La belleza del movimiento
La autora defiende que el mundo de la danza ha tomado cuerpo en el proyecto impulsado por la Generalitat valenciana
El mundo de la pl¨¢stica, desde la pintura hasta la danza, desde la inmovilidad aparente de la escultura hasta el m¨¢s fugaz de los atuendos de la representaci¨®n teatral es la inmensa historia de una pasi¨®n. Muchos fueron los que dedicaron y dedican el esfuerzo y el vigor de una vida a su pasi¨®n principal: el arte. En sentido amplio, debemos considerar arte cualquier manifestaci¨®n humana que produce por ella misma un sentimiento de placer, de reconocimiento de la excelsa obra de la naturaleza humana.
El instante irrepetible que nos ha seducido ante un cuadro, o la visi¨®n poli¨¦drica que nos ofrece una escultura, son miradas fijas, diferentes, repetibles y, por ende, acumulativas en nuestra retina. Pero, poco o nada tienen que ver con el instante preciso de una nota musical, de una representaci¨®n teatral o, m¨¢s concretamente, de un movimiento pl¨¢stico -irrepetible por su fugacidad- de un paso de danza. Solo el cuerpo, casi desnudo, puede ofrecernos una sensaci¨®n de exactitud y plasticidad, como la que ofrece la danza.
Esa fragilidad, irrepetible en su representaci¨®n, es la que ya destacaba el viejo Ovidio cuando afirmaba que 'la belleza es un bien muy fr¨¢gil' a lo que yo a?adir¨ªa y vivido con pasi¨®n. Esa misma pasi¨®n que han vivido a lo largo de los tiempos Fred Astaire, Jean Georges Noverr¨¦, Antonio Gades, Nacho Duato o Vicente S¨¢ez. Cada uno en su ¨¦poca han marcado un estilo, una manera de entender la comunicaci¨®n con su entorno, pues decidieron vivir con pasi¨®n la belleza del movimiento. Sus pasos, su puntilleo, sus movimientos de carrusel se han fijado instant¨¢neamente en la retina persuadida del espectador que asiste a la comuni¨®n del arte. La generaci¨®n y la exaltaci¨®n de una sensibilidad irredenta de miles de personas at¨®nitas ante el movimiento que sirve para individualizar el arte en cada uno de ellas.
Sin embargo, ninguno de estos artistas, ni evidentemente, ninguno de estos movimientos hubiesen sido posibles sin un largo camino nacido de la observaci¨®n y el estudio que desembocan en un escenario, en un momento ¨²nico que no se guarda en el museo sino en la irrepetible fugacidad de la sensibilidad.
Esta labor de preparaci¨®n, creaci¨®n de infraestructuras y potenciaci¨®n de los artistas es lo que se fij¨® como objetivo la Generalitat Valenciana con la creaci¨®n del Centro Coreogr¨¢fic, ¨²nico centro de Espa?a. El a?o 1998 fue el punto de arranque de un proceso que busca no solo la formaci¨®n sino sobre todo la consolidaci¨®n de un modelo que se convierta en referencia internacional. As¨ª hemos buscado la colaboraci¨®n internacional de artistas inefables como Alicia Alonso, pero tambi¨¦n de artistas valencianos que puedan conocer la historia para romper, si as¨ª lo desean, con ella.
El pasado a?o adem¨¢s de consolidar el festival Dansa Val¨¨ncia ha servido para ofrecer una proyecci¨®n internacional del ¨¢rea de danza. De ah¨ª la presencia de la danza en el encuentro Internacional de las Artes y tambi¨¦n en la pr¨®xima Bienal de las Artes que tendr¨¢ lugar entre los meses de junio y octubre en la ciudad de Valencia y donde tendr¨¢n un espacio destacado los profesionales de la danza con sus m¨¢s recientes actividades.
Hace tres a?os, con motivo del D¨ªa Internacional de la Danza, que hoy tambi¨¦n celebramos, me arriesgaba a escribir que una nueva generaci¨®n de bailarines de la que esper¨¢bamos grandes cosas, estaba tomando cuerpo. Rememorando aquellos momentos tan esperanzadores, podemos aplicar las palabras po¨¦ticas que William Corsythe, Director del Ballet de Franckfurt ha escrito en el mensaje del D¨ªa Internacional de la Danza del presente a?o:
'Parece que estuvi¨¦ramos empezando a caminar;llegaremos tan lejos como la tierra sea f¨¦rtil'.
Hoy, sin temor a equivocarme, puedo afirmar que el mundo de la danza ha tomado cuerpo, que la inteligencia creadora afianzar¨¢ un proyecto que levant¨® en vuelo a partir del momento en que la cultura cerr¨® las puertas al dirigismo para abrirlas de par en par a la generaci¨®n de esperanzas.
La efervescencia cultural y art¨ªstica vivida por nuestra Comunidad en los ¨²ltimos a?os, cuenta con la mayor interconexi¨®n entre las artes jam¨¢s imaginada. La danza, desde su posici¨®n, ha impulsado una renovaci¨®n que ha irradiado sobre otras manifestaciones art¨ªsticas al tiempo que se ha embebido de ellas. Una vez m¨¢s los c¨ªrculos conc¨¦ntricos difuminan sus l¨ªmites para entremezclarse en una visi¨®n gozosa e intercomunicativa.
Consuelo Ciscar es subsecretaria de Promoci¨®n cultural.
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