadores infantiles hacen dinero con un negocio en el que los proxenetas -a veces tambi¨¦n menores- ganan unos 200 d¨®lares diarios (37.000 pesetas), de los que la v¨ªctima recibe alrededor de 2.300 pesetas de media, seg¨²n un estudio de la Universidad de San Petersburgo. La apertura de las fronteras rusas en la pasada d¨¦cada ha fomentado tambi¨¦n el turismo sexual desde los pa¨ªses escandinavos.
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