Oteiza expone dos esculturas realizadas en bronce este a?o
Jorge Oteiza, de 92 a?os, inaugur¨® ayer una exposici¨®n de 39 piezas en el centro cultural de Ibercaja en Zaragoza, con el t¨ªtulo de Espacialto, que incluye dos creaciones -P¨²lpito y memoria y Oraci¨®n lunar- realizadas este mismo a?o. Estas dos piezas marcan un hito porque son las primeras que el artista realiza desde que en 1959, dos a?os despu¨¦s de recibir el premio de la Bienal de S?o Paulo, decidi¨® no volver a esculpir -'para no repetirme a m¨ª mismo, seguir explotando el fil¨®n, ni hacer un desarrollo manierista de mis hallazgos'-, y porque est¨¢n realizadas en un material hasta ahora inexistente en su obra, el bronce. 'Lo hizo porque nunca lo hab¨ªa utilizado, pero es un bronce rugoso para detener el tiempo. Si es liso, como los materiales de sus otras esculturas, se escapa; la rugosidad lo detiene', afirm¨® Carlos Catal¨¢n, comisario de la exhibici¨®n.
La exposici¨®n abierta en Zaragoza se centra en su investigaci¨®n sobre el espacio, entre 1955 y 1959, cuando cierra su ciclo, y es la misma que se pudo contemplar en Navarra el pasado a?o, con el a?adido de sus dos nuevas creaciones. 'Oteiza es tremendamente honrado y deja de esculpir cuando decide que tiene las manos vac¨ªas de escultura, de masa', record¨® Catal¨¢n.
Oteiza -que, siguiendo los consejos de los m¨¦dicos, no viaj¨® a Zaragoza- concibi¨® en un principio P¨²lpito y memoria como un ¨²tero, con una escultura dentro de la escultura; luego descubri¨®, en palabras de Carlos Catal¨¢n, que era un excelente objeto para difundir el mensaje de la memoria de todas sus obras. En Oraci¨®n lunar, la parte baja del bronce define el horizonte en un hueco que desemboca en la profundidad y se corona con la luna.
Armon¨ªa
Enemigo del colosalismo, porque est¨¢ obsesionado con la armon¨ªa, califica de caras las grandes obras escult¨®ricas en espacios p¨²blicos. 'En escultura no hacen falta grandes medios: en el hueco de la mano, con un poco de barro, un alambre, unas tizas, una lata, unas tijeras..., nacen las grandes esculturas, nace la arquitectura. Las cosas m¨¢s monumentales cuesta dinero inflarlas, hacerlas importantes para los dem¨¢s. Las esculturas muy grandes son para los pueblos cretinos que al contemplarlas se ven a s¨ª mismos amplificados', dice.
Su Laboratorio de tizas, en el que trabaj¨® cuando dej¨® de esculpir, es una serie de peque?as maquetas hechas con madera, lata o tizas. Est¨¢n presentes en la exposici¨®n junto a la obra a la que alumbraron. En Zaragoza se ven gestos de su historia y su car¨¢cter: la pieza que la censura franquista impidi¨® que colgase en Madrid, Corte de mangas, de 1975, y el edificio dise?ado para ser sede del PNV, que tampoco construy¨® por discrepancias con el partido.
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