Andr¨¦s Sope?a hace una lectura cr¨ªtica del tebeo de los cuarenta

'Dios cre¨® Am¨¦rica para que Col¨®n la descubriera'. Andr¨¦s Sope?a, de 52 a?os, profesor de Derecho de la Universidad de Granada, est¨¢ empe?ado en 'una recuperaci¨®n cr¨ªtica del pasado que explique el presente'. Los contenidos de la escuela del nacionalcatolicismo fueron objeto de su ensayo El florido pensil, un fen¨®meno editorial y teatral que provoc¨® reediciones de enciclopedias y catecismos de los a?os cuarenta. Ahora publica ?Tente, iracundo otomano! (Plaza Jan¨¦s) sobre el tebeo de El Guerrero del Antifaz.

'Dios coloc¨® a Espa?a en el centro del mundo, en un lugar privilegiado donde no hac¨ªa ni fr¨ªo ni calor'. Andr¨¦s Sope?a repite de memoria frases que aprendieron en las escuelas los ni?os de la posguerra. 'Somos el producto de nuestra infancia', declara el autor de El florido pensil, cuya versi¨®n teatral se sigue representando por Tanttaka Teatroa desde hace cuatro a?os. Despu¨¦s public¨® La morena de la copla, sobre las pinturas de Julio Romero de Torres.

Memoria y nostalgia

Andr¨¦s Sope?a distingue entre la recuperaci¨®n de la memoria hist¨®rica y la nostalgia. 'Estoy en contra de la amnesia que se ha practicado durante la transici¨®n y las terapias del olvido. Los documentos que publico no son objetivos, son cr¨ªticos, con algo de iron¨ªa, rabia, enfado y otros sentimientos menos la neutralidad'.

En el libro ?Tente, iracundo otomano!, Andr¨¦s Sope?a acude a un tebeo que form¨® a varias generaciones de espa?oles en 'la ret¨®rica imperialista y patriotera de la historia, el catolicismo integrista, la raz¨®n de la fuerza y el chovinismo racista y xen¨®fobo'. Todas estas cuestiones ha encontrado en el material seleccionado de El Guerrero del Antifaz, que el dibujante y guionista Manuel Gago empez¨® a publicar en 1944 en la Editora Valenciana. Los cuadernos del h¨¦roe cristiano fueron consumidos hasta 1966, con una tirada de 60.000 ejemplares por n¨²mero. Hubo reediciones en los a?os setenta y ochenta, e incluso nuevas aventuras en 1979.

Sope?a presenta en su ensayo, que incluye un ep¨ªlogo de Gabriel Albiac, las vi?etas originales seleccionadas entre los 600 t¨ªtulos publicados, con preferencia por los primeros 200, 'm¨¢s puros, que no han sido desvirtuados por el mercado o los gustos del p¨²blico'. Junto con las vi?etas aparecen intercalados los comentarios de Sope?a con la misma rotulaci¨®n de la 'letra de c¨®mic', en un dise?o por ordenador.