La agon¨ªa preside los ¨²ltimos partidos del torneo Clausura
En el torneo Clausura de la Liga argentina de f¨²tbol deber¨ªa disputarse la Copa agon¨ªa . Todo agoniza. Los triunfos son ag¨®nicos. El River, l¨ªder del campeonato, vence 2-3 al Uni¨®n cuando estaba acorralado, con un jugador menos y sin Saviola en el campo. El San Lorenzo, segundo a dos puntos, vence 3-2 al Independiente con un gol en el ¨²ltimo minuto. El tercero, Chacarita, a ocho puntos del l¨ªder, vence 3-2 al Rosario Central con dos goles convertidos en los cinco minutos finales a?adidos por el ¨¢rbitro. Agon¨ªa de juego, de calidad, de pasi¨®n.
A la emoci¨®n se llega por el absurdo. Los equipos son inestables como los chavales que los integran, irregulares pero entusiastas. El nivel se ha equilibrado a peor y en esas condiciones cualquiera puede ganar por goleada, perder de igual modo o aburrir hasta el hartazgo. Los siempre impredecibles resultados resultan ins¨®litos cuando se los compara con los de la jornada siguiente. El Racing que ven¨ªa de vencer el pasado mi¨¦rcoles en la provincia de C¨®rdoba al Belgrano por 0-1, perdi¨® el s¨¢bado en su campo frente al modesto Almagro por 0-4. El Boca que hab¨ªa vencido 3-0 al l¨ªder, River, perdi¨® esta semana 2-5 con el V¨¦lez que marcha entre los ¨²ltimos y volvi¨® a ganar el domingo en casa por 3-1 frente al Col¨®n.
Los partidos pueden resultar emotivos, pat¨¦ticos o c¨®micos como si el espectador asistiera a una velada de boxeo amateur o de lucha libre especialmente preparada para los ni?os. As¨ª, dos peleadores gordos y pesados o dos flaquitos y d¨¦biles, o uno y uno de distintas categor¨ªas, est¨¢n siempre sobre el ring llamando la atenci¨®n, zurr¨¢ndose a mamporros lanzados con furia o embistiendo al cuerpo sin t¨¦cnica ni destreza.
En esas condiciones el gol p¨®stumo es el golpe definitivo que define la pelea, un grito ag¨®nico que justifica el esfuerzo y permite burlarse del derrotado, pero que se consume y agota en cuanto el festejo se apaga en la garganta. Cuando los aficionados se van a casa y el domingo avanza hacia el lunes, todo pasa y nada de eso que se recuerda con el coraz¨®n queda en la memoria.
Algo de Riquelme, como siempre, en la victoria-tr¨¢mite del Boca frente al Col¨®n ante una extra?a bombonera vac¨ªa. Y es que el Boca recaud¨® poco m¨¢s de 36.000 d¨®lares, la cifra m¨¢s baja desde 1995. Una cantidad preocupante cuando ¨²nicamente abrir el campo y mantener los servicios de seguridad cuesta 50.000 d¨®lares. Algo del orgullo del River remontando un partido que ya daba por empatado o perdido. Algo del San Lorenzo, un equipo que no tiene condiciones suficientes para disputar el t¨ªtulo pero que est¨¢ ah¨ª porque no hay otro. Algo, algo, poco, nada. Al descartar el torneo Clausura y reemplazarlo entre sus objetivos por la Copa Libertadores de Am¨¦rica, el Boca le cedi¨® la vez al River. La disputa entre los dos grandes del f¨²tbol argentino, el Boca y el River se reduce a los partidos entre ellos y al premio consuelo del t¨ªtulo. Los dem¨¢s sirven en realidad como aperitivos de los Boca-River o River-Boca de cada a?o.
Muchas dudas
?Cu¨¢nto hace ya que ning¨²n equipo argentino participa como invitado en torneos o copas de verano europeas? ?Pero no se adaptaba la liga tradicional a los calendarios europeos para facilitar esos viajes? Las preguntas tambi¨¦n agonizan sin respuestas. ?El sistema o los jugadores? ?Qui¨¦n debe adaptarse a qui¨¦n, los directivos o los aficionados? Las dudas cl¨¢sicas del juego alcanzan a la organizaci¨®n del f¨²tbol argentino. La divisi¨®n en dos torneos de la Liga argentina fracas¨®. Apretar la programaci¨®n, concentrar la definici¨®n de un t¨ªtulo en s¨®lo 19 jornadas, s¨®lo provoc¨® una saturaci¨®n de la pasi¨®n hasta vaciarla de contenido. Los equipos no alcanzan la plenitud, no hay tiempo siquiera para recordar las formaciones de una temporada a la siguiente.
El sistema opera bajo la dictadura pol¨ªtica del presidente de la Asociaci¨®n del F¨²tbol Argentino (AFA), Julio Grondona, que lleva m¨¢s de veinte a?os en el cargo, y el control econ¨®mico de la empresa que tiene los derechos de retransmisi¨®n por televisi¨®n hasta el a?o 2014. Todo falla. La t¨¢ctica de cambiar sin que nada cambie, los directivos que juegan con patrimonio ajeno y la estrategia de seguir as¨ª mientras resista. Mientras tanto el juego, la pasi¨®n, el ¨¢nimo, todo agoniza.
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