El ocaso de las grandes metr¨®polis
El crecimiento de las ciudades medianas en Brasil indica que el af¨¢n de calidad de vida prima sobre la b¨²squeda de trabajo
En Brasil la riqueza se est¨¢ trasladando de las grandes metr¨®polis a las ciudades medianas, donde la emigraci¨®n no es la de los que buscan trabajo sino calidad de vida. Las ciudades que hoy m¨¢s crecen no est¨¢n cerca de los grandes centros como S?o Paulo, R¨ªo de Janeiro o Salvador de Bah¨ªa, sino en lugares tranquilos para vivir. Vistas en un mapa, mientras las grandes ciudades son una gran mancha color ceniza con algunos salpicados de verde, las ciudades medianas cada vez m¨¢s ricas aparecen -basta examinar la fotograf¨ªa a¨¦rea, por ejemplo, de Florian¨®polis- como una gran superficie verde salpicada de construcciones.
De las 20 ciudades brasile?as que en los ¨²ltimos 20 a?os reflejan un ¨ªndice de crecimiento mayor del PIB (producto interior bruto), apenas dos est¨¢n cerca de los grandes conglomerados urbanos: Igarassu, en el Grande Recife, e Itagua¨ª, en el Grande Rio. En este momento el 36% del PIB nacional est¨¢ en las ciudades medianas y el 42% en las metr¨®polis, y la tendencia es la de trasladarse cada vez m¨¢s hacia las primeras.
Una investigaci¨®n, hasta ahora in¨¦dita, de Ipea (Instituto de Investigaci¨®n Econ¨®mica Aplicada) revela, seg¨²n el economista Aristides Monteiro Neto que ha participado en dicho estudio, "que la riqueza en Brasil se est¨¢ desconcentrando movida por la efervescencia de las ciudades medianas" y que algunas de las ciudades que m¨¢s han crecido eran hasta hace poco unos verdaderos desiertos.
Es verdad que el PIB industrial continua a¨²n concentrado en la Regi¨®n Suroeste del pa¨ªs, sobretodo en S?o Paulo, que hasta hace poco concentraba casi el 50% del PIB nacional, aunque ya se est¨¢ trasladando a las regiones del norte, noroeste y centrooeste que en 1970 ten¨ªan s¨®lo el 5% del PIB nacional y hoy alcanzan ya el 15%. Una ciudad de S?o Paulo: S?o Bernardo, que en 1970 aparec¨ªa entre las once m¨¢s ricas del pa¨ªs, hoy no figura ni entre las 40 m¨¢s ricas. Y una ciudad como Florian¨®polis que hace 20 a?os no aparec¨ªa en la lista hoy figura en el puesto 25.
Desarrollo industrial
En general, las ciudades que m¨¢s se han desarrollado en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas han tenido un enorme desarrollo industrial. S¨®lo dos de ellas (Florian¨®polis y Porto Velho, capital de Rondonia) han crecido gracias al sector servicios.
El motivo de esta transformaci¨®n de las llamadas ciudades medianas, con alto ¨ªndice en la calidad de vida, se debe, seg¨²n la obra Cidades M¨¦dias Brasileiras, escrita por un grupo de investigadores y que a¨²n no est¨¢ en las librer¨ªas, es que dichas ciudades funcionan como "centros distribuidores de servicios para municipios cercanos, los cuales, a su vez, se dedican a labores agropecuarias". Es decir, que dichas ciudades se est¨¢n convirtiendo en "peque?as capitales" de su regi¨®n. Seg¨²n Thompson Andrade, uno de los autores del libro, esas ciudades medianas son atrayentes "porque no son tan peque?as como para dejar de tener gente capaz de consumir producciones a escala industrial, ni tan grandes que sufran el nivel de vida alt¨ªsimo de las grandes metr¨®polis".
Brasil est¨¢ urbanizando su territorio interior, un d¨ªa abandonado y solitario, a un ritmo acelerado. Hoy las grandes regiones de S?o Paulo y R¨ªo concentran s¨®lo un 20% de la poblaci¨®n nacional, ya que existen en el pais 111 polos altamente populosos. Seg¨²n los expertos, Brasil est¨¢ pasando por una transformaci¨®n parecida a la que vivi¨® Francia despues de la II Guerra Mundial. En aquella ¨¦poca se dec¨ªa que Francia "era Par¨ªs y su desierto" y despues de una pol¨ªtica regional cambi¨® completamente el panorama. Al parecer de Rodrigo Valente, otro de los autores de Cidades M¨¦dias Brasileiras, se trata de un cl¨¢sico fen¨®meno de los pa¨ªses en expansi¨®n y desarrollo. Y, en efecto, este crecimiento de la riqueza en las ciudades medianas es uno de los ¨ªndices que barajan los economistas mundiales para demostrar que Brasil est¨¢ pasando por un fuerte proceso de desarrollo econ¨®mico, a pesar de las muchas lacras que a¨²n la afean, sobre todo, la injusta distribuci¨®n de la riqueza, que, precisamente, es menor en dichas ciudades de porte medio.
De las 20 ciudades medianas que m¨¢s han crecido ¨²ltimamente muchas de ellas hace s¨®lo 20 a?os no ten¨ªan una sola industria. Viv¨ªan, o mejor, sobreviv¨ªan de la ca?a de azucar o de la comercializaci¨®n del coco. Hoy tienen un ¨ªndice anual de crecimiento del 5,7%, debido sobretodo al desarrollo industrial. Un caso emblem¨¢tico es el de Igarassu, una ciudad de 80.000 habitantes, de la regi¨®n metropolitana de Recife que en 1970 no ten¨ªa ni una sola industria y hoy cuenta con 30, que corresponden al 35% de la renta municipal.
Educaci¨®n y tecnolog¨ªa
Otra ciudad parecida es Itajabu, en el sur de Minas Gerais, que ten¨ªa una renta per capita de 900 reales y hoy ha subido a 4.000 gracias al crecimiento del binomio educaci¨®n y tecnolog¨ªa. Con seis escuelas universitarias, es hoy la ciudad con un n¨²mero seis veces mayor de licenciados que la media nacional. Ello le ha dado una mano de obra cualificada que atrajo industrias de alta tecnolog¨ªa. Hoy Itajabu produce fibras ¨®pticas, reactores, componentes electr¨®nicos y cuenta hasta con la ¨²nica f¨¢brica de helic¨®pteros de Am¨¦rica Latina: la Helibr¨¢s. Y tiene ya grandes planes de futuro. El Ayuntamiento y la Escuela Federal de Ingenier¨ªa tienen proyectos para transformar Itajabu en una tecn¨®polis, en una verdadera ciudad tecnol¨®gica. La idea es la de crear all¨ª la versi¨®n brasile?a del Valle del Silicio, el reducto de alta tecnolog¨ªa de California, en los Estados Unidos. Se est¨¢ ya implantando un complejo educativo que ense?ar¨¢ telem¨¢tica, rob¨®tica, microelectr¨®nica, geoprocesamiento y tecnolog¨ªa de la informaci¨®n, entre otras materias.
Por ahora, estas ciudades medianas aparecen como peque?os oasis o para¨ªsos que est¨¢n atrayendo a familias, incluso de clase media alta, que escapan de las grandes metr¨®polis como S?o Paulo, R¨ªo o Salvador en busca m¨¢s que de bienestar econ¨®mico de calidad de vida y de una existencia con menos violencia callejera, sin asaltos a mano armada en los autobuses o en los coches parados en los sem¨¢foros, sin secuestros, sin contaminaci¨®n atmosf¨¦rica y m¨¢s lejos de la tentaci¨®n de las drogas para los hijos.
Pero, ?hasta cuando durar¨¢ ese clima de para¨ªso? Esa es la pregunta y la inc¨®gnita ya que la experiencia indica que el crecimiento econ¨®mico y el binestar arrastra consigo todas las lacras de las grandes megal¨®polis. Sin embargo por el momento en dichas ciudades menores las oportunidades son mayores y la vida es m¨¢s sosegada y tranquila. Es como cuando en una gran ciudad -dicen los soci¨®logos- la gente se va trasladando del barrio que se hace m¨¢s violento y se degrada m¨¢s a otro a¨²n m¨¢s tranquilo, con m¨¢s verde y con menos presi¨®n social de la pobreza.
Florian¨®polis, la urbe diosa
Si hoy existe en Brasil una ciudad encantada, que atrae como una diosa a la clase media del pa¨ªs, ¨¦sta es Florian¨®polis, en el Estado de Santa Catarina, una isla unida por un moderno puente al continente.
Es una de las pocas ciudades donde para ir de un barrio a otro hay que atravesar grandes espacios verdes. El 43% de la ciudad es una reserva de verde permanente. Tiene m¨¢s de cien playas maravillosas. Seg¨²n todos los informes, es la ciudad de Brasil con m¨¢s calidad de vida, con un crecimiento del PIB (producto interior bruto) anual de un 6% que supera todos los records. Y ni siquiera es una ciudad populosa.
Cuenta s¨®lo con 330.000 habitantes. S¨®lo en cuatro a?os, 29.000 personas se trasladaron a ella, no en busca de trabajo o dinero sino de paz y que, al rev¨¦s de la cl¨¢sica inmigraci¨®n, llevan consigo riqueza. Hay escuelas privadas en las que el 80% de los alumnos son hijos de familias llegadas de fuera. Y ha tenido la suerte de que no se han creado en ella las cl¨¢sicas favelas de las grandes ciudades sino que se han instalado en los grandes polos industriales de la regi¨®n donde, por ejemplo en Joinville, existe un parque industrial que da trabajo a 60.000 obreros.
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