El Misteri
Hasta que lleg¨® la televisi¨®n la tradici¨®n oral se hallaba en el origen de todas las f¨¢bulas. Desde las gentes primitivas que contaban sus historias alrededor del fuego hasta los gritos de los patios de vecinos mediterr¨¢neos pasando por las aulas universitarias, la transmisi¨®n del conocimiento sol¨ªa tener una plaza por escenario, un ¨¢gora como dec¨ªan los griegos. Incluso la irrupci¨®n de la radio en la vida cotidiana, all¨¢ por los a?os treinta, no quebr¨® el valor de la palabra ni elimin¨® el papel de un narrador cercano. Aunque fuera a trav¨¦s de las ondas. Pero la avalancha de los medios audiovisuales, la globalizaci¨®n de las comunicaciones y el circo en que se ha convertido el turismo hacia pa¨ªses llamados ex¨®ticos han arrasado o trivializado los vestigios de cualquier tradici¨®n oral.
Zoco de verbos y de emociones, mercado de objetos y tambi¨¦n de sentimientos, inmenso espacio para la palabra y con el imponente Atlas y el desierto a sus espaldas, la plaza de Xem¨¢ el Fn¨¢, de Marraquech, ha mantenido ese car¨¢cter de encrucijada de caminos, de aprovisionamiento de caravanas. A pesar de los enormes cambios culturales, los encantadores de serpientes o los vendedores de alfombras ponen en escena el gran teatro del mundo cada atardecer de Marruecos. Preocupado por los peligros que se ciernen sobre esta singular forma de vida, el escritor Juan Goytisolo, residente en Marraquech desde hace a?os, ha impulsado que la Unesco conceda hoy declaraciones de patrimonio oral de la humanidad a algunas manifestaciones culturales de este tipo. Y, entre ellas, figura el Misteri de Elche, el ¨²nico auto sacramental que todav¨ªa se representa en una iglesia. Espect¨¢culo bell¨ªsimo, esta pieza de teatro musical congrega todos los meses de agosto a toda una ciudad que vibra con su s¨ªmbolo m¨¢s querido. Si todo transcurre seg¨²n lo previsto, el citado comit¨¦ de la Unesco incluir¨¢ hoy el Misteri entre sus distinciones. Quiz¨¢ ahora muchos valencianos se animen a comprobar que no es necesario viajar a lugares remotos para disfrutar de una ceremonia que es patrimonio de la humanidad.
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