Un pod¨®logo deg¨¹ella en Madrid a su socia y al novio de ¨¦sta y se suicida cort¨¢ndose las venas
El crimen se produjo durante una discusi¨®n por discrepancias econ¨®micas y profesionales
El doble asesinato seguido de suicidio se produjo al filo de las dos de la tarde en el piso primero derecha de la calle Camino de Viaje de Legan¨¦s, 82, donde Adalberto Guti¨¦rrez viv¨ªa y regentaba una consulta de podolog¨ªa. Cuando se hab¨ªa marchado el ¨²ltimo cliente, su socia Mar¨ªa Antonia Cuesta, que era la que dispon¨ªa del t¨ªtulo necesario para desarrollar la actividad, le reclam¨® unas 100.000 pesetas que le deb¨ªa por sus servicios. Entonces se produjo una discusi¨®n entre ambos.
La muchacha, que sab¨ªa del car¨¢cter agresivo de su socio, telefone¨® a su novio, que estaba esper¨¢ndola en la calle junto a un hermano de ella, Ram¨®n Cuesta Pelaz. Los dos hombres, seg¨²n manifest¨® una vecina de una tienda de deportes pr¨®xima, subieron r¨¢pidamente al consultorio y Adalberto les abri¨® la puerta.
'El pod¨®logo s¨®lo dej¨® entrar al novio; al otro lo ech¨® de malos modos y despu¨¦s de cerrar la puerta se oy¨® un disparo. Ram¨®n baj¨® y nos dijo que avis¨¢ramos a la polic¨ªa', relata la vecina.
Cuando llegaron los agentes policiales, la puerta estaba cerrada y la m¨²sica estaba muy alta. No se o¨ªa ruido alguno ni se?ales de pelea. Tras derribar los bomberos la puerta, los polic¨ªas se encntraron con un panorama desolador: Fernando Calvo yac¨ªa, con el cuello seccionado, en el vest¨ªbulo, una estancia amplia que da paso al resto de las habitaciones. M¨¢s all¨¢, en la habitaci¨®n de la consulta y, sentado en una silla, fue hallado el cad¨¢ver de Mar¨ªa Antonia Cuesta, asesinada de la misma manera. Finalmente, en la cocina, fue descubierto el cuerpo de Adalberto, que mostraba un profundo corte en una mu?eca y otro m¨¢s superficial en la otra.
Pistola de fogueo
Durante la inspecci¨®n ocular, los funcionarios del Grupo de Homicidios de la Brigada Judicial localizaron tambi¨¦n una pistola de fogueo y un proyectil percutido, lo que prueba que el homicida efectu¨® un disparo para intimidar a las v¨ªctimas antes de degollarlas.
'Era una persona muy rara, com¨ªa aqu¨ª el men¨² todos los d¨ªas, pero el segundo plato se lo llevaba', asegura el camarero de un bar situado en el mismo inmueble, que coincide con los vecinos en asegurar que desde que Adalberto fue abandonado por su esposa, tambi¨¦n uruguaya, estaba muy raro. 'A la mujer la ve¨ªamos cada dos por tres con un collar¨ªn, porque, al parecer, ¨¦l la maltrataba y lleg¨® a tenerla encerrada quince d¨ªas. Despu¨¦s, en verano, aprovechando que fue a ver a sus familiares a Uruguay, ella se qued¨® y le dijo que no pensaba volver', asegura otra vecina.
Mari Carmen, como se llama la esposa de Adalberto, era pod¨®loga en Montevideo, pero en Espa?a no le homologaron el t¨ªtulo. Fue entonces cuando se asoci¨® con Mar¨ªa Antonia Cuesta para explotar la consulta. Las dos mujeres se llevaban muy bien y a la consulta no le faltaban clientes. Adalberto, que era el titular del negocio al ser ¨¦l quien ten¨ªa alquilada la vivienda, se dedicaba a tocar la bater¨ªa en un grupo de m¨²sica denominado Tools. Sin embargo, cuando Mari Carmen decidi¨® abandonar a su marido las cosas se torcieron.
'Mi sobrina To?i no quer¨ªa seguir con ¨¦l y ya ten¨ªa un local preparado para instalarse por su cuenta. Hace una semana me dijo que se iba a despedir y que le iba a reclamar lo que le deb¨ªa. Yo le dije que se olvidara, pero que no metiera a su novio por medio, pero mira...', asegura Miguel G¨¢ndara, t¨ªo de la muchacha en cuya casa vivi¨® cuando vino de su Tornavacas (C¨¢ceres) natal para estudiar en Madrid.
Fue en Tornavacas donde Mar¨ªa Antonia conoci¨® a Fernando Calvo, encargado de una f¨¢brica de bolsos en San Fernando de Henares, que sol¨ªa acudir al pueblo con unos amigos. La pareja se enamor¨® y ya llevaba dos a?os viviendo junta en Parla y el pr¨®ximo agosto ten¨ªa previsto casarse.
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