Los dineros de la Iglesia cat¨®lica

El Ministerio de Econom¨ªa y Hacienda no ha facilitado los datos de las declaraciones de la renta del a?o 2000 -sobre el ejercicio de 1999-, en las que se ensayaba un nuevo sistema recaudatorio para la Iglesia, sobre cuyos resultados tienen los prelados alguna curiosidad. Fue el primer ejercicio en que el contribuyente puede, como este a?o, se?alar simult¨¢neamente las dos casillas -una, Iglesia cat¨®lica; otra, para Otros fines- sin tener que optar por una u otra. Tambi¨¦n introduce la opci¨®n del llamado m¨®dulo 104, es decir, la posibilidad de que contribuyentes exentos de declarar puedan realizar una autoliquidaci¨®n a Hacienda en la que tambi¨¦n adjudiquen su cuota fiscal marcando la casilla de la Iglesia o para otros fines. Un portavoz de la CEE reconoci¨® el viernes que Hacienda tampoco ha entregado a los obispos esos resultados, ni siquiera los provisionales.

Capellanes y profesores

Pero los ingresos eclesi¨¢sticos por la v¨ªa del IRPF, incluso con el complemento graciosamente a?adido por el Estado en cada ejercicio fiscal, son una m¨ªnima parte de lo que los espa?oles aportan a la Iglesia cat¨®lica, sean creyentes o no. Por ejemplo, en sueldos para los m¨¢s de m¨¢s de 13.000 profesores que dan clase de religi¨®n cat¨®lica en los colegios p¨²blicos, o para subvencionar a los colegios privados concertados (presupuesto en 1998: m¨¢s de 85.000 millones); y para pagar los salarios de los 148 sacerdotes capellanes en el Ej¨¦rcito de Tierra, la Armada y el Ej¨¦rcito del Aire; los sueldos de los capellanes de hospitales -516 en toda Espa?a, de los que 170 sirven en los 85 hospitales no transferidos por el Insalud, que, por ese concepto, pag¨® 288 millones el ejercicio pasado-, y el salario de los 130 sacerdotes que ejercen de capellanes en las prisiones espa?olas.