Los ¨¢nimos de un debutante
Cuando se hace por primera vez el pase¨ªllo en la plaza de Las Ventas hay que salir con los ¨¢nimos a la altura de las nubes. Si no, m¨¢s vale quedarse en casa leyendo el Coss¨ªo. El deseo de triunfo y el suficiente entusiasmo y aliento para lograrlo son imprescindibles en un debutante.
Con ese af¨¢n se ha presentado en la plaza madrile?a un novillero de la localidad jiennense de Martos que se llama Rafael S¨¢nchez Pulido. Sus ambiciones empezaron nada m¨¢s salir su primer novillo, al que recibi¨® en el tercio con una larga cambiada de rodillas. Despu¨¦s, en el manejo del capote se le apreciaron aromas andaluces en los remates.
Ese su primer enemigo result¨® ser un torete renqueante, manso y berre¨®n. Ninguno de esos problemas pareci¨® afectar al ne¨®fito, que se fue al centro del redondel para pas¨¢rselo por la espalda en dos ce?idos muletazos en la suerte del p¨¦ndulo. Y all¨ª sigui¨®, en ese centro geom¨¦trico, donde el novillo pesaba una barbaridad, pas¨¢ndolo de muleta con desiguales resultados. Le sal¨ªan muchos muletazos faltos de temple y no terminaba de mandar en la embestida, como hubiera sido de desear. El novillo, empujado por su mansedumbre y en vista de que el dominio del torero era escaso, se escap¨® a los tableros del tendido 1. All¨ª se defendi¨® y termin¨® por no pasar.
Puerto / Alca?iz, Marcos, S¨¢nchez
Cuatro novillos de Puerto de San Lorenzo, de presencia desigual, muy flojos y mansos. De Fraile Mart¨ªn: 2?, mal presentado e inv¨¢lido; 4?, discreto, muy flojo y manso. Gregorio Alca?iz: estocada ladeada -primero y segundo aviso- y cae el novillo (silencio); estocada perdiendo la muleta -aviso- y dos descabellos (aplausos y saludos). Leandro Marcos: estocada ca¨ªda y rueda de peones que tumba al novillo (aplausos y sale al tercio); estocada atravesada perdiendo la muleta -aviso- y cuatro descabellos (aplausos y tambi¨¦n pitos al saludar). S¨¢nchez Pulido, nuevo en esta plaza: estocada corta tendida y ca¨ªda y tres descabellos (silencio); tres pinchazos, estocada corta perpendicular -aviso- y se echa el novillo (silencio). Plaza de las Ventas, 29 de abril. 1? de abono. Casi lleno.
Muchos problemas presentaba el sexto. Manso y flojo, top¨®n y sin humillar. El de Martos se qued¨® quieto, aunque volvi¨® a adolecer de falta de mando. Intent¨® el toreo lineal sin darse cuenta de que hab¨ªa que tratar de corregir antes los defectos de la res; s¨®lo al final lo machete¨® por bajo con aceptable t¨¦cnica.
Este torero andaluz ha demostrado que tiene lo principal: ¨¢nimo y valor. Ahora, a dedicarse a superar sus evidentes carencias.
El madrile?o Gregorio Alca?iz no ha salido muy bien parado de esta su nueva salida a Las Ventas. Se defendi¨® mal, desde el reducto de su mansedumbre, el primer novillo y Gregorio no acert¨® a conducir adecuadamente su embestida. Tampoco supo darle sitio. Al final del trasteo, cuando le baj¨® la mano y no le quit¨® la muleta de la cara despu¨¦s de rematar, consigui¨® llev¨¢rselo toreado. Lo malo es que entonces ya se hab¨ªa acabado el novillo. Con el cuarto brill¨® en algunas trincheras y en tal o cual muletazo de mano baja. Con la mano izquierda dio muchos tirones a cual m¨¢s feo. Y se perdi¨® en un barullo de desarmes y aspavientos despu¨¦s de ir aprovechando querencias al final de la faena. Tendr¨¢, adem¨¢s, que explicar por qu¨¦ se hizo un l¨ªo en banderillas con los terrenos. Por darle ventaja al novillo en los medios sufri¨® un revolc¨®n.
Leandro Marcos demostr¨® sus ya conocidas buenas maneras en algunos pasajes de su faena al segundo. Sufri¨® una voltereta por despreciar el peligro de un novillo muy mir¨®n. En el quinto cay¨® en los defectos de ahogar y no dar sitio a un novillo que, naturalmente, termin¨® por mandar m¨¢s que el torero.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.