Viena se rinde ante una amplia muestra de las obras de El Greco
El Prado presta a la muestra austriaca piezas claves del artista
"Ten¨ªamos que sacarnos aquella espina", brome¨® el director del museo vien¨¦s, Wilfried Seipel, recordando el desaf¨ªo planteado por el difunto escritor Thomas Bernhard, quien con su acostumbrado sarcasmo hab¨ªa criticado a la suntuosa pinacoteca de Viena indicando que no posee "ni un goya y ni siquiera un greco".
Lo m¨¢s extra?o es que precisamente a un pintor del siglo XVI tan aclamado como precursor del expresionismo alem¨¢n no se le haya dedicado hasta ahora el espacio merecido en esta regi¨®n. Aunque en Budapest, M¨²nich y Praga hay algunas importantes obras de El Greco, ninguna fue nunca propiedad de la casa real de los Habsburgo, cuyo tesoro forma parte de la extensa colecci¨®n vienesa. "Se debe a que las representaciones religiosas del artista oriundo de Creta no eran del gusto del rey de Espana, Felipe II, de la casa de los Austria, quien hubiese sido el eslab¨®n que lo hubiera conducido a Viena, capital del imperio", explica la comisaria Sylvia Ferino-Pagden. Actualmente muchas de las obras m¨¢s valiosas de El Greco se encuentran en museos de EEUU. Fueron adquiridas en los siglos XIX y XX.
Cuesti¨®n de gustos
"La est¨¦tica de El Greco, vinculada al manierismo y muy cr¨ªtica frente al clasicismo en la pintura no respond¨ªa al estilo que estaba buscando Felipe II ni tampoco fue apreciado en un principio por los museos que apostaron por el clasicismo. No me sorprende que se haya fijado en este detalle otro esp¨ªritu cr¨ªtico, como el de Bernhard", coment¨® el director del Museo del Prado, Fernando Checa.
En su opini¨®n, dada su alta calidad, esta exposici¨®n en Viena es a escala mundial "sin duda alguna la mejor monogr¨¢fica de El Greco desde hace m¨¢s de 20 a?os", en concreto desde la muestra en el Prado en 1980. Es una selecci¨®n muy selecta que incluye, entre otros, cuadros famosos como El caballero de la mano al pecho, El pol¨ªtico de M¨®dena, La Trinidad, Laocoonte y algunas obras que nunca estuvieron en el Prado, como el retrato de fray Hortensio F¨¦lix Paravicino, propiedad del Museum of Fine Arts de Boston,que por primera vez regresa a Europa. Seg¨²n Checa, "este cuadro es considerado por muchos cr¨ªticos como la mejor obra del pintor".
Los retablos, lienzos, dos esculturas y algunos dibujos, que se exponen en orden cronol¨®gico, reflejan todas las etapas del artista nacido en Grecia, que comenz¨® su trayectoria como pintor de iconos, perfeccion¨® su t¨¦cnica en Venecia y Roma antes de establecerse en Espa?a. Reunir lo mejor de El Greco no es f¨¢cil. Checa admiti¨® que fue "una excepci¨®n en atenci¨®n a las buenas relaciones con el Museo de Historia del Arte de Viena" que el Prado dejara a un lado sus reticencias para ceder obras que nunca hab¨ªan salido de Madrid, como La Trinidad. Fue un gesto de recompensa a favor de la colecci¨®n vienesa "por sus generosos pr¨¦stamos a Espa?a, en torno a las exposiciones con las que se conmemor¨® el a?o pasado a Carlos V".
La estrecha cooperaci¨®n entre los dos tradicionales museos de Viena y Madrid est¨¢ resultando muy fruct¨ªfiera. Para el a?o que viene se proyecta una monogr¨¢fica de Goya en Viena.
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