Editores, libreros e instituciones afinan la punter¨ªa para dar en la diana del lector

Otro a?o m¨¢s, el mundo editorial pone a punto la maquinaria para la cita m¨¢s importante con los lectores de Madrid. Los partes meteorol¨®gicos de los ¨²ltimos d¨ªas anuncian una din¨¢mica mucho m¨¢s estable y hablan de tiempo soleado, c¨¢lido, tibio. No es mala noticia. La lluvia forma parte de la iconograf¨ªa de la feria, pero no estar¨ªa de m¨¢s que este a?o no acudiera. Ser¨ªa una manera de subrayar los cambios que esta edici¨®n ofrece. Por lo pronto, un nuevo equipo organizador que, con Fernando Valverde como presidente y Antonio Albarr¨¢n como director al frente, se ha propuesto convertir las visitas a la feria en algo m¨¢s f¨¢cil para los ciudadanos. Todo est¨¢, por tanto, dispuesto para que hoy, a las once de la ma?ana, y en la puerta de O'Donnell (la que est¨¢ justo enfrente de las antiguas Escuelas Aguirre), se d¨¦ el pistoletazo de salida a esta celebraci¨®n anual de la lectura, la 60? edici¨®n de la Feria del Libro de Madrid.

La novedad m¨¢s sonora apunta esta vez hacia uno de los elementos tradicionalmente m¨¢s pol¨¦micos del certamen: las listas oficiales de libros m¨¢s firmados y de t¨ªtulos m¨¢s vendidos. No habr¨¢ tales listas. Es una apuesta de los organizadores por subrayar lo verdaderamente relevante: el encuentro de cada lector con los textos que le interesen, m¨¢s all¨¢ del ruido, de n¨²meros y recuentos, de nombres presentes y de nombres olvidados, de la ligereza o del rigor a la hora de contar los t¨ªtulos vendidos, que este tipo de propuestas no han dejado de desencadenar edici¨®n tras edici¨®n. Y es que sigue sin existir un control electr¨®nico centralizado de las compras y, como las listas tendr¨ªan que seguir haci¨¦ndose por el sistema, harto discutible, de consultar caseta a caseta, pues no hay f¨®rmula viable de garantizar la credibilidad del resultado final.

Un recorrido menor

Desde hoy y hasta el 10 de junio, cuando a las nueve y media de la noche se d¨¦ la orden de cerrar las casetas y proceder a su desmantelamiento, los lectores tienen, pues, abiertas las puertas del Retiro. Podr¨¢n acercarse, de lunes a viernes, entre las 11.00 y las 14.00 y de 18.00 a 21.30. Los s¨¢bados y domingos tendr¨¢n m¨¢s tiempo: las casetas seguir¨¢n activas por las ma?anas hasta las tres y por las tardes abrir¨¢n a las cinco. Otro dato a tener en cuenta es que el recorrido ser¨¢ menor. Habr¨¢ menos casetas. Ya no ser¨¢n las 466 de la ¨²ltima cita, sino ¨²nicamente 389. Las razones: evitar la repetici¨®n tem¨¢tica de expositores, sobre todo en el sector de la venta a cr¨¦dito, y mimar un poco mejor al parque madrile?o, procurando reducir los efectos ambientales que desencadena el aluvi¨®n de gente. Otra iniciativa para agradecer la hospitalidad del parque es la Gu¨ªa de los jardines del Retiro, que ha editado la organizaci¨®n y que se repartir¨¢ gratuitamente en distintos lugares.

Existe, por otro lado, la voluntad de facilitar un tanto el tr¨¢fico de los compradores. Antonio Albarr¨¢n comenta que se ha procurado orientar tanto a los lectores habituales (que saben lo que quieren) como a los paseantes curiosos (a los que se busca seducir con la disposici¨®n de los t¨ªtulos). Las casetas ya no estar¨¢n dispuestas caprichosamente a lo largo del tradicional tubo, sino que se han organizado en cuatro grandes bloques, que se distinguen por su color. El gris marca un territorio general, donde hay un poco de todo. El verde se?ala el ¨¢mbito de las librer¨ªas especializadas. La zona de las editoriales se distinguir¨¢ por el azul, y la de las instituciones oficiales, por el amarillo.

M¨²ltiples propuestas

Llover, llover, igual no llueve, pero llover¨¢n las propuestas culturales. Adem¨¢s de las firmas, marca de f¨¢brica de la convocatoria, habr¨¢ debates, encuentros, presentaciones, conferencias, discusiones y, en fin, lo que se tercie. Dentro y fuera del Retiro. Alfaguara y la cadena SER han decidido, por ejemplo, buscar un escritor entre el p¨²blico. Un juego literario que consiste en invitar cada d¨ªa a quien lo desee a escribir un cuento (extensi¨®n m¨¢xima, un folio) que debe comenzar con un p¨¢rrafo de un libro de Nabokov. Habr¨¢ premio para el mejor relato. El concurso se podr¨¢ seguir diariamente en el programa de I?aki Gabilondo Hoy por hoy, a partir de las 10.00, y en la direcci¨®n de Internet www.cadenaser.com.

Adem¨¢s de este tipo de iniciativas privadas, la propia organizaci¨®n dispone de un pabell¨®n de actos culturales para dar cuerda a las m¨¢s variadas propuestas. Algunas de las convocatorias revelan ya que ninguno de los aspectos que rodean al libro estar¨¢n desatendidos. Se tratar¨¢ de editores grandes y peque?os, de distribuidores, de libreros, de comunicadores. La topograf¨ªa de la feria estar¨¢ tambi¨¦n marcada por las carpas de los patrocinadores (Caja Madrid, Telef¨®nica Movistar y Telemadrid) y por las de algunos de los promotores, como la ONCE, Madritel o la UNED. Todos ellos proponen actividades de mayor o de menor enjundia. Y est¨¢, claro, el pabell¨®n infantil, un amplio reducto para que los m¨¢s peque?os vayan descubriendo a trav¨¦s del juego la riqueza de los libros.

El a?o pasado se publicaron en Espa?a 62.224 t¨ªtulos. Es posible que la feria madrile?a, como otras que se celebran en diferentes lugares del mundo, no sea el mejor sitio para hacer negocios editoriales. Su vocaci¨®n es diferente: acercar el libro al lector. La verdadera fiesta, en cualquier caso, empieza en casa, cuando se recorren las p¨¢ginas de los t¨ªtulos elegidos.