ISABEL II SE PREPARA PARA LO PEOR
El palacio de Buckingham intenta restar importancia al esc¨¢ndalo que la ingenua Sophie -esposa de Eduardo, benjam¨ªn de Isabel II- provoc¨® al caer en la trampa del rotativo The News of The World cuando, creyendo que se entrevistaba con un jeque ¨¢rabe dispuesto a contratar los servicios de su agencia de relaciones p¨²blicas, R-JH, despotric¨® contra su familia pol¨ªtica -'pobre viejecita', llam¨® a su suegra-, la desaparecida Diana y el primer ministro, Tony Blair -'muy presidencial'-, y su esposa, Cherie -'horrible, horrible, horrible'-, entre otros. Pero incluso el intento de que mediara la Comisi¨®n de Quejas sobre la Prensa ha tenido poco ¨¦xito. La reina, dicen los cronistas, est¨¢ enfurecida, y ha concertado una entrevista entre los condes de Wessex y su consejero principal, Robin Javrin. La casa real teme que el diario guarde alg¨²n as -o cinta- en la manga, por lo que el secretario de Isabel II deber¨¢ conocer todos los pormenores de la indiscreta cita y con ello preparar el contraataque. No se ha callado el ministro de Comercio e Industria, Stephen Byers, quien declar¨® en televisi¨®n: 'Para los pol¨ªticos y miembros de la familia real, es importante distinguir entre lo p¨²blico y lo privado. As¨ª que si se me acercara un jeque con una copa de champa?a, me excusar¨ªa y abandonar¨ªa la habitaci¨®n'. Enzarzados en una guerra de primicias y exclusivas, los dominicales, por su parte, no est¨¢n dispuestos a abandonar el caso de las cintas de Sophie y prometen nuevas y explosivas revelaciones. El remedio podr¨ªa pasar por el cierre de Ardent, la productora de televisi¨®n de Eduardo, y R-JH. Mientras tanto, los duques visitaban ayer sonrientes un centro de ayuda a discapacitados, primera comparecencia p¨²blica en el Reino Unido despu¨¦s del viaje que les llev¨® estos d¨ªas por Oriente Pr¨®ximo.-
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