Los presidentes de las 4 diputaciones se oponen al 'informe Roca' y defienden la divisi¨®n provincial

Los presidentes de las cuatro diputaciones catalanas coincidieron ayer en el Parlament en echar por tierra alguno de los grandes principios contenidos en el informe Roca sobre reorganizaci¨®n territorial de Catalu?a. Los m¨¢ximos representantes provinciales -tres nacionalistas (Girona, Lleida y Tarragona) y uno socialista (Barcelona)- conminaron a los parlamentarios a limitar los cambios administrativos al marco de competencias propio del Parlament, es decir, mantenimiento de la actual divisi¨®n provincial aunque convirtiendo las diputaciones en veguer¨ªas.

Manuel Royes, de Barcelona; Carles P¨¢ramo, de Girona; Josep Pont, de Lleida, y Josep Marin¨¦, de Tarragona, comparecieron ayer a puerta cerrada en la comisi¨®n de estudio sobre la propuesta del nuevo modelo territorial de Catalu?a. Aunque en principio su asistencia deb¨ªa ce?irse a expresar su opini¨®n sobre las directrices de la futura organizaci¨®n territorial, sus opiniones se dirigieron principalmente a censurar las propuestas del informe Roca: ampliaci¨®n del n¨²mero de comarcas, creaci¨®n de seis veguer¨ªas, supresi¨®n de las cuatro provincias y desaparici¨®n de los municipios de menos de 250 habitantes, que quedar¨ªan adscritos a otros mayores.

Para los presidentes de las diputaciones, el Parlament deber¨ªa evitar adentrarse en posibles reformas que requieren cambios legislativos m¨¢s all¨¢ de sus competencias, como por ejemplo la desaparici¨®n de los actuales l¨ªmites provinciales. Esta modificaci¨®n est¨¢ condicionada a una ley org¨¢nica, que deber¨ªa ser aprobada por el Congreso y el Senado, un largo y complicado tr¨¢mite. Pero adem¨¢s, existen varias sentencias del Tribunal Constitucional en contra de esta posibilidad.

La soluci¨®n propuesta por los cuatro presidentes se basa en mantener las provincias, aunque puedan denominarse veguer¨ªas, y la creaci¨®n de regiones o subregiones dentro de estos mismos territorios para satisfacer as¨ª las demandas de zonas espec¨ªficas como las tierras del Ebro, el eje pirenaico o las comarcas de la Catalu?a central. Manuel Royes defendi¨® adem¨¢s la necesidad de que las reformas tengan en cuenta la realidad del ¨¢rea metropolitana de Barcelona, 'que re¨²ne a 150 municipios y unos 4,2 millones de habitantes', donde se superponen diferentes administraciones.

La iniciativa, que prev¨¦ que las veguer¨ªas sean gobernadas por diputados elegidos en los comicios municipales, no necesitar¨ªa de una reforma del marco legal estatal y podr¨ªa ser aprobada por el Parlament, ya que no modifica el n¨²mero de provincias. A juicio de los m¨¢ximos representantes provinciales, esta reestructuraci¨®n permitir¨ªa el mantenimiento de los municipios peque?os porque 'este ente supramunicipal y supracomarcal les facilitar¨ªa el trabajo y recursos para ofrecer servicios a los ciudadanos'.

Respecto a los consejos comarcales, los presidentes de las diputaciones apostaron por que estos organismos pierdan peso pol¨ªtico y se conviertan en una mancomunidad de servicios y gestores de recursos, presididos por un consejo de alcaldes. Royes fue quien se mantuvo m¨¢s firme en esta idea.

Las censuras a las propuestas del informe Roca continuaron con el rechazo de los cuatro presidentes a la posible supresi¨®n de las poblaciones de menos de 250 habitantes y su vinculaci¨®n a otros municipios vecinos.