No importa ni d¨®nde ni c¨®mo ni cu¨¢ndo
Toda una vida
De Ananda Dansa. Int¨¦rpretes, Susana Rodrigo, Toni Aparisi. Vestuario, Francis Montesinos. Iluminaci¨®n, Josep Solbes. Escenograf¨ªa, Edison Valls. M¨²sica, Pep Llopis. Creaci¨®n y direcci¨®n esc¨¦nica, Ros¨¢ngeles Valls, Edison Valls. Direcci¨®n coreogr¨¢fica, Ros¨¢ngeles Valls. Teatro Rialto. Valencia.
Lo primero que hay que decir es que no s¨®lo nuestro pasado est¨¢ repleto de 'represi¨®n y de consignas'. Tambi¨¦n nuestro presente, como bien saben los hermanos Valls y no ignora Rodolf Sirera, autor de un curioso texto de presentaci¨®n de este ¨²ltimo espect¨¢culo de Ananda Dansa que firma en la documentaci¨®n pero no en el programa de mano.
El asunto va de rememoraci¨®n -supuestamente cr¨ªtica- del ¨¢mbito dom¨¦stico en los a?os cincuenta, para desde?ar una educaci¨®n sentimental de la que los autores de este texto no s¨®lo no parecen haberse librado sino que contribuyen a prolongar a su manera. Como si no hubiera aspectos m¨¢s estimulantes de la situaci¨®n de la mujer, y del hombre, de ahora mismo para afinar la punter¨ªa con m¨¢s tino y mayor compromiso. Pero se ve que el prop¨®sito era dejarse llevar por lo m¨¢s f¨¢cil en nombre de una nostalgia de testimonio. Una idea de tanta trivialidad puede darla el hecho de que se reproducen en off algunas intervenciones radiof¨®nicas de Elena Francis, y no contentos con recurrir a algo tan f¨¢cil, todav¨ªa se permiten subrayar algunos fragmentos.
Una endeble coreograf¨ªa -con la que Toni Aparisi y Susana Rodrigo hacen lo que pueden, que ya es bastante- recurre en ocasiones a esa gestualidad que tanto se parece a un informativo de telediario para sordos, cuando no se interna lejos de toda timidez por el fastidioso camino de la diseminaci¨®n de breves escenas concebidas a la manera del culebr¨®n televisivo, y el resultado viene a ser la triste constataci¨®n de que la naftalina tiene un olor tan penetrante que acaba por impregnar todo el montaje.
Cabe a?adir que tanto el contenido como la presentaci¨®n de las escenas de infelicidad en este pobre matrimonio esc¨¦nico parecen tomadas otras veces de la revista del Alc¨¢zar de los a?os a los que se remonta ilusoriamente esta confortable denuncia fingida, algo que acaba por contagiar el limpio trabajo de la pareja ejecutante, perdida en m¨¢s de una ocasi¨®n en un repertorio de gestos y movimientos de muy pobre significaci¨®n. Ananda Dansa lleva como 20 a?os en la brecha, y es mal asunto que ofrezca ahora un producto tan pobre como ¨¦ste.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.